martes, 20 de julio de 2021

PROHIBIDO de Enrique Pérez Balsa

Desde hace ya tiempo las publicaciones de M.A.R. Editor tienen ganada mi confianza, no solo por la originalidad de los planteamientos de sus novelas, sino porque gracias a ellos he descubierto a autores e historias que no pasan sin quedarse, como a veces suele ocurrir. Tengo magnífico recuerdo de un puñado de novelas publicadas por esta editorial y algunas nunca dejo de recomendarlas. Enrique Pérez Balsa resultó ganador del VIII Premio Wilkie Collins de Novela Negra con El edén de las manitas de cerdo, una historia originalísima, muy negra, pero también cargada de ironía y con frases y situaciones que me llevaron a la carcajada, como os conté en su día aquí. Ahora Enrique vuelve al primer plano con Prohibido, una novela sorprendentemente corta, de apenas 130 páginas, pero que, como en la anterior, sabe pegar duro al lector y, al mismo tiempo, contemplar el día a día de su protagonista.

Hay puntos en común con su libro anterior: también tenemos en primera línea a un hombre divorciado y con dos hijos, pero esta vez su vida amorosa se ha reconstruido y vive enamorado de María. Sus hijos son su orgullo y él es policía de homicidios. Pero un caso sangriento y complicado y una revelación inesperada van a poner patas arriba toda su vida.

DOS CARAS DE LA MISMA MONEDA

Jorge Caballero es un padre orgulloso de sus dos hijos: Pablo, que acaba de graduarse, y Charo, que trabaja como pasante en un despacho de abogados. Divorciado desde hace tiempo, la relación con Olga, su exmujer, no es demasiado buena, pero los dos han reconducido sus vidas y sus corazones. Jorge está felizmente enamorado de María, una joven psicóloga, y ha dejado atrás un serio problema con el alcohol. Jorge es policía, ya curtido en su trabajo, y mantiene una buena camaradería con García, su compañero. Ambos son llamados para que acudan al Anatómico Forense, donde se dan de bruces con un caso especialmente brutal: un hombre ha aparecido en su domicilio de la calle Serrano cosido a puñaladas, con los testículos cortados y en la boca y un palo de fregona en el recto

Lo más sorprendente de todo es que la víctima es un ya maduro hombre de negocios, con un nivel de vida muy alto y que, según van descubriendo los policías, era ultraconservador y extremadamente tradicional, homófobo y racista. El piso de la víctima no tenía la entrada forzada y no hay pistas a las que agarrarse para encontrar a los culpables, así que comienzan a investigar su entorno y su empresa. Son cosas pequeñas las que empiezan a no cuadrar demasiado en la biografía del difunto en un caso que se va a complicar mucho y a tomar un camino inesperado. Como inesperada es también la confesión que el mejor amigo de su hijo le hace a Jorge: es homosexual y suele acudir a un local concreto a "pillar cacho". De allí le vio salir un conocido de su padre y tardó poco en contárselo, por lo que le han echado de casa. 


Prohibido, en su brevedad, contiene una fuerte carga de denuncia social pero también es una cada vez más vertiginosa espiral de autodestrucción. Por debajo del caso del asesinato que Jorge Caballero y García investigan, y que no será el único, vamos a conocer en primera persona los infiernos personales de sus protagonistas, la mayor parte de ellos causados por adicciones más o menos visibles. No solo las referidas al alcohol, a las drogas o, incluso, al tabaco en su máxima expresión, sino también al sexo y al deseo. Jorge Caballero cree haber superado su momento más oscuro cuando, sin esperarlo, los cimientos de su vida personal y familiar se resquebrajan. Y siempre hay una botella que puede hacerle volver a la casilla de salida.

Además, la confesión de Álvaro, el amigo de su hijo, despierta en él sentimientos encontrados: por una parte es consciente del peligro que corre el chico acudiendo a antros para ligar con hombres mayores y, por otro, se siente cada vez más tenso al saber que Álvaro siente algo por él. Todos los andamios y refuerzos que Jorge Caballero ha ido construyendo en su vida en los últimos años se tambalean peligrosamente.

Os decía al principio que había similitudes entre la novela anterior de Enrique Pérez Balsa y esta, no solo es cuanto a las características personales del protagonista. También se toca de nuevo el tema de la prostitución masculina, aunque esta vez de una manera más sórdida, y ya no hay tanto humor negro cargado de mala leche. Prohibido es más oscura, sobre todo porque Jorge tiene muchos demonios personales en la mochila y, aunque las terapias y el amor de María le han hecho renacer, de alguna manera, el peso de lo que ha sido y de lo que podría volver a ser empieza a ser excesivo.

Prohibido lanza también muchos mensajes acerca de la relación con los hijos y cómo la mayor parte de las veces los padres no tenemos ni idea de cómo son ni lo que hacen cuando no los vemos. Tenemos una imagen creada de ellos en función de nuestra vida familiar y personal, pero cuando salen de casa sus perpectivas cambian. Aquí seremos testigos fundamentalmente de la relación de Jorge con su hijo Pablo (ya que a su hija solo la conoceremos al principio y ya no vuelve a aparecer) y la de Álvaro con sus padres, aunque de esta sabremos lo que Álvaro cuenta... hasta que Jorge decide acudir a las fuentes para saber más.

Aunque me ha resultado fácil sentir simpatía por Jorge (a pesar de que no he entendido, en algunas ocasiones, sus reacciones), tanto Álvaro como Pablo me resultaron odiosos desde el comienzo. Álvaro por manipulador y Pablo por sus habilidades de niño mimado que cree que puede manejar a su padre con el recurso tan manido del chantaje emocional. María, en toda la historia, es el faro, la luz que orienta a Jorge, su asidero, pero él no siempre sabe encontrar el rumbo.

Prohibido es una lectura estupenda para pasar una tarde muy entretenida. Se lee del tirón, tiene un crimen sangriento, una investigación que va a deparar muchas sorpresas y varios escalones hacia el infierno bajo los pies de Jorge Caballero. Quizá he echado de menos un poco más de detalle en algunas explicaciones y escenas, pero lo importante, lo fundamental, está todo delante de nosotros y, como narración, funciona perfectamente. Y deja un posito de escalofrío muy reconocible. Siempre hay algo en lo prohibido que atrae sin remedio.

miércoles, 14 de julio de 2021

GEAS MUJERES QUE ESTUDIAN LA TIERRA de Rosa María Mateos y Ana Ruiz Constán

Uno de los grandes puntales de mi vida son mis amigos, personas maravillosas que han ido llegando a mi vida de diferentes maneras para quedarse y que tienen la capacidad de saber estar siempre cuándo los necesito, aunque en estos tiempos extraños verse y abrazarse sea solo un recuerdo feliz. Hoy quiero homenajear, con este post, a mis amigas, mujeres extraordinarias, inteligentes, capaces, brillantes cada una en su campo o en sus vidas, de las que no dejo de aprender y de las que me siento muy orgullosa. Y especialmente va dedicado a mi querida Conxi Ayala que, a pesar de la distancia física (ella vive en Barcelona), siento siempre muy cerquita. Con un bagaje formativo y laboral tremendo, una cultura que apabulla y un carácter acogedor, tranquilo y divertido, sabe perfectamente cómo dar alas a mi curiosidad. Hace pocas semanas me habló de un libro especial, perfecto para dar a conocer la labor investigadora y científica de un grupo de mujeres que a mí me resultaron completamente desconocidas. Un libro escrito por dos geólogas e ilustrado con belleza por Nívola Uyá y, ni corta ni perezosa, me lo regaló. 

Ha sido todo un descubrimiento feliz: primero porque me encantan las biografías y aquí tenemos las vidas de doce pioneras de la geología que, seguramente, tampoco os sonarán de nada a vosotros pero cuyos logros marcaron camino. Es también, creo, una lectura ideal para lectores más jóvenes y para poner en valor el papel de la mujer en la ciencia. Además la edición es preciosa. No se puede pedir más.

ESCUCHANDO LOS SUSURROS DE LAS MUJERES

Cuando terminé de leer el libro, me decidí a contactar con Rosa María Mateos, una de las autoras, y le pedí que fuera ella, junto con Ana Ruiz Constán, quienes presentasen el libro en este post. Aquí os dejo sus palabras:

"Geas: mujeres que estudian la Tierra se gestó en el seno de la Comisión Mujer y Geología de la Sociedad Geológica de España, un grupo de compañeras que despliegan un gran entusiasmo por visibilizar el papel de la mujer en las Ciencias de la Tierra. La idea era sacar del olvido a esas científicas que contribuyeron notablemente a mejorar el conocimiento de nuestro planeta y que pasaron desapercibidas para la historia de la Ciencia y los libros de texto.

La Comisión nos propuso escribir las biografías de 12 grandes pioneras de la geología mundial y darles una nueva vida a través de las ilustraciones de Nívola Uyà. ¿Cómo seleccionarlas? Decidimos que lo mejor era abrir un amplio abanico de nacionalidades, disciplinas y épocas, con el objetivo de ofrecer una dilatada visión del papel de la mujer en la geología a lo largo del tiempo y el espacio.

Una vez elegida la docena de protagonistas, comenzamos una minuciosa investigación de sus vidas, consultando las más diversas fuentes.  Además, recopilamos información adicional para cada una de ellas: fotografías, herramientas de trabajo, mapas, viajes y los resultados de sus investigaciones. Cada biografía quedó sintetizada en menos de 500 palabras, un breve texto literario con la pura esencia del personaje.

Y aquí le pasamos el testigo a Nívola Uyà, que con sus pinceles convirtió los textos y el material gráfico en una estampa viva de las pioneras. Las damas de la geología aparecen en faena ante nuestros ojos, acompañadas por sus artilugios, símbolos y distintivos. 

Y a partir de este momento comenzó la siguiente fase, menos creativa pero también necesaria: hacer posible que GEAS esté hoy en vuestras manos." 

Me parece fundamental destacar la labor de investigación que las autoras han llevado a cabo y también la gran selección que han hecho, porque son todas las que están pero no están todas las que son. Vamos a conocer, en este libro, doce biografías. Como la de Mary Anning, que consiguió en pleno siglo XIX desenterrar el cuerpo del primer ictiosaurio y que aprendió sobre fósiles de forma autodidacta, además de cuestionar las teorías creacionistas. La de Florence Bascom, hija de una sufragista, que obtuvo el doctorado en Geología en 1893 y puso en marcha nuevas técnicas para el estudio de las rocas; tales fueron sus avances en diferentes campos que hasta un cráter de Venus lleva su nombre. Sabremos también los pormenores del trabajo de Inge Lehmann, que se especializó en sismología y que, entre sus muchos trabajos, descubrió una nueva frontera entre el núcleo externo líquido de la Tierra y su núcleo interno duro.

Fascinante es la historia de Marguerite Thomas Williams, una visionaria sobre la relevancia de la actividad humana como agente de cambios geomorfológicos pero que, además, tuvo que luchar no solo por ser mujer, sino por ser negra en los EEUU en un momento en que para ellos aún no existían derechos. Fue la primera persona afroamericana en obtener un doctorado en Geología en 1942. O la de Dorothy Hill, la geóloga con más distinciones hasta la fecha en su disciplina y que, además, era una consumada deportista. Me ha encantado de forma especial la vida de Mary Laekey, la única que me sonaba, que identificó los restos de Homo Habilis que contaban con 1,75 millones de años y que fue una brillantísima paleontóloga. Mareta Nelle West, la primera astrogeóloga y la única mujer en el Equipo Experimental de Geología de la NASA en la misión del Apolo 11. O Marie Tharp, geóloga y matemática, que descubrió la grieta en medio de la dorsal Atlántica que dio credibilidad a la teoría de la Deriva Continental.

También hay españolas, como Carmina Virgili i Rodon, apasionada de las alteraciones del clima que provocaron extinciones masivas y que impulsó la presencia de mujeres en los claustros de las universidades españolas. De México es originaria María Fernanda Campa Uranga, la Chata, ingeniera geológica que, durante años, exploró los yacimientos petrolíferos de su país. Y de Francia, Katia Krafft, física y geoquímica, con pasión por los volcanes y que, junto a su marido, fueron pioneros en fotografiar y filmar volvanes a poca distancia de la lava y que, con las muestras que tomaban, permitieron desarrollar investigaciones muy interesantes. Finalmente, Kathryn Dwyer Sullivan, doctora en Geología, que acabó siendo astronauta de la NASA y que fue la primera mujer en realizar un "paseo espacial" para mostrar que el Challenger podía repostar en órbita.

Escrito de un modo muy ameno, GEAS Mujeres que estudian la Tierra, es todo un canto al trabajo de las mujeres, capaces de cualquier cosa y de enfrentarse a lo que hiciera falta para conseguir sus objetivos. Un hermoso homenaje a doce pioneras que abrieron caminos o allanaron otros que estaban intransitables, que se sobrepusieron al desprecio por su condición o su raza y consiguieron metas y descubrimientos que han permitido el imparable avance de la ciencia. Si le sumamos las bonitas ilustraciones que acompañan el texto, tenemos un libro que es un regalo en sí mismo y que nos va a dejar más de una sorpresa. 

Recientemente este libro ha conseguido el Premio a Libro Ilustrado en el Concurso Internacional Ciencia en Acción ¿Os venís a conocer a estas doce mujeres de bandera?


 


 

 

 

 

martes, 6 de julio de 2021

LA MITAD DEL MUNDO QUE FUE DE ESPAÑA de Ramón Tamamés

Hablar de Ramón Tamaés es hablar de una de las figuras más importantes del siglo XX en España, sobre todo tras la transición, a nivel económico y político. Su trayectoria pública en los campos de la economía, historia, política y ecología es sobradamente conocida y, además, es un brillante conferenciante y un escritor impecable de libros de Historia que tocan temas muy variados: desde Hernán Cortés a Franco, por poner un solo ejemplo. La publicación de La mitad del mundo que fue de España enseguida me interesó porque, como ya he dicho en otras ocasiones, creo necesario recordar lo que fuimos para entender lo que somos y estoy bastante cansada y, a veces, hasta indignada del uso trapacero que ciertos sectores hacen de nuestra Historia, del constante "revisionismo" y de echarnos piedras a nuestro propio tejado. Cualquier otro pais, con solo la décima parte de nuestro devenir, se erige en potencia salvadora de la humanidad y se pone de ejemplo, escondiendo episodios vergonzosos o derrotas que no les interesa recordar. Incluso exterminios que sí lo fueron, no como los que muchos nos adjudican. 

En este libro Ramón Tamames pone negro sobre blanco lo que muchos historiadores olvidan y lo que otros "enterados" denigran. El proyecto de globalización histórica que España llevó a cabo entre en los siglos XVI y XVIII fue de una enormidad única. Un imperio, como se decía, "en el que no se ponía el sol" y que pretendía ser España siempre, aquí y en las Molucas, que también fueron españolas. Una obra de divulgación fabulosa, brillante, sin patrioterismo rancio pero sí exponiendo, explicando y poniendo en valor gestas y hechos que hoy tenemos practicamente olvidados. Y es que no podemos dejar de recordar. 

EL SPANISH LAKE

En La mitad del mundo que fue de España, Ramón Tamames nos hace un recorrido por los cuatro siglos en los que hubo presencia española en todo el planeta y nos va a descubrir las grandes navegaciones, las rutas marítimas descubiertas, las exploraciones, los descubrimientos. No es un libro que deba leerse de un tirón, es un magnífico texto de consulta, ideal para tenerlo a mano tras la lectura para acudir a él si nos surge una duda o alguien dice algo que nos chirría profundamente, que ya conocemos la soberbia sabelotodo de más de uno. Además del texto, el libro viene cargado de imágenes, para poner cara a los protagonistas de los hechos que se cuentan, y de mapas muy interesantes que ponen de manifiesto no solo la gran labor de documentación, sino que nos van a descubrir territorios y lugares que fueron españoles y de los que ya no se habla.

A lo largo de sus más de quinientas páginas, que os aseguro que no se hacen pesadas en absoluto, se nos hablará de las consecuencias de los viajes de Colón y lo que supuso su descubrimiento, viajaremos con Elcano y Magallanes, con Urdaneta y su tornaviaje, un hito importantísimo en las rutas de navegación. Conoceremos los detalles de la Expedición Malaspina y la tan mencionada últimamente Expedición Balmis. Nos trasladaremos a las Molucas, a las Indias Orientales, a las expediciones de las Islas Galápagos y las Filipinas, conoceremos las navegaciones del Pacífico Sur con Álvaro de Mendaña. Tomaremos conciencia de la participación española en la Guerra de la Independencia de los EEUU, tan silenciada y tan eclipsada por la propaganda francesa, que se arroga el protagonismo, de la mano del gran Bernardo de Gálvez (cuyo retrato cuelga en el Congreso de los EEUU y una ciudad lleva su nombre: Galveston) y Diego de Gardoqui. Y seremos testigos de la llegada de españoles a tierras de Alaska y Canadá, dónde aún queda una Córdova, un Port Ángeles y un estrecho llamado Juan de Fuca, entre otras denominaciones, a pesar de los cambios realizados en los siglos posteriores.

En el encuentro que mantuvimos en el Club de Lectura con Ramón Tamames, hablando de la leyenda negra creada por ingleses, franceses y holandeses que nos adjudica a los españoles lo peor de lo peor, nos explicó que la respuesta a ella no es más que la envidia. Al fin y al cabo, España era el gran imperio de ultramar, el primero de estas características, y lógicamente el resto de potencias europeas envidiaban la expansión, las riquezas y las tierras. También desmontó el tan manido tema del genocidio, hecho que ya ha sido refutado por historiadores y hasta arqueólogos. Lo que hubo en las tierras que pasaban a ser españolas era el mestizaje y la búsqueda de alianzas. Es inviable que Hernán Cortés, con apenas cuatrocientos hombres, sometiese a un imperio como el azteca, con varios millones de pobladores. 

 

Sí nos explicó que al principio de la conquista, en las Antillas, el pueblo taíno sí se vio diezmado porque se les puso a trabajar duro para cultivar las tierras. De ese error surgieron las leyes de protección de los indios. A partir de Cortés las cosas cambiaron y la creación de las encomiendas protege los derechos y la integridad de los nativos. Pero las infecciones y las enfermedades, que los españoles ya habían superado o sufrían en su versión más leve, a ellos les atacó con fuerza. La invasión microbiana sí existió.

Escrito de manera amena, Ramón Tamames nos narra los hechos históricos con objetividad pero dándoles la importancia que merecen y eso es algo que, creo, debemos reivindicar y dejar de considerar que lo que hicieron otras naciones fue algo encomiable y tirar por los suelos nuestra Historia, nuestro pasado y todo lo conseguido. Las universidades fundadas, en las que se permitía el estudio a los nativos, las ciudades de nueva planta, los matrimonios mixtos, autorizados desde pocos años después de la llegada a América... y conviene recordar que los movimientos de independencia de las naciones iberoamericanas fueron dirigidos por criollos, por descendientes de españoles. Y esos movimientos, al contrario de lo que sucede con los paises emancipados del imperio inglés, que retoman las costumbres y políticas anteriores a su conquista intentando "borrar" hasta el inglés, producen una transformación, no una novación: paises nuevos pero partiendo de lo que ya habían instituido los españoles, desde la lengua a la administración.

Alexander von Humboldt, el gran geógrafo alemán, dijo en su día que no había territorios en el mundo mejor administrados que los españoles. Quizá deberíamos pensar un poco antes de lanzar ciertos mensajes a los cuatro vientos. 

"Este libro no es (...) el resultado de una nostalgia de pasados gloriosos. Ni son tampoco estas páginas muestra del nacionalismo hispano de otros tiempos. En lo fundamental, a lo que aspiran es a afrontar la Historia, tantas veces tergiversada, como sucedió claramente con algunos de los que se consideran gloriosos hispanistas de los siglos XVIII y XIX: William Robertson, Guillaume Thomas Ryan, Robert Watson...y otros. Así las cosas, estas páginas son, sencillamente, una 'Historia verdadera', que diría don Bernal Díaz del Castillo. Y casi increíble, como también reza el subtítulo de mi libro." - Ramón Tamames.