lunes, 24 de agosto de 2020

EL SONIDO DE TU CABELLO de Juan Ramón Biedma

Entrar en la literatura de Juan Ramón Biedma es peligrosamente adictivo, porque pocos autores son capaces, como él, de tener un universo propio en el que nos sumerge hasta dejarnos sin respiración. Catalogar sus libros es una tarea complicada, porque por sí mismos huyen de etiquetas aunque, en la novea que os traigo hoy, sí que hay una que destaca: El sonido de tu cabello es pura novela negra. Negrísima. Con personajes rotos de muchas maneras, una investigación policial, crímenes, una profunda carga de denuncia social y un desarrollo en espiral que va cogiendo velocidad hasta que estalla en los capítulos finales más angustiosos y tensos que he leído en mucho tiempo

En otros post de este blog dedicados al mismo autor he señalado el ambiente gótico que da a muchos de sus escritos, los toques sobrenaturales que en ocasiones jalonan sus tramas incluso cuando están en escenarios que parecen poco propicios para tales cosas. También su mirada descarnada hacia los más desheredados de nuestra sociedad, especialmente a los enfermos mentales, a quienes convierte en protagonistas que nos llevan de la mano a ese límite oscuro que cuesta mirar, pero que está ahí, mucho más cerca de lo que es cómodo pensar. 

El sonido de tu cabello, ganadora del XXI Premio Unicaja de Novela Fernando Quiñones, es, en mi opinión, la más "terrenal" de las novelas de Juan Ramón Biedma. Ha dejado muy al margen, casi haciéndolo imperceptible, lo sobrenatural y lo gotico para pegarnos una paliza de realidad brutal, desgranando un catálogo de males con los que convivimos y con los que somos capaces de convivir mientras estén lejos y no nos rocen. No nos interesan en la medida en que no los sufrimos. Puede que nos estremezcan como noticias en un periódico o en televisión, pero apartamos la vista y volvemos a nuestros quehaceres, a nuestra vida segura y tranquila. Pero nunca podemos saber si esa vida se nos va a torcer o si vamos a estar en un lugar equivocado en el peor momento y, entonces, quizá seamos nosotros los del periódico.

POLVO Y CENIZAS

En el barrio de Las Tres Mil Viviendas de Sevilla aparece el cadáver torturado y mutilado de una chica dentro de la iglesia evangélica. Al mando de la investigación queda la inspectora Perpetua Carrizo, una policía curtida y que conoce bien el terreno. A su vez, Set Santiago, un abogado de vuelta de todo y que, tras una estancia en la cárcel, se gana la vida en el turno de oficio y "gestionando" los cobros de un prestamista, es el encargado de la defensa del presunto asesino. Ello le lleva a conocer a Sacramento Montiel, Mento, la abogada que lleva la acusación particular y que está muy relacionada con asociaciones que tratan de alfabetizar y formar a los vecinos de Las Tres Mil. Y en las calles de Sevilla está ya de nuevo Luisa Orujo, recién salida de la prisión en la que estaba por el asesinato de un hombre que participó con ella en una misa negra, y que busca vengarse de quienes le rompieron la vida.

Estos son los puntos de partida de una historia cuya columna vertebral es eminentemente policiaca pero con una fuerte carga de realidad, mostrándonos muchos de los males y lacras de nuestra sociedad, esos que generalmente preferimos no mirar más que de refilón. El sonido de tu cabello, en este aspecto, es profundamente realista, poniéndonos delante de los ojos un retrato social de los más desfavorecidos, de aquellos que ni siquiera están en los censos de población, y de cómo se puede llegar al infierno por caminos muy diferentes, incluso los que parecen alfombrados y cómodos. Esa realidad que Juan Ramón Biedma nos retrata es desasosegante y terrible, pero quienes están allí se han acostumbrado a sobrevivir en ella. Lo que no hace es recrearse, no se ceba añadiendo detalles "gore" a la dureza que los hechos tienen ya por sí mismos porque no es necesario. El escalofrío está ahí.

En esta novela los diálogos son la parte más importante, unos diálogos que son un prodigio de naturalidad, nada forzados, llenos de la personalidad de quienes intervienen en ellos y que nos aportan más para conocer a los personajes que cualquier descripción que hubiese podido hacerse de ellos. Tienes la sensación de que los estás escuchando, no leyendo. Y el barrio de Las Tres Mil Viviendas se erige como un protagonista más, un lugar que podría ser una zona de guerra o un tablero de Cluedo cuyas habitaciones son edificios de viviendas expoliadas en los que cabe cualquier cosa, enlazados por calles llenas de polvo y sol inclemente. Esas por las que, dicen los gitanos, se pasea el Muló, un ser que huele a podredumbre y sale cada noche a saldar cuentas pendientes.

Set Santiago, a quien ya habíamos conocido en novelas anteriores de Biedma (aunque esta novela puede leerse sin tener ninguna referencia anterior de él), El espejo del monstruo y El humo en la botella, es quien lleva el peso mayor dentro de El sonido de tu cabello. Set tiene un carisma que supera incluso los peores aspectos de su personalidad, es un hombre complejo y complicado, capaz de lo peor, pero que a quien no puedes evitar mirar con simpatía, sobre todo por ese humor con el que salpica muchas de sus frases, porque es duro sin proponérselo y porque en esta novela sucederá algo que le "humanizará" y le dará motivos para no pensar solo en sí mismo. Ya no bebe ni fuma, pero piensa en ello cada día. Ha llegado un momento de su vida en que todo le da igual. O eso cree.

Perpetua Carrizo, la inspectora que trata de desentrañar el asesinato, carga a sus espaldas otra investigación de la que sus propios compañeros no saben nada pero que, para ella, es a vida o muerte. Con sus propios fantasmas y sus costuras recosidas, como el resto de personajes, muchas veces sobrepasada y usando los medios que tiene a su alcance, trata de sacar todo adelante, incluso su hogar. También ella tiene un humor especial, capaz de hacer que esbocemos una sonrisa, pero hay mucha oscuridad y soledad a su alrededor .

Luisa Orujo, feroz, violenta y despiadada, es la que nos regala los capítulos más aterradores de la novela. Su ansia de venganza está medida, pensada y no vacilaría un instante en arrasar con todo para conseguirla. La historia de Luisa, que conoceremos a grandes rasgos en algunos flashbacks, es la historia de una vida robada, de una infancia que no lo fue y una adolescencia salvaje, una huída hacia adelante de todo lo sórdido que la rodeaba. Sus actos son tan extremos que nos erizan la piel, pero Juan Ramón Biedma no trata de justificarlos, sólo explica cómo Luisa ha llegado hasta ahí. Y es que cualquiera es capaz de cualquier cosa si las circunstancias son lo bastante atroces para llevarte a ello.   

El sonido de tu cabello es una novela que requiere toda la atención del lector. Y no porque su autor use un lenguaje rebuscado o se pierda en rodeos, descripciones eternas o datos que hay que ir recordando, sino porque cada párrafo, cada página, aporta luces nuevas, detalles o frases que se nos quedan clavadas como puñales y que acabas por releer porque casi no puedes creer que sean tan redondas, tan perfectas. En un mundo editorial en el que muchas veces prima lo sencillo y lo efectista, la narrativa de Juan Ramón Biedma es un regalo para quienes buscamos calidad y originalidad

El crimen inicial en la iglesa evangélica es solo el inicio de una trama que nos va a llevar a los feminicidios en serie, al trabajo ilegal en condiciones casi de esclavitud, a la pobreza y sus consecuencias, a la droga y las mafias que la mueven, a la violencia, al maltrato, a la venganza. Pero también a la desesperanza, al analfabetismo, a la furia contenida de quienes ya poco tienen que perder y que puede explotar en cualquier momento. Al refugio que muchos buscan en otras iglesias y cultos, como la evangélica o la Santa Muerte, cuando se sienten abandonados y necesitan algo superior que les haga pensar que sus vidas no son solo escombros y que merece la pena levantarse cada día. Y conoceremos las conexiones de lo que está pasando en Las Tres Mil Viviendas con Ciudad Juárez y su desierto lleno de muerte.

El sonido de tu cabello es una novela inmensa. Dura, sí. En ocasiones muy dura, pero soberbia y espléndida en su planteamiento, desarrollo y final. Mirar lo que ni siquiera nos atrevemos a pensar que existe no es sencillo y nos puede estremecer, pero merece la pena porque el horizonte se amplía. Es posible que esas calles por las que evitas pasar escondan horrores que ni siquiera te atreves a imaginar. Esa es la magia de Juan Ramón Biedma: ahora sí que pensarás en ello. Y puede ser espeluznante, pero también revelador. ¿Compartimos el viaje?