viernes, 12 de febrero de 2021

EL ÚLTIMO SUEÑO DEL REY de Francisco Bocero

El último sueño del rey fue una de las novelas que se presentaron en el pasado Certamen de Novela Histórica de Úbeda y su autor, Francisco Bocero, nos hizo un dibujo preciso y muy entretenido de su conenido. Acostumbrados a que las novelas históricas tengan un elevado número de páginas, las 220 de esta obra nos podrían hacer pensar que el contenido se queda corto, pero nada más lejos de la realidad. Estamos ante la narración de los últimos meses de vida de Fernando VI, un rey prudente y pacífico, sumido en la depresión más absoluta tras la muerte de su esposa, Bárbara de Braganza. Y estamos, también, frente a un momento histórico poco tratado, que casi pasa desapercibido a pesar de su complejidad. 

Hasta los escenarios son menos "brillantes", ya que durante toda la novela nos moveremos entre el palacio de Villaviciosa de Odón, que no dejaba de ser un pabellón de caza, y el de Aranjuez, en el que falleció la reina, lejos de la grandiosidad de Palacio Real y de la gran corte que albergaba. Pero todo esto convierte al El último sueño del rey, en mi opinión, en una magnífica rareza con un marcado tono crepuscular que lo envuelve todo y que nos hace entender que el ser humano, a pesar de dignidades y coronas, puede vivir un infierno interior que lo destruya y lo anule.

LA BILIS NEGRA DE FERNANDO VI

Transcurre el otoño de 1758 y Fernando VI, tras la muerte de su esposa Bárbara de Braganza, se ha recluído en el palacio de Villaviciosa de Odón, un viejo pabellón de caza, tratando de encontrar un lugar que no le reuerde a ella. La terrible agonía de la reina aún esta presente tanto en el rey como en aquellos que vivieron en Aranjuez aquellas horas eternas y amargas. Fernando VI no está en condiciones de tomar decisiones, apenas es capaz de alimentarse y, mientras tanto, Francia e Inglaterra presionan al gobierno español para que tome partido por una de ellas en la Guerra de los Siete Años. Francia busca con denuedo que España entre en liza con sus ejércitos, mientras que Inglaterra maniobra para que se matenga neutral. Fernando VI siempre ha sido un rey que ha abogado por la paz y se ha resistido a que España se viese inmersa en ningún conflicto bélico. Ricardo Wall, hombre fuerte del gobierno, trata de mantener esa paz tan deseada, aunque se ve continuamente boicoteado por las intrigas de Isabel de Farnesio, madrastra del rey, partidaria de Francia, y cuyo mayor anhelo es que Fernando desaparezca o abdique en su hermano Carlos, rey de Nápoles, futuro Carlos III. Los espías de toda Europa mantienen a las diferentes cortes de permanente estado de alerta, a la espera de conocer el desenlace.

Como os decía antes, nos encontramos ante un periodo histórico poco conocido y poco tratado. El siglo XVIII en España es como la "hermana pobre", ya que el XVII supuso el ocaso de una dinastía y el comienzo de otra, guerras constantes, intrigas de todo tipo, y el XIX es un auténtico caos en el que hubo absolutamente de todo. Un periodo que se incia  con la Guerra de Sucesión y la llegada del primer Borbón al trono español, Felipe V, un rey que, tras la muerte de su primera esposa, contrae matrimonio con Isabel de Farnesio, con la que tiene diez hijos, y que hizo todo lo posible para que los hijos anteriores de su marido quedasen anulados como posibles herederos.

Fernando VI no estaba destinado a reinar. Además era muy consciente de sus limitaciones, siempre tuvo un carácter apocado y se sentía falto de afecto tanto por la temprana muerte de su madre como por la frialdad de su padre. Otra hubiese sido su historia si su hermano Luis, en quien abdicó Felipe V viéndose incapaz de seguir gobernando, hubiese tenido una vida de duración normal. Pero a los ocho meses de llegar al trono, falleció de viruela. Quizá la única alegria en la vida de Fernando fue su esposa, Bárbara de Braganza que, sin ser muy agraciada físicamente, estaba llena de alegría, tenía una cultura abrumadora, sabía tocar el clavidordio, hablaba varios idiomas y era amante de todas las artes. No tuvieron hijos, por incapacidad del rey, pero sí llegaron a amarse profundamente. Ella fue su gran complemento y su ayuda fundamental en la toma de decisiones. 


 En El último sueño del rey asistimos a dos líneas temporales separadas por pocos meses. Por un lado, nos aojaremos en el palacio de Villaviciosa, en el que el rey se ha recluído. Su salud mental está prácicamente perdida con escasos momentos de lucidez. Allí es Andrés Piquer, médico personal del rey, quien nos cuenta en primera persona lo que se está viviendo. Un pabellón de caza apenas acondicionado, con el frío campando a sus anchas y el rey enfermo, que no acepta ni la limpieza ni la comida. El rey de un imperio, incapaz de hacer nada más que dolerse en su pena, perdido en una tempestad de melancolía y tristeza. A su vez, la segunda línea temporal nos lleva a Aranjuez, a los últimos días de vida de la reina, que sufrió una espantosa agonía, narrados en tercera persona, como también todos los capítulos dedicados a las gestiones de Ricardo Wall y otros miembros del gobierno. 

Como lectora, no he podido evitar sentir lástima por Fernando VI, un rey que gobernó con prudencia, que supo rodearse de ministros de valía, como Ensenada y Carvajal y que se mantuvo firme en su posición de no participar en ninguna guerra. Pero también un hombre lleno de traumas, a quien su propio padre trató con desprecio y que perdió demasiado jóvenes a sus hermanos de sangre. Se crió solo y murió solo. Por eso os hablaba del tono crepuscular de la novela, porque toda ella anticipa un final que va a suponer un cambio total en la política española. Media Europa presionaba a un gobierno cuyo rey apenas podía gobernarse a sí mismo

Francisco Bocero ha sabido narrar con precisión, pero también con una fuerte carga emocional, estos momentos tan críticos para España. Las intrigas políticas a las que debe hacer frente Ricardo Wall, los recuerdos de infancia y vida de Fernando VI, las presiones y manejos en la sombra de Isabel de Farnesio, el polvorín en que se ha convertido Europa  en el que es considerado el primer conflicto mundial de la historia... El dibujo de los personajes es fantástico, conseguimos en unas pocas líneas amarlos o detestarlos, como fantásticos son también los cambios de escenario y de perspectiva. Además, he tenido la gran alegría de reencontrarme con Farinelli, el divino castrado, un hombre escepcional y que, pudiendo haber conseguido cualquier cosa tanto de Felipe V como de Fernando VI, jamás se aprovechó de su posición. Un alma buena y noble y un absoluto superdotado vocal que endulzó, en cierto modo, la cercanía de la muerte de los monarcas. 

No puedo dejar de recomendaros El último sueño del rey, una novela que va calando en lector página a página y que nos hace descubir hechos poco conocidos, al igual que pone luz sobre un rey que, sin querer el trono y sin esperarlo, supo estar a la altura. La "bilis negra" de la melancolía que acabó con él seguramente ya la llevaba en el alma desde la muerte de su madre. O quizá por herencia de su padre. Sea como sea, llegó a conocer la felicidad y el amor y fue respetado en su momento, a pesar de los turbos manejos de Isabel de Farnesio. Merece mucho la pena conocerle.

6 comentarios:

  1. Magnifica reseña Yolanda, tomo buena nota!!!!👏👏👏😘

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  2. Magnifica reseña Yolanda, tomo buena nota!!!!👏👏👏😘

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  3. Querida mía, este va a la lista de mi señor esposo. Disfruta mucho con tus reseñas cuando se las enseño. Le encanta el género y son libros que él disfruta más que yo. Besos

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  4. Y yo venga apuntar libros cada vez que paso por aquí. Empiezo a temerte, Yolanda ;)
    Besos.

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  5. Porque ya he leído esta novela que si no, tras esta reseña tan increíble,la leería sin dudarlo.

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  6. La verdad es que no me había parado en esta novela, pero tomo nota de tus buenas impresiones. Lo cortita que es también ayuda a intercalarla.
    Besos

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