Sebastián Roa nació en Teruel y es Licenciado en Derecho y en Ciencias Policiales. Trabaja en el Cuerpo Nacional de Policía y actualmente reside en Valencia. Su primera novela fue Casus belli en 2007 y sus obras se encuadran en su mayoría dentro de la novela histórica. Las cadenas del destino es la tercera y última parte de la llamada Trilogía Almohade, cuyos títulos anteriores son La loba de Al-Andalus y El ejército de Dios.
Escuchar a Sebastián es una delicia y un continuo aprendizaje, sobre todo para una apasionada de la historia como yo. Y así transcurrió nuestra conversación.
- "Las cadenas del destino" es la última parte de tu trilogía almohade pero ¿cómo elegiste la época, cuál fue el motivo por el que te llamó la atención ese periodo de nuestra historia?
Me topé por casualidad con ella porque en la novela que estaba escribiendo anteriormente, Venganza de sangre, salió a relucir la figura del Rey Lobo (andalusí de ascendencia muladí que lideró la resistencia contra los almohades y mantuvo la independencia del reino de Murcia entre 1147 y 1172). Empecé a interesarme por él y, a través de él, me interesó la época en la que él había vivido y el proceso social y político que tuvo lugar en el más de medio siglo en que el Rey Lobo fue protagonista imprescindible. A veces te encuentras por casualidad con estas cosas, cuando te estás documentando para otra novela y te das de narices con algo que te llama poderosamente la atención. Vas profundizando y ves que puede tener mucho jugo.
- Toda la época de la invasión almohade y ese periodo de nuestra Edad Media son bastante desconocidos ¿Qué supuso la llegada de los almohades para el imperio musulmán de la península?
La Historia está muy maltratada, por eso a veces se ignora que no había un imperio musulmán en España. Al-Andalus pasó por varias épocas: un emirato, un califato Omeya, los reinos de taifas, un emirato almorávide... hasta el final de los terceros reinos de taifas en que queda reducido al reino nazarí. El imperio almohade es una singularidad que no tiene nada que ver con la hasta entonces presencia musulmana en la península. Este imperio nació y creció en el siglo XII e invadió el norte de África y la península hasta que se encontró, en un momento decisivo, contra los reinos cristianos en la batalla de las Navas de Tolosa. El final de esta batalla decidió que quedase herido de muerte y se acabase viniendo abajo. Pero si no hubiese tenido lugar esa derrota no podemos saber qué habría ocurrido. Los almohades implantaban el integrismo más radical en todos los territorios que iba conquistando y en la península su objetivo era la conquista total, hasta el norte.
- La fama de los almohades de ser sanguinarios, con un ejército especialmente cruel y de imponer por la fuerza su religión ¿es cierta o se ha exagerado con el paso de los siglos?
No, no, es absolutamente cierta. El fundador del credo era un bereber de las montañas llamado Ibn Tumart que, tras un viaje a oriente para estudiar el Corán, volvió completamente fanatizado y convencido de que debía depurar el Islam porque había enfermado. Además se cumplía una especie de profecía que tienen los musulmanes que es la llegada del Dayyál o Anticristo: cuando enferme la religión y llegue el Anticristo surgirá el Mahdi, una suerte de Mesías que se encargará de curar la religión mediante la imposición de las correctas costumbres. Ibn Tumart se proclamó Mahdi, comenzó a conseguir adeptos y con ellos se dedicó a imponer la Hisbah: la corrección absoluta de las costumbres. Se prohibe todo lo que no se debe hacer y se obliga a lo que se debe hacer. Esto implica, como puedes imaginar, una rigidez religiosa increíble, que las mujeres vayan totalmente cubiertas, la prohibición de la música, la danza o cualquier cosa que ellos consideren una frivolidad. Llegaban también a considerar infieles no sólo a los cristianos, sino a los musulmanes que no seguían sus preceptos y ritos, por lo que también los mataban, algo totalmente prohibido para un seguidor del Islam.
La secta almohade fue sanguinaria desde su inicio. Además solía hacer purgas cuando se debilitaba la fe: el dirigente de turno, si veía flaquear la fe, hacía una purga con sus consiguientes degüellos y dejaba todo listo para volver a empezar
- La Edad Media en España tiene características muy distintas a la del resto de Europa, sobre todo debido a la invasión musulmana y las peculiaridades políticas. ¿Hasta qué punto influyeron estas diferencias en el desarrollo de esta época en la península?
Las singularidades ibéricas son dos básicamente: una ya la has mencionado tú, la invasión musulmana. Ella hizo que nuestra Edad Media se centrase casi con exclusividad en la Reconquista y eso significó, por ejemplo, que los hombres de aquí no acudiesen a las Cruzadas como sucedía en Francia o Inglaterra. La segunda característica es que no se implantó del todo el modelo feudal salvo, quizás, en Cataluña. Esto determinó que nuestras ciudades crecieran de otra manera, con sus derechos forales, con multitud de situaciones políticas diferentes y con una incorporación muy temprana al parlamentarismo que tiene lugar en el 1188 en León. Esto determina que nuestra Edad Media fuese muy diferente a la europea. La nuestra, nuestra Edad Media, es doblemente rica.
- En una época en la que los reyes cristianos, aunque unidos por lazos de sangre, estaban permanentemente enemistados, incluso en guerra contra los musulmanes ¿cómo consiguió Alfonso VIII, rey de Castilla, convencer a los reyes de Aragón y Navarra para que luchasen a su lado?
En realidad Alfonso de Castilla no consiguió finalmente convencer a su primo, Alfonso IX de León para unirse a él. De hecho el rey de León atacó la retaguardia de Alfonso VIII cuando éste estaba de campaña hacia las Navas de Tolosa. Lo que sí se dio fue una circunstancia muy favorable para él: Aragón cambió de rey. El anterior, Alfonso II, no era favorable a Castilla pero su heredero, Pedro II, sí que fue un leal amigo. Entre los dos consiguieron "obligar" al tercero en discordia: el rey de Navarra contando, también, con ayuda eclesiástica y así Sancho VII se unió a la campaña. Fundamentales fueron las labores diplomáticas del arzobispo de Toledo, Rodrigo Jiménez de Rada, que consiguió que el Papa diese bula de Cruzada a toda la campaña. Así llegaron soldados y guerreros desde el norte de los Pirineos y también desde los reinos cristianos no combatientes, León y Portugal.
- Cuando te planteas escribir novela histórica ¿hasta qué punto es posible hacer "trampas" (no ya en la historia, que es la que es) en el carácter de los personajes, a cómo interactúan entre ellos, incluir hechos que pudieron suceder pero no sucedieron? ¿Dónde pueden estar los límites?
No hay límite. Estamos hablando de novela histórica que, como tal, es novela y es ficción. Lo que no es de recibo es que un autor tenga límites. Es novela histórica porque está contextualizada en un periodo histórico concreto, pero lo que sí es necesario es hacer verosímil una ficción, algo que tienen interiorizado todos los novelistas. Eso nos obliga a sopesar cuidadosamente los datos históricos. A no contradecirlos. Siempre con la idea de no perder la verosimilitud porque ésta es verdaderamente el límite. Aparte de ella no hay ningún otro. En novela no hay normas que obliguen a ser fiel a la historia por eso no considero ningún límite aparte de la verosimilitud. Hay una verdad más grande que la verdad histórica que es la verdad literaria y es a la que yo me tengo que atener.
- Alejandro Dumas supo convencer, son su ficción, a todo el mundo de la maldad de Richelieu al que pinta como permanente conspirador contra la reina obviando su labor de hombre de estado ¿es ese un buen ejemplo de lo que estamos hablando?
Dumas lo que quería era contar una historia que nada tenía que ver con la Historia en mayúsculas. Lo que hizo es totalmente legítimo. Pero sinceramente creo que si una persona está muy interesada en conocer la Historia, en los hechos tal como sucedieron, leer novela histórica no le sirve porque es ficción. Sirve, como te he dicho antes, para sacar la verdad literaria, para conocer las grandes emociones del ser humano. A mí lo que me interesa no es si el guerrero que participó en las Navas iba vestido o no con cota de malla o el tejido de sus ropajes. Yo quiero saber lo que sintió, ponerme en su lugar y hacer que el lector también lo haga.
- Las teorías "revisionistas", que se han puesto tan de moda con respecto a la Historia con cosas como peticiones de perdón o que los hechos hay que reinterpretarlos, aseguran que la invasión musulmana y su expansión supuso una "colaboración cultural" formidable. De todo esto, alguien que tiene un amplio conocimiento de la Historia como tú ¿qué opinión tienes?
Es una tontería muy grande. En principio la llegada de los musulmanes fue muy positiva. Siempre he dicho que lo mejor que nos ha pasado históricamente ha sido Roma y el Islam. Pero estoy hablando del Islam medieval, el del siglo VIII, que llega a la Hispania visigoda para implantar un régimen mucho más avanzado que el que había. Pero la historia de Al-Andalus dura ocho siglos y no es todo un gran avance. Hubo invasiones integristas como la almohade que no nos trajo nada deseable salvo cuatro bellezas arquitectónicas en Sevilla y para de contar. Yo no creo que haya que pedir perdón por habernos librado de ser una especie de Turquia occidental. Yo creo que debo mucho a mis antepasados por lo que hicieron en las Navas de Tolosa, por ejemplo. De todas maneras esto de juzgar los hechos de hace ocho siglos con criterios morales actuales me parece que no es muy positivo. No somos herederos éticos de nuestros antepasados: ellos hacían lo que tenían que hacer y lo hacían correctamente. Nosotros hacemos lo que tenemos que hacer ahora, en este momento: no vamos por ahí a cazar musulmanes pero ellos lo hacían porque era lo que había que hacer. No hay que hacerse más preguntas.
- Al hilo de esto, mucho se ha hablado de la convivencia pacífica e igualitaria de las tres religiones en la península. Aunque este hecho sí sucedió de forma puntual ¿cuánto hay de real en ello?
Poco. Esto es todo corrección política. Aquí convivían personas de diferentes religiones pero nunca en igualdad de condiciones. Había una religión que siempre estaba sometida, la judía, y luego, de que vivieras en un reino cristiano o musulmán, estabas también sometido. Por ejemplo en el califato Omeya los musulmanes eran ciudadanos de pleno derecho pero los mozárabes y los judíos estaban sometidos a un régimen especial con impuestos especiales. Podían tener sus dirigentes eclesiásticos pero siempre bajo supervisión musulmana. Sí había cierta tolerancia, pero no igualdad. Pero es que no podía haberla. En la Edad Media no existían los derechos humanos ni el principio de igualdad, pero ni en el lado andalusí ni en el cristiano; los mudéjares no eran iguales a los cristianos y tampoco los judíos. La tolerancia total jamás se dio en la Edad Media. Hubo momentos de convivencia relativa porque les interesaba a todos. Incluso llegó a haber encomiendas en Temple que tenían trabajadores musulmanes por ser una mano de obra muy apreciada, pero sometidos. La igualdad de derechos es un concepto muy moderno y el tema de la convivencia es un mito sobre el que se podría y debería hablar mucho.
En las ciudades aragonesas, por ejemplo, es algo que se ve muy bien. Los reyes aragoneses repoblaban las villas forales y conforme se conquistaba una ciudad, a la población musulmana se la sacaba de la ciudad y se la obligaba a instalarse extramuros. Los judíos pasaban a vivir todos juntos y, con el tiempo, se consolidaban las juderías. Los cristianos tenían sus propios barrios. No había un ordenamiento jurídico común: podía haber consideraciones igualitarias pero nunca una igualdad total. Era algo normal y que los habitantes de entonces también veían normal, porque ellos también lo practicaban cuando sucedía al contrario.
- Desde la batalla de las Navas de Tolosa hasta la toma de Granada pasan más de dos siglos. Si bien la victoria en las Navas supuso la ruptura de la frontera y el avance de los cristianos hacia el sur ¿qué otro punto de inflexión supuso esta batalla para los reinos cristianos?
Supone el mayor empuje reconquistador porque después de las Navas de Tolosa se conquistan las principales ciudades andalusíes en cuestión de cuarenta años: Murcia, Valencia, Palma de Mallorca, Badajoz, Cáceres, Córdoba, Jaén, Sevilla... sólo queda el pequeño reino nazarí. Creo que es el evento más importante no sólo por todo esto sino porque supone la caída del imperio almohade. Y eso era quitarse un peligro muy grande de encima. Lo siguiente fue ir sometiendo al reino nazarí a una presión tributaria enorme mediante las parias, sobre todo por parte de la corona de Castilla, hasta que fuese lo suficientemente débil para no resistir un ataque frontal en 1492. Este hecho ya empezó a escribirse en las Navas de Tolosa.
- Para finalizar me gustaría preguntarte qué proyectos tienes para el futuro. ¿Más novela histórica?
Voy a probar otras cosas seguramente, pero final acabaré volviendo siempre a la novela histórica porque es lo que me gusta, donde me muevo más cómodo.
Gracias, Sebastián, por tu paciencia y por el rato tan agradable que pude pasar escuchándote.
Gracias, Sebastián, por tu paciencia y por el rato tan agradable que pude pasar escuchándote.
Si es que ya lo dije... tu blog; de lo mejor!!!!!!!
ResponderEliminarY con amigos como tú se hace más grande. Gracias, mi niño!!
EliminarUna fantástica entrevista. Muchas gracias por darnos a conocer aún más a Sebastián
ResponderEliminarBesos
Gracias, bonita. Es fascinante porder hablar con alguien que ama y entiende así la historia.
EliminarUna entrevista estupenda Yolanda. Mira yo no conocía al autor y hace poco me tocó en un sorteo Las cadenas del destino. Yo soy de las de empezar por el principio, así es que compré La loba de Al-Andalus y lo voy leyendo poco a poco compaginando con otras lectura. Me está encantando, estoy fascinada con la historia que por cierto conocía poco o nada y con los personajes. Lo que más me gusta es lo fácil que hace el autor la lectura. Apasionante!
ResponderEliminarUn beso
Pues imagina lo que fue poder hablar con él después de visitar el campo de batalla de las Navas de Tolosa y su museo. Era como si nos lo lleváramos un poco tatuado en la piel.
EliminarHola preciosa. Tal y como me comentaste, Sebastián Roa es de estas personas que se ponen a hablar y te dejan tan alelada que estarías toda la vida escuchándole y me imagino que disfrutaste de lo lindo haciendo la entrevista. Me parecen muy acertadas tus preguntas y sus respuestas confirman lo que siempre hemos tenido en mente y muchas veces hemos comentado, que no se corresponde para nada con lo que nos han hecho creer.
ResponderEliminarUna entrevista excelente.
Besotes
TitaVi
Gracias, hermosa mía, fue una ocasión fantástica de la que aprendí mucho.
Eliminar¡Qué entrevista más buena, Yolanda! Me encanta este autor. El año pasado me enamoré de esta trilogía y estoy deseando poner las manos encima al tercero.
ResponderEliminarTener la suerte de poder hablar con Sebastián tras haber estado en el lugar de la batalla de las Navas de Tolosa y el museo (que es más bien un centro de interpretación), resultó doblemente interesante. Y el libro, que ya he empezado, es apasionante. Un beso y gracias por la visita.
Eliminar¡Hola! Felicitaciones por la entrevista. No conocía tu blog, pero me quedo a leerte.
ResponderEliminarBesotes♥
Gracias por estar aquí. Celebro que te haya gustado. Un beso
EliminarLas conquistas territoriales nunca son amables ni simpáticas lo mismo que nunca,existió esa idílica convivencia de las tres religiones y , aunque es una novela y no un tratado de historia, bienvenidas estas lecturas que clarifican mucha tontería " histórica" como real y no lo es, y estoy de acuerdo con el autor, no somos herederos de quien vivía en el siglo XV, cada generación hace lo que hace porque es lo que debe hacer y nada mas .Besos!!
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