lunes, 6 de febrero de 2017

ENCUENTRO VÍA SKYPE CON AVE BARRERA

Los encuentros con escritores son siempre apasionantes. Y actualmente tenemos la suerte de que las nuevas tecnologías se alíen con nosotros para que puedan producirse incluso desde el otro lado del océano. Esto sucedió hace pocos días con la escritora mexicana Ave Barrera, con la que pudimos charlar vía Skype: ella desde Ciudad de México y nosotros desde Madrid. Para ello Pepa, de Qué locura de libros, y la Editorial Alianza, editora del libro de Ave en España, nos convocaron en un lugar con una magia especial. Se trataba de La Plaza de Poe, un espacio de creación literaria y musical en Madrid, que combina un cierto encanto bohemio con el acogedor ambiente de la cultura de base, esa que empuja a los grandes creadores hacia arriba. 


Ave Barrera es una joven escritora nacida en la ciudad mexicana de Guadalajara en 1980. Estudió la Licenciatura en Letras Hispánicas en la universidad de su lugar de nacimiento, un máster en Letras Modernas Portuguesas en la UNAM y realizó un curso de Formación de Editores en la Universidad Complutense de Madrid. Ha trabajado como editora durante varios años en Oaxaca. Con su libro Puertas demasiado pequeñas ganó el Premio Latinoamericano de Primera Novela Sergio Galindo de la Universidad de Veracruz en 2013, libro que ha sido editado en España por Alianza Editoral. También ha publicado varios libros infantiles y colaboró con el proyecto 21.000 princesas, en coautoría con Lola Hörner, en el que aborda el tema de los feminicidios en México. Con él ganó  el primer premio en el Concurso Internacional de Libro de Artísta Lía en 2015.


Puertas demasiado pequeñas es una obra de ritmo vertiginoso, cuyos temas principales son, en palabras de la autora, "el silencio, el arte y Juan Rulfo". En él se nos cuenta cómo José Federico Burgos malvive en Guadalajara como copista de cuadros del Renacimiento y es abordado por un excéntrico y embaucador anticuario para falsificar una pintura del artista flamenco Gossaert Mabuse, del siglo XVI. Consiente en hacerlo con la esperanza de hacer realidad su sueño de dedicarse en cuerpo y alma a su propia pintura. Confinado en la finca del tiránico coleccionista, comienza una particular aventura metafísica e iniciática en la que deberá sortear extrañas y perturbadoras peripecias.

EL ENCUENTRO

 


Antes de conectar con Ave, quienes asistíamos al encuentro comentamos cuánto nos había gustado el libro. Es un texto diferente, con toques de realismo mágico, y que alberga una historia original y muy intensa. Además los modismos del lenguaje mexicano la hacen cercana y en ningún caso empañan la lectura ni la hacen complicada, sino que le dan un toque muy personal, especial.

Hechas las presentaciones, la primera cuestión fue cómo surgió la idea de escribir Puertas demasiado pequeñas. Ave nos confesó que es una historia especialmente entrañable porque todo tiene que ver con su padre. "En esta novela meto a mi padre y también le doy vida", aseguró. La relación con él nos la definió como algo complicada, pero él, como el protagonista, es escultor y anticuario, con esa diferencia de salir de la nada como artista. Él fue quien la inció en las artes plásticas. Pero realmente la historia surge de una casa, una casa real, la del arquitecto e ingeniero mexicano Luis Barragán. Este hombre fue muy importante para la construcción de la identidad mexicana por unir modernidad y tradición. Ave conoció la casa de Luis Barragán  y vivió en ella, por lo que pudo curiosear por todos sus rincones y fue un lugar que le marcó mucho. 

Además se unió a esa idea inicial el tiempo que ella llevaba fuera de Guadalajara, su ciudad de nacimiento. Guadalajara es complicada para vivir, pero en la distancia pudo reconciliarse con ella, con los recuerdos que tenía de ella y con la identidad tapatía. Se denomina tapatíos a los nacidos en Guadalajara, que es la capital del estado de Jalisco. Con todo ello comenzó a idear el argumento partiendo de la casa hacia la ciudad, con todas sus peculiaridades. Respecto a las expresiones puramente mexicanas que jalonan la novela, Ave cree que el idioma se enriquece cuando se usan dentro del contexto adecuado, porque se amplían tanto la cultura como el horizonte del lector. 

Se planteó la cuestión de las posibles similitudes que algunos de nosotros habíamos encontrado en su novela con alguna de Eduardo Mendoza, sobre todo refiriendose al detective encerrado en un manicomio y sin nombre, protagonista de algunos de sus libros más famosos como El misterio de la cripta embrujada. Ave reconoció no haber leído nada de Mendoza pero le llamó poderosamente la atención ese detalle y se mostró muy interesada en conocer a un personaje que mezcla la picaresca con la figura del detective al que la vida ha dado muchos revolcones.

Comentamos también que Puertas demasiado pequeñas es una auténtica explosión sensorial, sobre todo en la magnífica descripción de sabores y olores, tan gráfica y colorista. Ave aseguró que escribir esta novela le obligó a utilizar loc cinco sentidos y se ha dado cuenta de que ese tratamiento de la vista y el olfato se han convertido en una especie de seña de identidad. Muchas veces la novela muestra lo que ocurre sin necesidad de largas explicaciones y cree que merece la pena explorar este tipo de escritura. 

Respecto al tiempo que tardó en escribir la novela, nos explicó que le había dedicado unos tres años. En los primeros borradores ni siquiera sabía a dónde quería ir realmente y, de hecho, la primera idea nada tenía que ver con el resultado final del libro. Una vez que tuvo claras las ideas en la cabeza, sólo las desarrolló. Lo que sí quería en todo momento es que los diálogos no fuesen demasiado explicativos y poner en escena y en primer plano las emociones de los personajes. 


En cuanto a éstos, a los personajes, quiso dejarnos claro que la casa en que se desarrolla la novela es una protagonista en sí misma. Hay cambios en lo que era la casa real. Por ejemplo en el estudio de Luis Barragán, con sus vigas de madera. O el muro que da hacia el jardín, que realmente era un ventanal. En ese jardín existe realmente una gruta a la que se accede desde él y dentro de ella hay un esqueleto de caballo, pero el hecho de que exista una gruta en la casa original de Ciudad de México de Luis Barragán es un elemento narrativo propio, ya que en la casa de Guadalajara, dónde se ambienta la novela, no existe. 

Los toques de realismo mágico que aparecen a lo largo de Puertas demasiado pequeñas tienen mucho que ver con la presencia de Barragán como algo sobrenatural a lo largo de las páginas, una presencia que sobrevuela toda la historia. Necesitaba algo que le diese soporte a esa presencia y de ahí la aparición de ciertos aspectos del realismo mágico. Cuando escribe, nos contó Ave, siempre empieza por lo más obvio y le cuesta muchas vueltas llegar a donde quiere. Hizo muchos cambios, muchísimas correcciones. La primera versión de la novela está escrita a mano y sólo contenía las acciones más representativas. Desde ese manuscrito es desde donde empezó a escribir realmente. Y lo hace por capas: el lenguaje, la sonoridad, las imágenes... Después del primer borrador el trabajo es con personas de su círculo de confianza: ellas leen el resultado  y, con sus opiniones, empieza a pulir el texto. La edición definitiva supone haber pasado por varias revisiones, de ahí el tiempo que le dedicó.


Realmente fue un encuentro apasionante y muy revelador. La novela de Ave Barrera me ha parecido una pequeña delicia, una lectura diferente que apasiona y atrapa. Conocer a su autora y hablar con ella me ha permitido arrojar más luz a pequeños detalles en los que, quizá, no había reparado. Os recomiendo Puertas demasiado pequeñas porque os va a sorprender con una trama distinta y un modo de narrar que nos sumerge por completo en la historia. Reitero mi agradecimiento a Qué locura de libros y a Alianza Editorial por hacer posible una tarde estupenda y a La Plaza de Poe por su hospitalidad.

3 comentarios:

  1. Fue maravilloso y muy enriquecedor. La escritora un cielo, y el sitio para morirse de bonito y moderno. Un placer haberlo descubierto juntas Yolanda.

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  2. Qué suerte poder acceder a este tipo de eventos. Muchas gracias por la crónica para los que no podemos asistir.
    Un abrazo

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  3. Qué pena no haber podido estar. Y qué envidia de sitio, el sueño de mi vida es poder montar un día algo así...

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