martes, 22 de noviembre de 2016

ENCUENTRO CON FÉLIX G. MODROÑO

El pasado 15 de noviembre, y organizado por Pepa Muñoz Escudero, los integrantes del Club de Lectura Qué locura de libros asistimos a un encuentro con Félix G. Modroño, en el Hotel de las Letras de Madrid, para hablar tanto de su última novela, Sombras de agua, como de su trayectoria y sus obras anteriores. Si algo caracteriza a Félix es su cercanía y su cordialidad y llegó con la mejor disposición, a pesar de que le habíamos robado un día de descanso en su gira de presentación. Hizo bromas acerca de que, a medida que pasaban los días inmerso en ella, perdía la frescura de cara a las fotos pero se prestó a todas las que quisimos hacer (con el detalle de coquetería del pañuelo al cuello) y habló de todo lo que fue surgiendo. No hubo una línea recta en la conversación, los temas se alternaban y hubo tiempo hasta para las confidencias (que no revelaremos ni en presencia de nuestros abogados), lo que hizo del encuentro una tarde cálida y enriquecedora. Allí estábamos Pepa Muñoz Escudero, Eduardo Heras, Concha Yunta Ferrer, Esperanza Redondo Morales, Marcos Sangrador, David J. Skinner, David Verdejo y yo misma, encantados con la oportunidad que se nos daba.


Retomar el personaje de Don Fernando de Zúñiga después de dos novelas completamente distintas tiene un poco de reivindicación del personaje y de los primeros libros que le dieron a conocer. Tras haber publicado inicialmente La sangre de los crucificados y Muerte dulce, que en ventas y crítica fueron bien, La ciudad de los ojos grises le sorprendió porque fue espectacularmente bien, al igual que la posterior Secretos del Arenal. Pero se ha arriesgado ahora de nuevo con Zúñiga porque, quizá, no vuelva a retomarlo nunca, declaración que provocó nuestras quejas. Félix nos aseguró que considera Sombras de agua la mejor novela de Zúñiga, en lo que todos estuvimos de acuerdo pero que, como es lógico, el mercado y las ventas mandan, y necesitaría que se vendiese mucho para volver al personaje. Puede que en un futuro lo haga simplemente por el placer de escribir sobre él y seguir sus aventuras, pero ahora tiene otros proyectos en mente. 

Respecto a si consideraba su novela como histórica, explicó que es más histórica que otra cosa aunque no entre exactamente en esa categoría. Le ha gustado especialmente crear la ambientación y el marco histórico porque la labor de documentación ha sido ingente. Incluso le gusta por encima de la historia que se narra. Recrear la Venecia de la época era fundamental, por eso le dedicó mucho tiempo y muchos esfuerzos a la hora de recabar datos, incluso en textos en otros idiomas. La trama es importante, por supuesto, y aun más importante es que esté bien escrita para que el lector esté metido en ella desde el primer momento. El punto medio ideal de una buena novela es una mexcla entre las ventas y la aceptación de un best seller y una historia bien escrita, que atrape. En Sombras de agua Valencia y Venecia adquieren también la categoría de protagonistas, de ahí el mimo y el detalle con el que están tratadas.

A nivel personal Félix nos repitió una idea que yo ya le había escuchado en otras ocasiones: que ha perdido la inocencia como lector y que es muy difícil ya sorprenderle. Pero por encima de todo prefiere una novela muy bien escrita a cualquier otra consideración. Actualmente tiene la opción de presentarse a algunos premios literarios importantes, pero es una decisión que no sabe si va a tomar. De los premios actuales, cree que el Ateneo de Sevilla y el Nadal son diferentes al resto y los que más le gustan y, aunque no le atraen mucho los premios grandes, ganar el Ateneo de Sevilla con Sombras del Arenal le hizo una ilusión especial porque escribió la novela con la clara intención de ganar. Realmente los premios suponen un importante anticipo de ventas y la perspectiva de que éstas se prolonguen en el tiempo, aunque de momento no tiene en mente presentarse a otro.


Ante la pregunta de quién es realmente Félix G. Modroño, después de pensarlo un poco, nos dijo que tiene diferentes vidas: la laboral en el mundo financiero, la personal y la que le depara la escritura. Es muy disciplinado a la hora de escribir y siempre se marca los mismos plazos: catorce o quince meses de documentación y preparación y nueve meses para escribir la novela. Semanalmente procura dedicarle unas quince horas. Es su método y el que le va bien. Además no suele corregir ni borrar, cree que bastante trabajo conlleva ya la escritura de la novela como para estar repasando palabra por palabra. Tampoco su editor, con el que lleva en Algaida desde su primera obra, suele corregirle nada y en eso se considera afortunado.

Como la documentación siempre es parte importante de sus novelas, cada vez que va a una ciudad o un sitio nuevo acostumbra a comprarse libros escritos en el lenguaje local. Por eso en cada una de sus novelas hay un pequeño homenaje a esas hablas y lenguajes diversos, tan ricos: el lenguaje de las Germanías, el de la Tierra de Campos, el del antiguo Bilbao... Para los diálogos que se suceden en sus novelas se convierte un poco en actor, poniéndose en la piel del personaje y en cómo actuaría o respondería. Pero si hay algo que está presente en todas sus obras y que es protagonista por encima de todo es el amor.

De don Fernando de Zúñiga aseguró que cada vez se parecen más y que, obviamente, hay mucho de su personalidad, de sus pensamientos incluso de sus miedos en él. Considera que, realmente, se influyen de forma mutua. También sacamos a colación la gran evolución que como personaje tiene Pelayo, ya convertido en un joven con ideas propias pero que no cede ni un milímetro en su lealtad a don Fernando. Félix nos aclaró que para crear el personaje se inspiró en el Crispín de las aventuras del Capitán Trueno, pero que después se ha desarrollado de forma propia. Ha dejado de ser el sirviente del obispo de Zamora para ser el asistente de don Fernando, su estatus ha aumentado y ha ganado en seguridad y convicciones. 

Sobre los personajes femeninos, que en Sombras de agua son sumamente importantes, quiso dejar claro que las mujeres en su vida siempre han tenido mucha relevancia, que admira a la mujer por muchas cosas y que le gusta que adquieran esa trascendencia en las tramas. A Zúñiga cree que a veces le "maltrata" demasiado, como si cada vez que alcanza un trocito de felicidad se lo arrancase de golpe. Nos gustó darle sugerencias para que, cuando lo retome, le de alguna alegría, porque se lo merece. Prometió pensarlo. 


Respecto a lo que tiene previsto escribir nos avanzó poquito, pero sí que sería una novela sobre el amor, algo que lleva tiempo queriendo hacer aunque esté presente en todas sus ficciones. Seguramente hablará en ella de las nuevas formas de amar, es lo que de verdad le apetece hacer. En su vida personal se avecinan tiempos de grandes cambios y puede que todo ello le aporte tiempo para dedicarse a escribir sin otras ataduras. 

Gracias Félix por la fantástica tarde que nos regalaste. Y gracias a la Editorial Algaida por propiciar el encuentro y darnos tantas facilidades.

6 comentarios:

  1. Qué maravilla poder asistir a esos encuentros, te envidio mucho chica. Gracias por compartirlo con nosotros.
    Besos

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  2. Fue una pena no poder ir, pero por lo visto fue maravilloso

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  3. Como siempre dando envidia! La verdad es que no tengo el placer de conocer a Félix, pero se le ve muy cercano al hombre y me alegro que el encuentro fuese tan ameno y distendido. Tengo muchísimas ganas de conocer a Zúñiga.
    Besos

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  4. Que interesante todo lo que cuenta y envidia de poder estar allí. Me encantó el libro.
    Un beso ;)

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  5. Me encanta que seas capaz de transmitir con tanta frescura y vitalidad el encuentro. Gracias por llevarme allí al menos un ratito. Acabo de conocer a Zúñiga y Pelayo y he quedado totalmente prendada de ellos.
    Besos

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