lunes, 13 de junio de 2016

ESPERANDO AL REY de José María Pérez Peridis

Esta reseña participa en la Yincana Histórica en el apartado "La acción transcurre desde la prehistoria al siglo XII"

Qué complicado me resulta escribir esta reseña. He de reconoceros, aunque parezca de perogrullo, que siempre me es más sencillo escribir sobre libros que no me gustan porque los argumentos me van saliendo solos a medida que leo. Generalmente, cuando es al contrario, cuando una lectura me encanta y me envuelve, es como si se me quedase dentro. La siento y la disfruto pero me cuesta más ponerme a escribir lo que me ha parecido, quizás por eso mis reseñas son "particulares" en ese sentido; creo que las cargo mucho de sensaciones propias. 

Decía que me resulta complicado escribir sobre este libro porque Peridis me cae especialmente bien, tanto por su trayectoria como por su amor al arte con mayúsculas. Me he pasado horas embelesada con la serie de programas que hizo para televisión, "Las claves del románico", casi respirando los lugares, iglesias y los pedazos de historia que contaba. Pero después de pelearme conmigo misma durante días he decidido que, a pesar de todo, tengo que contar lo que me ha parecido. Y no sólo me he peleado conmigo, me he peleado con el libro desde que lo empecé porque lo hice con unas ganas tremendas y a las pocas páginas me desesperé. Ha sido uno de los pocos libros que he tenido en la mesilla, en la mesa del salón, que me he llevado en el transporte público... y cada vez que pensaba en ponerme con él me echaba para atrás. Me suponía un trabajo enorme, no un placer. 

Para alguien enamorada de la historia, como yo, encontrar una novela enmarcada en el siglo XII, cuando todos los reinos de la península estaban disgregados, era una alegría. Las luchas de poder, las intrigas, las divisiones de territorios, las inquinas e incluso asesinatos entre posibles herederos o candidatos al trono estaban a la orden del día. Es una época poco conocida pero apasionante y creí que era una gran oportunidad para dar a conocer más sobre ella. Pero, por desgracia, nada más lejos de lo que esperaba encontrar. Y espero poder explicarme bien en esta reseña y hacerlo con la claridad que el autor y su obra merecen.

EL AUTOR: JOSÉ MARÍA PÉREZ "PERIDIS"


 Arquitecto, dibujante y humorista Peridis nació en Cabezón de Liébana, Cantabria, en 1941 aunque desde muy pequeño está vinculado a la localidad de Aguilar de Campoo. Allí ha llevado a cabo casi la totalidad de su proyecto profesional y personal especialmente impulsando la Fundación Santa María la Real, un centro de estudios sobre el románico español. Ya a finales de los 70 constituyó la Asociación de Amigos de dicho monasterio de Santa María la Real y gracias a ello se consiguió que empezasen los programas de escuelas taller para restaurarlo. Esta iniciativa
se extendió por toda España y ha acabado instaurándose en Latinoamérica y algunas naciones africanas como acicate para el aprendizaje de oficios. 

Una de sus obras más importantes es la Enciclopedia del Románico en la Península Ibérica, en la que recoge un estudio detallado de todos los edifcios e iglesias de este estilo y lo hace de un modo dicáctico pero muy ameno.Su trabajo como arquitecto no le ha impedido colaborar con otras iniciativas culturales relacionadas con museos y catedrales o monasterios. En su trabajo como humorista gráfico, crea una tira diaria para El País y en televisión grabó tres temporadas de la fantástica serie "Las claves del románico" y más recientemente "La luz y el misterio de las catedrales". Ambas inspiraron libros divulgativos editados por Espasa con unas ediciones maravillosas.

Su primera novela, "Esperando al rey", consiguió ganar el premio Alfonso X de Novela Histórica en 2014. Este año ha publicado "La maldición de la reina Leonor", ambientada en la misma época que la anterior.

UN PEQUEÑO RESUMEN


En 1155, en Valladolid, el rey Alfonso VII reune a su corte para comunicar una noticia trascendental: cuando él fallezca su reino no irá a parar a manos de su hijo mayor, como es lo habitual, sino que lo dividirá en dos. Sancho, el promogénito, de carácter más tranquilo y reflexivo, heredará Castilla y Fernando, el menor, más impulsivo y poco dado a pensar las cosas dos veces, se quedará con la corona de León.

Esta decisión hace tambalear los cimientos de la corte y también provocará


que los nobles y familias notables comiencen a tejer redes de adhesión a un rey o a otro, tratando, incluso, de buscar la caída del contrario para hacerse con la integridad del territorio. Alrededor de los dos reyes, partidarios y detractores también mueven sus piezas intentando medrar o conseguir tierras y parabienes. Seguiremos en la trama, la mayor parte de las veces, las vicisitudes personales de algunas familias nobles así como las intrigas que se producen, sobre todo, a raiz de la muerte del rey Sancho, que deja un heredero de apenas tres años.

Criar y educar a ese heredero va a ser una tarea complicada encargada a personas de confianza del rey fallecido y sobre todo, es prioritario protegerle de posibles atentados de partidarios de Fernando. Fernando, a su vez, se ve inmerso en guerras de frontera con tropas árabes en una época convulsa y complicada y su carácter, demasiado temerario e impulsivo, no ayuda.

EXPLICANDO MIS MOTIVOS

 

A priori el tema era apasionante. Una época quizá de las más desconocidas de nuestra historia, cuando aun los reinos de la península estaban separados. Una época llena de guerras, de asesinatos por poder, de intrigas, de matrimonios concertados en los que las mujeres eran moneda de cambio para conseguir tronos, tierras o dinero. En la novela algunas de esas mujeres cobran protagonismo de forma importante pero, sinceramente, me parece que no están nada bien retratadas psicológicamente. Lo cierto es que ninguno de los personajes lo está y eso me ha causado, aparte de la decepción, un profundo enfado, no lo he podido evitar. 

El problema básico, y voy a decirlo sin paños calientes, es que Peridis demuestra una falta de oficio como escritor clamorosa. No niego que haya sido un trabajazo para él, pero es desesperante ir página tras página descubriendo saltos imposibles en la narración, ausencia de lógica al hilar unas escenas con otras, diálogos tan acartonados que chirrían por todas partes, escenas de acción descritas sin tempo, sin intensidad, casi de forma infantil... Después os podré algunos ejemplos para que podáis haceros una idea. Tampoco son lógicas la mayoría de las reacciones de los protagonistas ni muchas de las cosas que les pasan, sobre todo en el tema de las relaciones entre hombres y mujeres, cosa que detallaré ahora.

Es cierto que el tema del sexo en esa época es bastante desconocido. Las mujeres eran casadas por intereses concretos, sobre todo las de familias nobles, y su "pureza" hasta el momento de la boda era conservada con celo. Después... bueno, ya se sabe lo que el dicho mantiene: la mujer del César no sólo debe ser honesta sino parecerlo, aunque con los maridos en continuas batallas y meses y meses fuera de casa seguramente buscarían otros entretenimientos. Sin embargo en esta novela desde muy tempranas edades las mujeres se permiten retozar a su antojo (cosa que a mí me parece genial pero que en este caso suena muy, muy raro), quedarse embarazadas a la primera de cambio o mostrarse abiertamente disponibles. Incluso una de las protagonistas principales, hija de un noble de gran calado, permite que un crío de trece años se tome libertades muy íntimas en su cama. Aun cuando ese crío posteriormente fuese a convertirse en el rey Fernando, permitirle esas cosas no es lógico. Como tampoco lo es que a quienes se lo cuenta no le afeen la conducta y todo parezca nada más que una travesura. 

Desde el principio es evidente que la narración de las escenas de acción no es el fuerte del autor. Casi al principio de la novela, en un momento en que algunos protagonistas se hallan en Santiago de Compostela, visitando las obras de lo que después sería la nueva cubierta y el Pórtico de la Gloria, el aun príncipe Fernando trata de hacerse el "machito" ante la concurrencia y se pone a andar por los tejados sin protección alguna. Curiosamente es el históricamente famosísimo Maestro Mateo quién les guía (y aprovecha para, en esos días, disfrutar de la compañía nocturna de una de las damitas, apenas adolescente, que es verle y ponerse con las hormonas disparadas, buscando su cama... increíble) y el que se ve obligado a salvar la vida del príncipe. He aquí un pedacito de lo que podemos leer:

"Mateo no lo dudó dos veces, salió corriendo tras él y como tenía el calzado apropiado y andaba por los tejados como un gato, después de unas cuantas zancadas, aun a riesgo de ser arrastrado, consiguió agarrar al príncipe por un brazo y evitó que se precipitara al vacío. El regreso no estuvo exento de peligros porque el príncipe estaba agarrotado y Mateo, caminando a gatas, tuvo que subirle arrastrándole sobre las lajas"  

¿Dónde está aquí la tensión por el momento de pánico, por el peligro cierto? Todo es lineal, no hay un ápice de intensidad. Y como este ejemplo la novela está plagada de ellos. Incluso en escenas de batallas, de luchas con animales, de enfrentamientos dialécticos... todo sigue en esa línea plana en la que, por mucho que lo intentas, no puedes sumergirte en la acción porque la acción no está ni te llama a que la sigas. Quizá la palabra sea tedio. A nivel personal no me gusta que cuando algo puede resultar apasionante, el modo en que está contado lo convierte en un páramo

 Otra cosa que me ha llamado poderosamente la atención son las incongruencias y la mala resolución de ciertas escenas. En un determinado momento uno de los protagonistas intenta violar a una de las damas (de nuevo contado de tal manera que parece que lo está haciendo de una aburrida noticia económica) y la esposa del agresor descubre la escena a la luz de la vela que porta. No reacciona, no se muestra horrorizada, sólo se acerca a mirar y entonces... 

"Al inclinarse Constanza, la ardiente cera cayó en chorretones sobre la espalda del agresor que, pensando que era atacado por un espectro, huyó despavorido del aposento, se vistió de mala manera, despertó a sus leales y salió galopando del castillo..."

La verdad, no le veo la lógica ni la verosimilitud por ninguna parte, es como si muchas escenas y hechos se hubieran contado con retales.

Los saltos en la narración son continuos al igual que de unas escenas a otras, pero no están hilados, son tan simples que parecen hechos a la carrera. Son abundantes las ocasiones en que algunos de los protagonistas llegan a un lugar o están en algún sitio concreto, pasan cuatro cosas deslabazadas, sin demasiado orden ni concierto, y, sin más, sucede algo que no tiene nada que ver con lo que estamos leyendo y todo cambia de golpe, sin solución de continuidad. La trama se embarulla en muchos momentos ya que no acaba de determinar dónde están los personajes ni si ha pasado mucho tiempo o poco desde la escena anterior por lo que a veces tardas en centrarte y en saber dónde estamos y con quién.

Quizá lo peor de todo sean dos cosas: los diálogos y la caracterización de los personajes. Respecto a los diálogos, carecen por completo de naturalidad. Están acartonados, son rígidos, poco realistas. Nadie, ni siquiera en aquella época, hablaría así habitualmente, por no mencionar ya las situaciónes más tensas o románticas. Es como si los personajes se limitasen a seguir un guión y nada hay en ellos que muestre empatía, intensidad, pena, dolor, pasión. Incluso en situaciones supuestamente traumáticas las palabras de los personajes están tan fuera de lugar que no sabes si echarte a reir o, lamentándolo mucho, lanzar el libro por la ventana. Un ejemplo claro. Tras una soberbia paliza, dos novicios son atados a un árbol y allí les dejan, malheridos y sin fuerzas para nada. Cualquiera, si escuchase a alguien que pasa cerca, pediría, como mucho, socorro. Pero ellos sueltan un discurso:

"¡Socorrednos, por el amor de Dios, que estamos a punto de perecer devorados por los buitres! Han sido los de Castro para vengarse. Pero también han pasado de largo muchos viajeros. La mayor parte ni siquiera nos oían, pero otros en cuanto nos divisaban escapaban corriendo..."

Y sigue así un rato largo. Ganas me dieron en ese momento de dejar de leer y meter el libro en el rincón más apartado de mi estantería, pero la maldición de no poder dejar un libro a medias se impuso de nuevo. 


Luego está lo que mencionaba de la caracterización de los personajes. Mal definidos, sin apenas descripciones de los mismos, sin detallar su personalidad excepto en contadas ocasiones y, en esos casos, abundan los estereotipos. Tampoco son creíbles en su mayoría. Los "malos" lo son tanto que a veces con una pura parodia, como los Castro, que pasan de estar manteniendo una conversación más o menos normal a amenazar con cortar el cuello a un perro sin que sepamos en qué momento han perdido así el norte. Y los "buenos", entre que sus reacciones no tienen nada de realistas ni de normales, y que a veces se comportan de modo que parece que han de cuadrar en lo que está contando el autor, no acaban de caer bien. Muchas veces he tenido la sensación de que Peridis creaba la escena y luego ya colocaba los personajes y les hacía decir algo, de ahí esa falta de naturalidad.

Algunas de las cosas que dicen o las frases que se cruzan tampoco son, lo que se dice, lógicas. Por poner dos breves ejemplos. Uno de los nobles protagonistas, en su lecho de muerte, habla con su hija. Agoniza y trata de aconsejarla. Ella es la esposa de otro noble de gran alcurnia pero el rey Fernando siempre se ha sentido atraído por ella a pesar de ser un impresentable y primo carnal. Y, como en un mal chiste, va el padre y le suelta:

"Sólo debes aceptar casarte con Fernando si algún día te quedaras viuda, pero la dispensa no creo que ni el cardenal Jacinto pueda concederla (...) Eso sí, que no se le ocurra a Fernando matar a Nuño para dejarte viuda ni tú se lo consientas"

 A ver si lo he entendido: no pueden obtener dispensa por su grado de consanguinidad pero a pesar de ello el padre le dice que si se queda viuda, bueno, que vale... Caramba con los consejos paternos.

Claro que peor es el caso del niño de tres años heredero del rey Sancho. Recordadlo bien: tiene tres años. Y cuando van a verle unos nobles a presentarle sus respetos, la criaturita dice como si tal cosa:

 "Pasad, señores míos, que me siento muy honrado de vuestra visita. ¿Verdad que la cuesta para subir al castillo es muy empinada para los caballos?"


CONCLUSIONES FINALES 

Esta novela, "Esperando al rey", ha sido galardonada con el premio Alfonso X el Sabio de Novela Histórica el pasado 2014.Y lo que pensaba mientras la leía es que es otro caso palmario de premio dado por el nombre del autor. No niego, nunca lo he hecho, que Peridis se haya documentado y que conozca la época perfectamente pero es evidente que lo de escribir ficción no es lo suyo. Y lo digo desde el respeto másprofundo a su persona y a su trayectoria, una cosa no quita la otra. Se puede ser un auténtico experto en un campo y, al mismo tiempo, no saber plasmarlo.

Mi decepción se debe tanto a esa falta de oficio, a las evidentes carencias que demuestra el autor a la hora de elaborar una narración fluida e interesante, como a que es imposible mantener esa atención constante de las novelas que te atrapan. Saltos constantes, escenas que acaban de modo intempestivo, falta de datos acerca del tiempo transcurrido, personajes completamente planos, sin personalidad, con los que no empatizas ni aprecias... El punto de partida es genial pero Peridis no ha sabido, en absoluto, contar las cosas. Y creedme que lamento mucho decir algo así por las razones que os decía al principio y por lo bien que sabe transmitir los datos históricos cuando lo hace hablando; por escrito es muy diferente. 
 
Es su primera novela y se nota.Tiene las carencias típicas de quién acaba de empezar en la narrativa y he terminado con una sensación muy extraña. A veces parece escrita como literatura juvenil. Otras veces intenta dar una sensación de mucha seriedad pero se queda lamentablemente corto. En los diálogos es cuando más se manifiesta, al igual que en las escenas que supuestamente son de acción y quedan, sintiéndolo mucho, pueriles y sin fondo. Incluso he llegado a enfadarme mucho. Todo ello me ha llevado a que sea una lectura árida y pesada, que jamás me apetecía retomar... y me apena profundamente.

No puedo recomendar este libro, ni siquiera para los muy amantes de la novela histórica. La época es apasionante pero la novela es agotadora. Demasiados puntos en contra, me temo. Ahora bien, como para los gustos se hicieron los colores, puede que alguno de vosotros la leais y os guste. Me encantaría compartir pareceres. 


13 comentarios:

  1. Tu reseña lo que destila es envidia y poca credibilidad porque con los conocimientos que tiene Peridis puede escribir diez novelas todas igual de buenas que esta. No tienes ni idea y si mucha maldad para atacar a un escritor tan reconocido.

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    1. ¿Peridis no era un lateral derecho del Olympiakos?

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    2. Me pone enferma la gente que, desde el anonimato, cuestiona la credibilidad de alguien. A ver, chiquitín, la trayectoria de Peridis como escritor es más corta que la muleta de un cocodrilo; de hecho, esta es su ópera prima.

      Por otro lado, nadie le quita el mérito en lo suyo (arquitecto, dibujante y humorista), pero ficcionar no es fácil y no aburrir un mérito.

      Por otro lado, la reseña es impecable, porque aparte de dar su punto de vista, se argumenta hasta la saciedad los motivos por los que la novela no ha llegado a gustarle a quien ha escrito la reseña. ¿Te parece poco? Así que si quieres cuestionar la credibilidad de las reseñas, date un paseo por la blogosfera, que las encontrarás a espuertas.

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    3. Con todos los blogs que hay no hace falta que te pases por éste, gracias. Al menos intento explicar y justificar mi crítica y no me amparo en el anonimato.

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  2. poca comprensión lectora por parte del "anónimo " que no entiende ni atiende a algo muy claro que es el epígrafe de "explicando mis motivos " y como tales son absolutamente personales , respetables y deseables . Y poca categoría y de muy cobardes es el esconderse bajo "anónimo " para soltar tres chorradas sin mas fundamento que pretender atacar ( objetivo no cumplido , se siente , "anónimo ", si no le gusta , no se emberrinche , sea persona adulta y exponga sus motivos , que todo es "debatible " pero no se esconda ni sea pueril)

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    1. Fíjate que yo pensaba que este tipo de "elementos" los había dejado atrás. Debe ser que los atraigo. Qué penita.

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  3. Vaya, pues sí que la época parece interesante y es una pena que Peridis no haya sabido sacarle partido. Me meo con los anónimos, en todas partes los hay que se ponen a soltar mierda a diestro y siniestro sin decir quiénes son, ni por supuesto razonando. De qué me sonará...

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  5. Yo también leí en su día, hace ya tiempo, esta novela y ne defraudó a mas no poder.
    No hace mucho que estas en la blogosfera con tu propio blog, pero había leido tus reseñas antes, en el blog Negro sobre Blanco y tengo que decirte que estoy totalmente de acuerdo contigo y, ademas me parece que tiene mucho mérito dar, así tan a las claras, tu opinión, pues a la hora de pasar por las librerías, es necesario que vayamos con las ideas claras, al menos es por lo que yo sigo los blog's (que sigo) ya que los libros, sean buenos o malos, a mi no me los regalan y no me importa pagar el precio de una novela, cuando es buena, pero si te encuentras con una mala novela, por la que has pagado una pasta gansa te acuerdas de la familia del autor, y de el/la bloguer@ de turno, a el/la que como las editoriales les regalan los libros tiene que hacer una buena reseña de la mierda-novela de turno.

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    1. Gracias por leerme y por tus palabras. Me alegra que estemos de acuerdo, creo que este es un caso palmario de premio concedido por el nombre del autor. Yo me enfadé mucho al leerlo, porque además es un libro caro, con una edición maravillosa pero que no responde a las expectativas ni tiene un mínimo de calidad. Sé que hay blogs que lo pusieron por las nubes, con mucha vaselina y palmadita, pero creo que hay que ser honestos y decir lo que se piensa. De forma educada, pero decirlo.

      La "maldición" de los blogs a los que regalan libros cada semana es que se creen que todo es buenísimo, con la clara idea de no perder sus privilegios. Lo cierto es que no me los creo. A mí en ocasiones me han regalado algún libro, en presentaciones o por deferencia de algún autor, pero procuro siempre ser sincera en mis opiniones. En general los libros me los compro o me los regalan en fechas especiales, me encantan los libros. Pero también me gustaría que mi blog tuviese como seña de identidad la honestidad y el criterio propio. Quizá no tenga centenares de seguidores, pero a mí me encantáis. Un beso fuerte.

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  6. Estuve tentada de hacerme con esta novela, por el periodo historico en el que transcurre, pero como ya había leído El Castillo con el mismo rey como protagonista, pensé en dejar descansar el periodo y la verdad veo que hice bien, porque ahora es cuando no me voy a acercar a él porque yo hace años que no sufro la maldición de dejar un libro a medias y lo hubiera tirado por el balcon, así sin anestesia alguna, y es que si un libro es caro y tiene un premio como poco tiene que ser merecido y las opiniones que sobre él se viertan sinceras, en deferencia a esas personas que todos los meses ponen parte de su sueldo en cultura. Como siempre maravillosa reseña

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  7. Estuve tentada de hacerme con esta novela, por el periodo historico en el que transcurre, pero como ya había leído El Castillo con el mismo rey como protagonista, pensé en dejar descansar el periodo y la verdad veo que hice bien, porque ahora es cuando no me voy a acercar a él porque yo hace años que no sufro la maldición de dejar un libro a medias y lo hubiera tirado por el balcon, así sin anestesia alguna, y es que si un libro es caro y tiene un premio como poco tiene que ser merecido y las opiniones que sobre él se viertan sinceras, en deferencia a esas personas que todos los meses ponen parte de su sueldo en cultura. Como siempre maravillosa reseña

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