jueves, 27 de octubre de 2016

ENTREVISTA A ROSARIO RARO



Llegué a Rosario Raro y a Volver a Canfranc gracias a una buena amiga: Carmina, del blog De tinta en vena. Sin referencias previas y sin saber nada del contenido, me enamoré de la portada del libro. Como ya conté en la reseña, conocí la estación de Canfranc años atrás, cuando estaba perdida en un mar de abandono y, a pesar de ello, impresionaba mirarla como impresiona ver una nave desarbolada varada en la orilla tras una batalla. Conocía pequeños detalles de lo que allí sucedió tras la Segunda Guerra Mundial y Rosario supo dibujármelos con mejor precisión. Pero sobre todo me trajo personajes de los que llegan, como Durandarte, ese antihéroe capaz de derretir el Polo Sur con una mirada. O será que me pierden ese tipo de arquetipos, por mucho que lo sean.

Ahora, con una nueva novela en puertas y el proyecto cierto de llevar a la pantalla Volver a Canfranc, me he permitido abusar de su generosidad y de la amabilidad que siempre tiene conmigo para preguntarle algunas de las cosas que, por falta de tiempo, no pude plantearle en su visita relámpago a Madrid. Y el resultado os lo dejo a continuación. Mis expectativas se han superado con creces porque las respuestas de Rosario han sido amplias, clarificadoras y brillantes, cosa que sólo puedo agradecerle de corazón.

Gracias también por facilitarme las fotografías y la nota biográfica que ha aparecido en la exposición “Nosaltres, les escriptores. Valencianes en el temps” celebrada en Valencia. Pero sobre todo gracias, Rosario, por hacerme este regalo y poner un punto de luz en mi blog. Suerte en todo lo que emprendas. Estaré siguiendo cada paso que des.

PEQUEÑA BIOGRAFÍA

 

Rosario Raro (Segorbe, 1971) es doctora en Filología con una tesis sobre las estrategias de escritura en internet titulada Los textos expandidos.Cursó un Posgrado en Comunicación Empresarial en la Universitat Jaume I y otro en Pedagogía en la Universidad de Valencia después de licenciarse allí. Estudió Técnicas de Escritura Creativa en la Universidad Mayor de San Marcos y la Pontificia Universidad Católica de Perú, país donde vivió durante una década.

Su obra ha sido traducida al catalán, al japonés y al francés y reconocida con numerosos premios literarios, tanto nacionales como internacionales. Entre ellos: Ciudad de Huelva, Cruzando Culturas de Mérida, Magda Portal del Ministerio de la Mujer de Perú, Ateneo Ciudad Galdós de Las Palmas de Gran Canaria, Igualdad de Aranda, Mujer Kimetz Elkartea de Ordizia, Tecnocuentos de RNE, Palabras de Mujer, etc. 

En 2009 fue una de las dos únicas españolas finalistas del concurso de escritura literaria Virtuality Caza de Letras en la UNAM de México y Alfaguara. Dirige desde su fundación en 2004 el Aula de Escritura Creativa de la Universitat Jaume I de Castellón e imparte cursos sobre esta materia para distintas instituciones tanto públicas como privadas. Ha editado las siguientes antologías con textos de sus alumnos de estos cursos en varias editoriales nacionales: Los excelentes,  Los relatores, Los intachables, Les llengües vespertines, Incorregibles,  Imprescindibles, Imperdibles e Ineludibles. Como autora ha participado en más de cincuenta obras literarias colectivas.

Con su novela Volver a Canfranc (Planeta, 2015) ha sido finalista de los premios de la crítica valenciana. Desde abril de 2015 hasta agosto de 2016 se vendieron seis ediciones de este libro. La productora Diagonal TV ha adquirido los derechos audiovisuales de la misma para su adaptación televisiva.

LA ENTREVISTA

 

¿Cómo has vivido el éxito de Volver a Canfranc? ¿Qué ha sido lo mejor y lo peor?
De todo esto para mí lo mejor ha sido la respuesta de los lectores, la conexión que he establecido con ellos, sus palabras por correo electrónico, por Facebook, por Twitter, por cualquiera de los medios a través de los que me han hecho llegar sus mensajes. A veces más de cien al día. El verdadero éxito de esta novela es que después de  año y medio se mantenga en las librerías, que sea, como dicen también, además de un bestseller,  un longseller.
En este momento ya vamos por la séptima edición, se han vendido cuatro ediciones completas del libro en tapa dura y tres más de bolsillo. Me consta que la tercera de este último formato también está a punto de agotarse. La novela ha sido finalista de los premios de la Crítica Valenciana, va a salir en breve en francés, y la editorial Planeta la va a llevar a la feria de Frankfurt, la feria del libro más importante del mundo. Y ya te puedo contar, y sabes que lo estaba deseando, que la productora Diagonal TV ha adquirido los derechos audiovisuales para convertirla en una serie de televisión.
A mis editoras les digo en broma que mi próximo libro se podría titular Cómo controlar la ansiedad porque en eso estoy desde que comenzó mi relación con Planeta allá por noviembre de 2013. Hay muchos tiempos de espera, de incertidumbre, de antesala antes de las que después son, por suerte, muy buenas noticias. El otro día decía Roger Domingo, el director de Ediciones Deusto, que la cualidad principal de un editor es la paciencia, yo creo que de un escritor también tiene que serlo. En este ámbito nuestro la precipitación queda encuadernada después y es indeleble. 

Háblame un poco de la Ruta Literaria por los escenarios de “Volver a Canfranc” ¿En qué consiste esta ruta? ¿Cómo y cuándo se organiza y quiénes pueden participar?
Se trata de vivir de otra manera el libro, de recorrer esos parajes esta vez en vez de con los ojos, con los pies, que como dicen de viajar, es otra forma de lectura.  Será exactamente dentro de un par de semanas, los días 29 y 30 de octubre. Ya está todo preparado.  Es decir, el vino del Somontano, las tortas de alma, las migas caseras, la ensalada aragonesa, los boliches de Embún, esa afamada legumbre, los segundos (platos) y la visita a la estación internacional, la gran dama dormida del Pirineo, como también se la ha llamado, reservada.  Estaremos también en A lurte, para que nos cuenten cómo fue la reforestación en el entorno de la estación, habrá  obsequios de recuerdo para todos los participantes,  un sorteo de regalos relacionados con Canfranc Estación, búsqueda de un tesoro libresco, nos haremos una fotografía de grupo y sabremos algo más de historia de la línea de ferrocarril Huesca—Canfranc gracias a dos expertos en trenes y en aquel lugar: Francisco Javier Uriarte Anoro, amigo del ferrocarril y nuestro y Fernando Martínez de Baños, teniente coronel de artillería y un erudito además, gran especialista en lo sucedido en Canfranc. Habrá también una visita al Coll de Ladrones y a la torreta de Fusileros. Recorreremos el paseo de Los Melancólicos como Durandarte y Belerma, también conocidos como Esteve y Jana. Y nos asomaremos al túnel de Somport. Además vendrá Jordi Bonamusa, que fue el ganador del sorteo del viaje a Canfranc. Toda la demás información está en esta página:


 ¿Por qué los nombres de Belerma y Durandarte, tan del romancero viejo?
Para mí una novela, o un relato es un sistema. Esto quiere decir que cualquier elemento introducido en él pasa a significar, a cobrar significado. Por tanto, los nombres son un recurso demasiado potente para no utilizarlo en ese sentido. Creo que la manera en que se llaman los personajes nunca tendría que ser accidental. Cuando sucede así al lector le resulta más fácil perderse porque no los relaciona con nada.
En el caso de Jana Belerma y Esteve Durandarte sus apellidos remiten, como tú dices, al Romancero Viejo, tiene, por tanto, una larga tradición. En algún sitio leí que Durandarte simbolizaba la espada de Carlomagno, otros dicen que era el nombre de la espada de Roldán, el del Cantar, no otro más reciente, y me dejé llevar (muy instintivamente) por ese simbolismo, por la imagen del bandolero que vive como un outsider, que tiene su propio sentido de la justicia… Creo que a ambas es el personaje que más nos gusta. Tiene varias caras y esto no hace que resulte falso sino precisamente lo contrario: más completo.
Hay ciertos paralelismos con los textos del siglo XVI, ambos personajes se conocen durante un tiempo y después él tiene que marchar a la guerra. Ya no continúo porque tal vez en el final no coincidan. Siempre que se recrea creo que también hay que reinterpretar, el contexto al ser otro hace que las acciones sean al menos en apariencia, nuevas.
Y ambos reaparecen en el capítulo XXIII del Quijote, el de la cueva de Montesinos. Son además muy eufónicos, suenan rotundos, con potencia y todo eso y su historia me gustó para bautizar a dos de los héroes. 

En el dibujo de los personajes ¿te basas, aunque sea mínimamente, en personas conocidas o planificas al detalle cómo son y cómo sienten, cómo evolucionan a lo largo de la novela?
Creo que el desafío con el que siempre nos encontramos es el que describe el mito de Prometeo como el fuego de los dioses, es decir, ser capaces de insuflarles vida a los personajes que el lector crea que han existido realmente, cualquier cosa que se entienda por “existir realmente”.
Unamuno elogiaba lo que de contradictorio hay en el ser humano, todos tenemos conductas en las que, como se dice, nos desconocemos pero tanto a la hora de la escritura, como en la vida, tenemos que tender hacia la coherencia. Inevitablemente nos marcan las circunstancias, en el caso del contexto histórico en el que se desarrolla Volver a Canfranc, como sucede en cualquier guerra, se ven los peores comportamientos de la raza humana pero también los mejores.
Creo que las personas más interesantes son aquellas que viven hacia afuera, para los demás, a los que anteponen a ellos mismos, y los menos, en el extremo opuesto, los ensimismados, los individualistas, los, que en último extremo, solo piensan en sí mismos.

De la multitud de historias de personas, anónimas y más famosas, que debiste conocer al documentarte sobre la vía de escape que suponía la estación de Canfranc ¿hay alguna que te emocionase especialmente?
Sí, las de las personas que antepusieron su humanidad a la obediencia de las órdenes de sus superiores, a riesgo de perder la vida. Con ese comportamiento muestran que la coherencia y la justicia son posibles, que no hay excusas.
Como se dice en la novela: “Solo tenemos una vida, pero con ella podemos salvar muchas”.


¿Cómo es el proceso de escritura para ti? ¿Lo planificas todo perfectamente antes de ponerte a escribir o te vas permitiendo cierta libertad para dejar algunas puertas abiertas por las que ir añadiendo ideas que te surjan?
Para mí escribir es un trabajo sobre todo mental, plasmarlo después sobre el papel o en el procesador de textos es para mí transcribir. Eso sí, antes dibujo mapas mentales, lo ordeno todo en esquemas, en cuadrículas, en escaletas, utilizo cualquier medio que me sirva de ancla para la memoria.
Creo, por todo esto que te digo, que además es combinable por dejar algunas puertas abiertas, conforme se avanza en la escritura se ve cómo algunas cosas que parecían diseminadas, desconectadas encajan. Como si su función desde el principio fuera esa. A veces, el placer también está en dejarse llevar.
Y hay una frase de Joan Miró que me gusta mucho, decía: “Cuando más trabajo es cuando no trabajo”. A mí me sucede igual, creo situaciones cuando conduzco, cuando llevo a cabo tareas manuales de cualquier tipo, cuando paseo, y después, el acto de escribir para mí es solo plasmarlo en un documento de Word porque ya lo tengo todo en la cabeza, solo tengo que cambiar el estado de ese material, consignarlo en un soporte físico para que tome “corporeidad”.

¿Cómo compatibilizas tu vida laboral, tan intensa, con la escritura? ¿Cuáles son tus rutinas a la hora de escribir?
Escribo a primera hora de la mañana, cuanto más temprano mejor. Así, el resto del día lo dedico a ser una persona “normal”, es decir, a vivir mis otras siete vidas simultáneas. Lo único que me resulta imprescindible para escribir es la soledad y el silencio. Tampoco puedo escribir contra una pared. Si el ordenador está conectado a Internet, mejor. De esta forma, es como tener varias ventanas enfrente, además de la física, la terraza, el balcón, etc. También escribo mucho en los viajes. Sobre todo para cumplir con los plazos. La prisa me estimula, pero después, antes de enviar algo lo tengo que revisar muchísimas veces.


Los premios, sean cuales sean ¿ayudan en la carrera de un escritor o le marcan un listón alto que le puede asustar para escribir sus siguientes obras? En tu experiencia ¿cómo influye un éxito editorial, sea o no con un premio, a la hora de planificar futuras novelas?
Siempre siempre les recomiendo a mis alumnos del taller de escritura creativa de la Universitat Jaume I que se presenten a premios literarios. No es cierto que estén todos amañados. Yo he sido jurado de algunos con una dotación económica altísima y nadie me ha dicho lo que tenía que opinar, valorar, etc. Nadie se ha dirigido a mí durante el proceso de deliberación. Me he sentido completamente libre.
Además la vía de acceso a algunas editoriales es a través de los premios que organizan. Es su forma de seleccionar autores.
Su verdadero valor reside en que son otras personas, que no nos conocen de nada, quienes opinan sobre nuestro trabajo.
Y sí, influye mucho en la forma de escritura. Y además considero que de manera muy positiva porque te aleja sobre todo de eso que podríamos llamar escritura de autoconsumo, es decir, aquello que tendríamos que escribir solo para nosotros mismos. 

Estás inmersa ahora en lo que será tu próxima novela. ¿Qué puedes anticiparme de ella y de su temática? ¿También te está exigiendo un fuerte trabajo de investigación?
Sí, de nuevo me he documentado hasta la obsesión y la extenuación, pero creo que después eso se nota porque el resultado es que el lector se siente allí en vez de sentir que le hablan de algo que sucedió en otro tiempo y en otro lugar.
Trata sobre la falta de escrúpulos, sobre la codicia criminal que lleva a cobrarse vidas humanas sin contemplaciones para aumentar los beneficios empresariales. Por el propio cariz de la historia esta vez tiene unos tintes bastante más negros. 

Blogueros, lectores, clubes de lectura… ¿qué te aportan? ¿Cuál crees que es su importancia en un mundo editorial con tantos títulos publicados anualmente?
Yo hice mi tesis doctoral sobre los blogs literarios y la forma de la escritura en internet. Podría contarte muchísimas cosas después de tantos años de análisis. Para escribirla aún tardé bastante más que para escribir la novela: unos ocho años de trabajo prácticamente ininterrumpido resumidos aquí:
Para mí la función de los blogs literarios es sobre todo la democratización, el acceso a la cultura de muchas más personas, que ya no existan solo los prescriptores culturales en algunos medios como habas contadas sino que los lectores tengan la oportunidad de obtener referencias sobre un libro de otros lectores, además más imparciales. Su labor de filtro es innegable. Un club de lectura sería, de alguna manera, una puesta en escena, de la actividad que se lleva a cabo en un blog. Se presenta un libro, se comenta por parte del autor/administrador y después las demás personas que se acercan a él lo comentan. La diferencia: que en los encuentros no virtuales muchas veces hay merienda J

¿De dónde surgió la idea de “Volver a Canfranc”? ¿Cuál fue el punto de partida?
Pues todo surgió de ese edificio magnético con una belleza que da escalofríos y además de fuera a dentro. La primera imagen de la estación la vi en un libro publicado en Versalles que se titula Lugares abandonados.  En cuanto a su tránsito ferroviario hacia Francia ese es su estado. Este lugar llego a convertirse en una obsesión, vi miles de fotografías, leí cientos de artículos, busqué documentales, programas de radio, pero tengo muy claro que el detonante, lo que me llevó a escribir la novela fue la visita guiada por las instalaciones que organiza la oficina de turismo de Canfranc. Después de atravesar el túnel por el que se accede me quedé maravillada por la manera en que el tiempo y sus historias se habían quedado allí entre sus muros. Salí de ella completamente sugestionada.

El libro lleva una tarea de documentación realmente importante. ¿Cuánto tiempo necesitaste para recopilarla? ¿Te llegaron documentos o datos después de haber empezado a escribir que quisiste incluir?
Tardé en escribirla unos cuatro años. Me serví además de lo que te decía en la primera pregunta de las hemerotecas digitalizadas de algunos periódicos y de los numerosísimos documentales sobre la Segunda Guerra Mundial que se emitieron sobre todo en la 2, ese reducto de la televisión, a propósito de la conmemoración del setenta y cinco aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial.
También había leído novelas como Suite francesa de Irène Némirovsky. Su autora murió en Auschwitz y el manuscrito que contenía esta obra apareció en una maleta que sus hijas conservaron durante sesenta años. No se publicó hasta 2004. Se escribió simultáneamente a cuando sucedían estos hechos: la convivencia de los militares alemanes con los ciudadanos franceses en la zona ocupada del país. Mientras escribía también leí La caja de música de la autora norteamericana Deborah Chiel aunque la historia se conoce más por la magnífica adaptación cinematográfica que hizo Costa—Gavras. En ella una hija descubre que su padre, un húngaro afincado en EEUU, fue un criminal de guerra. La decisión de Sophie escrita por el también estadounidense William Styron y que relata un dilema tan cruel para una madre que creo que su argumento se nos ha quedado grabado a todos. Me he extendido tanto para decir algo que podría haberte dicho, Yolanda, en una línea, que estoy convencida de que para escribir literatura la documentación tiene que ser mixta: historia y ficción combinadas, como en el resultado.
Respecto a lo segundo que me preguntas así fue. Algunas de las mejores historias me las han contado las personas que en las presentaciones, ferias, clubs de lectura, etc. vinieron a que les firmara el libro. He notado que se emocionaban al tener el libro entre las manos, como si con ese gesto abrazaran la estación y a alguien de su familia ya desaparecido.


¿Cuál crees que es el motivo por el que episodios tan apasionantes de la historia de España, como los que narras en Volver a Canfranc, son perfectos desconocidos?
Si lo oponemos al  caso de la guerra de España, en el que sí que hay muchísimo material porque es un tema inevitablemente presente, en el caso de las historias en torno a la Segunda Guerra Mundial aquí es más escaso. Yo creo que la razón se halla en que no se trató de un conflicto generalizado, es decir, España oficialmente no participó, aunque jugó un papel determinante. Se localizaron los hechos en territorios concretos como La Jacetania, Madrid, con toda la cuestión de los espías del Embassy, en San Sebastián o en lugares extra peninsulares como el Tánger y Tetuán que aparecen en El tiempo entre costuras. España es un tema inacabable. Cuando comencé a escribir Volver a Canfranc no me planteé que en el 2015 se cumplía el 70 aniversario del final de la II Guerra Mundial, ni muchas otras cosas que después han demostrado que era un momento muy oportuno para contar esta historia. Mi única intención era compartir unos hechos que a mí me habían emocionado y quería ver si en los lectores surtían el mismo efecto.
Creo que quienes escribimos tenemos un compromiso social ineludible, una labor de rescate imposible de obviar, que nos debe conducir a poner el foco sobre aquello que se quiere silenciar; a arrojar luz sobre sucesos que a muchos no les conviene que se aireen y que por ende, a otros muchos les encantará saber de ellos.

13 comentarios:

  1. Estupenda entrevista Yolanda. Me ha gustado mucho la pregunta sobre los nombres de los dos protagonistas principales, cuando leí la novela yo también me pregunté porque elegiría la autora esos nombres con sabor añejo, pero con mucho encanto.
    Besos

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    1. Gracias, Inés. Lo de los nombres me pareció muy curioso desde el principio. Además de antiguos son rotundos, muy bonitos. Un beso.

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  2. Qué maravillosa entrevista Yolanda! Debió ser un auténtico disfrute tener a Rosario enfrente y poderle preguntar todas esas cosas, poder captar sus matices emocionales hablando de su obra... Qué bonita novela. Bueno, ya sabes que tu y yo formamos el Club Durandarte Oficial, muy interesante lo del nombre. Por cierto, cuando la lleven a la pantalla deberían hacernos directoras de casting. A ver a quién elegimos para ese papel de bandolero tan aventurero, bonito y carismático. Y el final de la novela? Para morirse de emoción.
    Yolanda, a por más entrevistas, y felicidades. Besos. Concha

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    1. En realidad ha sido un encuentro virtual, querida Concha, pero tenemos pendiente la real. Y sí, tú y yo de directoras de casting para el papel de Durandarte. Gracias por estar siempre ahí. Un beso.

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  3. Amore.... que te veo como colaboradora en un programa de TV en prime time!!!!!!!!!

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    1. El mérito es de la entrevistada, que me ha dado todas las facilidades. Besitos

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  4. Me ha encantado la entrevista!. Que suerte esos encuentros con escritores en los que puedes preguntarles todo lo que estas deseando saber..
    Besinos.

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    1. Y si además el escritor en cuestión pone facilidades, el regalo es doble. En este caso ha sido una gozada aunque se haya quedado en virtual a la espera de mejores fechas. Besos!!

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  5. Qué bien que además de conocer a la entrevistadora conozco también a las comentaristas. Nos ha quedado como si hubiéramos estado frente a frente. Espero que llegue pronto nuestro encuentro bloguero, Yolanda, Concha, Inés. Gracias a todas.
    Gracias además, Yolanda, por estas dos frases en concreto:
    sobre la estación "impresionaba mirarla como impresiona ver una nave desarbolada varada en la orilla tras una batalla". Y sobre Durandarte: "ese antihéroe capaz de derretir el Polo Sur con una mirada". Me han encantado. Esas y todas las demás. Hasta la próxima.

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    1. Gracias a ti, querida Ro, por todo. Quedamos a la espera de ese encuentro con charla y mojitos buscando a Durandarte entre los que pasen por allí.

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  6. Me he detenido a leerte Tienes un blog distinto diferente
    gracias por compartir

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  7. Qué pequeño trozo de la historia a la vez tan importante e intenso y tratado con tanto mimo , un lugar abandonado ahora cobra vida de nuevo .Me ha encantado la entrevista , trasmite la emoción de la autora por su obra , enhorabuena !

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