Me he encontrado con una lectura diferente, peculiar, llena de matices y en la que el autor crea para el lector todo un ejercicio de inmersión en las épocas y en los ambientes. Cuenta con el aliciente, además, de poder leerse de dos maneras diferentes, al estilo de Rayuela o aquellos famosos libros de Elige tu propia aventura, aunque el resultado varía muy poco. En mi caso, solo hice la lectura lineal, pero sé por Ren que la historia no cambia de forma sustancial. Sea como sea, creo que Cruces es un libro que hay que leer y disfrutar, porque es un ejercicio literario brillante en el que todo acaba engarzado y que es radicalmente distinto a cualquier cosa que hayamos leído antes. Y vosotros, ¿estaríais dispuestos a meteros en el cuerpo de otra persona, a cambiaros por ella, pero preservando todos vuestros recuerdos?
"¿QUÉ ES EL AMOR? EL ANHELO DE SALIR DE UNO MISMO" - CHARLES BAUDELAIRE
Cruces es la primera novela de Alex Landragin, un escritor nacido en Francia, de raíces armenias y criado en Australia y, desde luego, ha superado la prueba de manera sobresaliente. La historia arranca con un prefacio escrito por un encuadernador, a quien una baronesa encargó el trabajo de hacer un tomo con tres manuscritos. Solo le puso una condición: que no podía leerlos, debía limitarse a hacer el trabajo encargado con su habitual cuidado y con la mejor selección de materiales. Pero, al poco, recibe la noticia de que la baronesa ha muerto asesinada y, sabiendo que nadie le va a reclamar los manuscritos, decide leerlos y publicarlos. Los tres manuscritos son La educación de un monstruo, Ciudad de fantasmas y Cuentos del Albatros que, en principio, no parecen tener demasiado en común ni seguir una línea troncal concreta. Pero de su lectura se van a extraer las conclusiones más inesperadas.
Como os decía arriba, estos relatos pueden leerse de forma lineal o bien seguir la llamada "Secuencia de la baronesa", en la que al final de cada capítulo nos redirige a otra página, sea del mismo manuscrito o de los otros dos. Yo me limité a leerlo de forma lineal y reconozco que me quedó una sensación tan plena de buena lectura, que obvié la "Secuencia de la baronesa"; mi compañera Ren sí lo hizo (podéis leer su reseña aquí) y, como ha explicado también en el podcast del Certamen de Novela Histórica de Úbeda, no hay cambios reseñables en la evolución de la historia.
El primer manuscrito, La educación de un monstruo, es, sin duda, mi favorito. El poeta Charles Baudelaire vive sus últimos años en Bruselas y nos narra todo en primera persona. Baudelaire transita por una existencia miserable, enganchado al laúdano, que es lo único que le funciona para paliar los dolores que le causa la sífilis; no tiene dinero para nada, pasa hambre y se hospeda en una suerte de pensión fría y húmeda que va pagando tarde y mal. Conocer a una misteriosa dama, madame Edmonde, le otorga un respiro, pero hay algo extraño y misterioso en ella. Este relato me resultó maravilloso. Cómo la voz de Baudelaire, roto en cuerpo y alma, nos describe su soledad, su pobreza extrema, su dependencia del láudano, el frío, la humedad, las calles oscuras... pero también sale a relucir su carácter, en el que lo políticamente correcto no existe. Es tremenda la escena en una cena con gente "bien" de la sociedad bruselense en la que pone a caer de un burro a Bélgica y a sus mujeres. Para enmarcar, os lo aseguro.
El segundo relato es Ciudad de fantasmas, ambientada en el París de la Segunda Guerra Mundial. Allí vive Walter Benjamín, un judio que permanece en la ciudad de forma ilegal y cuya existencia siempre está amenazada por ser descubierto y deportado...y una más que posible muerte. De su mano vamos a pasear por el París de la época, en la que se mezcla el glamour con las esquinas oscuras, Visitaremos a los "bouquinistes" del Sena y nos empaparemos de la tensión que atenaza la ciudad, especialmente a parte de su población. Walter conocerá a una hermosa mujer, Madeleine, en el cementerio de Montparnasse y acabarán viviendo juntos. Pero Madeleine desaparece durante horas o noches enteras y Walter desconoce casi todo de ella, aunque se enamora sin remedio. FInalmente, ambos personajes se verán inmersos en una trama de asesinatos cuyo origen, al parecer, es tratar de hacerse con el manuscrito de La educación de un monstruo, de Baudelaire, y en la que está implicada la misma Coco Chanel. Pero al final de este relato hay algo que, de pronto, te recoloca todo. Y es profundamente mágico.
En Cuentos del Albatros, Alex Landragin nos lleva a la Polinesia y cambia por completo el panorama y el paisaje: de los grises húmedos de Bruselas y la tensión que opaca por completo las calles de París, nos trasladamos a un cielo profundamente azul, a la naturaleza desatada, a los olores que embriagan. Y es en este relato cuando vamos a comprender perfectamente qué es lo que se nos está contando. La historia de Alula y su profundo amor por Koahu, la búsqueda que ella realiza a través del tiempo y del espacio y la explicación de lo que es realmente un "cruce", convierte los tres manuscritos en una increíble aventura, en un desesperado intento de reencontrase con el amor perdido.
No quiero hacer spoilers, esta novela está escrita para ser descubierta página a página, para dejarse envolver por una prosa cuidada, profunda, que nos hace sentir, que nos transporta. Una novela de la que, cuando entendemos todo, nos enamoramos sin remedio. Con lo complicado que es hoy día ser original en los planteamientos y en las tramas, Alex Landragin ha hecho un ejercicio sublime de literatura. Solo me resta deciros que, si podéis y tenéis ocasión, os dejéis llevar por Cruces. Quizá la próxima vez que alguien os mire a los ojos intensamente, comprendáis que es posible que ese alguien os esté buscando desde hace mucho, mucho tiempo.
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