lunes, 4 de enero de 2021

EL SALTO DE LA ARAÑA de Graziella Moreno

Desde la primera novela que leí de Graziella Moreno, siempre supe que, como autora, era apostar a caballo ganador. No solo porque escribe muy bien, con una narración que no decae, sin huecos, sin cabos sueltos, sino porque trata temas delicados en ellas que se salen de lo habitual siendo, la mayor parte de las veces, más comunes de lo que creemos. Lo extraordinario en lo ordinario. Y con más frecuencia de lo que nos gustaría. Ya en su anterior libro, Invisibles, se nos hablaba de esas personas que desaparecen y jamás son halladas y a las que, además, no se pone ningún empeño en buscar. Solo queda el hueco que dejan en sus familias y en su entorno más cercano. Simplemente se desvanecen sin ningún motivo aparente para ello. Qué bien supo Graziella transmitirnos una inquietud constante y creciente en una trama mucho más compleja de lo que parecía a primera vista. En esa ocasión, con El salto de la araña, Graziella nos lleva al espinoso tema de la culpa y de las decisiones que tomamos en determinados momentos de nuestra vida, que pueden hacer caer, como fichas de dominó, todas y cada una de las cosas y las personas que nos rodean.

Es una novela corta, de apenas 233 páginas, que se lee casi del tirón. Graziella ha sabido dar una vuelta de tuerca más a su narrativa para crearnos una imperiosa necesidad de saber qué ocurrió en una vivienda de Villafamés (Castellón) a la que la guardia civil acude una noche de agosto de 2018. Esa noche es el comienzo y el fin de todo. El comienzo y el fin de la narración de Javier. 

SALTAR SIN RED

Agosto de 2018. La Guardia Civil acude a una casa de Villafamés, en Castellón, con el aviso de que se ha producido una muerte. En esas tres primeras páginas, las únicas escritas en tercera persona, asistimos a un escenario extraño y a la vez dolorosamente habitual: una casa desordenada, una mujer que se desgarra llorando a gritos, un hombre marcado de arañazos y en shock y un niño que rompe a llorar en brazos de uno de los agentes. A partir de ese momento, la voz narrativa la toma Javier un año después. Él es el hombre que lucía las largas heridas en la casa de Villafamés. En una libreta va contando, paso a paso, los últimos años de su vida tratando de explicar (y también de explicarse a sí mismo) por qué las cosas fueron como fueron. Cómo se llegó a aquella noche. 

Javier ha estado en prisión preventiva unos meses y ahora ha vuelto a Barcelona a esperar el juicio. Para la sociedad es un apestado. Todos los medios de comunicación le crucificaron a él y a su pareja, Alba, tras lo sucedido en Villafamés y apenas le quedan apoyos: solo su madre, su hermano y su amigo Dani, que siempre estuvo, está y estará. Aquella noche terrible se cometió un asesinato y él siente y sabe que tiene que pagar por ello, pero también necesita contar su historia, desnudarse y abrirse como nunca lo ha hecho. Esa suerte de diario será la que nos vaya llevando por la vida de Javi, por todas las decisiones que tomó, por cada paso que dio, por cada momento de felicidad y por cada problema, cada duda, cada rabia, cada cesión, cada tropiezo. 

Discrepo de la etiqueta puesta a El salto de la araña como novela negra, porque no creo que lo sea. Sí tiene matices (pocos), pero en mi opinión es narrativa pura y dura, con algunos matices oscuros, de esos que procuramos no mirar de frente si suceden a nuestro alrededor porque nos estremecen. Pero la vida de Javier es la misma que puede tener cualquier otro chico de su edad: una familia normal y trabajadora, amigos, poco éxito en los estudios, conocer a una chica que le hace perder la cabeza, un embarazo temprano y no deseado... Lo que Javier nos cuenta es la vida pasando ante nuestros ojos, una vida normal que se va volviendo amarga. Me han gustado mucho las escenas "de barrio", en las que se nos describe el día a día de ciertas calles y zonas de Barcelona y Villafamés, con toques costumbristas muy reales, creando un escenario perfecto para todo lo que se relata. 

Aunque en la narración de Javi hay continuas referencias a lo que le sucede en ese momento, en su día a día en Barcelona, ciudad a la que regresó tras ser puesto en libertad, volvemos siempre con él a su ayer, a sus recuerdos. De forma lineal los va desgranando y exponiendo. No busca justificarse, sólo contar cómo sucedieron las cosas. Cómo una vida que parecía alegre y algo idílica se va torciendo y cómo ciertas decisiones le hicieron dar saltos en el vacío sin saber si tenía dónde agarrarse o dónde caer

El salto de la araña es, por encima de todo, un tratado sobre la culpa. No solo la culpa penal, la del castigo por un hecho cometido que está contemplado como delito en el código correspondiente y que es la que es: si matas, has de ser castigado. Es la culpa como peso en el alma, como monstruo que nos devora, como cárcel sin rejas que llevamos dentro y que nos condiciona de por vida. Javier se enfrenta a las dos, pero no es la cárcel física de barrotes y puertas cerradas a la que más teme. Sabe que, pase lo que pase, la otra seguirá ahí, como una herida sin cerrar, infectando para siempre el resto de su existencia. También es un cálido homenaje a la amistad, personalizado en el personaje de Dani, leal hasta las últimas consecuencias. A la inocencia truncada de Kevin, el hijo de Javi y Alba. A cómo el amor, o lo que creemos que es amor, es capaz de hacernos vulnerables y rompernos en pedazos.

De lo que sucedió aquella noche de agosto y de cómo se llegó allí lo tendremos solo en la versión de Javi. Nosotros, como lectores, nos haremos una composición de lugar y podremos llegar a comprender o no. Y eso es lo fascinante de esta novela: el grado de implicación que consigue del lector que, incluso, hace que nos preguntemos qué habríamos hecho nosotros en la misma situación. Si asumir los errores y saber hasta dónde nos hemos equivocado nos da derecho a una segunda oportunidad. Os aseguro que es muy difícil cerrar el libro sin tomar una decisión sobre lo que se nos ha contado, pero ¿y si escucháramos la otra versión? 

El salto de la araña consiguió el Premio Letras del Mediterráneo 2020




9 comentarios:

  1. Ana LECTURAS Y CURIOSIDADES4 de enero de 2021, 12:13

    Magnífica disección de la novela. Una historia que no te deja indiferente. Bravo, Yolanda, por tu estupenda reseña. ANA LECTURAS Y CURIOSIDADES.

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  2. Qué buena reseña, nos tienes acostumbrados a unas recomendaciones magníficas y ya eres un referente importante en el mundo literario. Gracias. Graziella de diez en esta novela dura y actual.

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  3. Qué buena reseña, nos tienes acostumbrados a unas recomendaciones magníficas y ya eres un referente importante en el mundo literario. Gracias. Graziella de diez en esta novela dura y actual.

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  4. Una fantástica novela ,muy buena reseña Yolanda .

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  5. Una historia espectacular, de esas que hacen a uno pensar sobre la justicia y sus métodos...

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  6. Como siempre lo bordas Yolanda, aunque una novela como ésta también ayuda.👍👍👍👍

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  7. Mi primera experiencia con la autora y no puedo estar más satisfecho de ello. Me ha encantando.

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  8. Hola Yolanda, aun no he leído nada de la autora, pero en casa tengo Flor seca, y supongo que leeré primero esa, pero la que traes hoy también me llama. Tomo nota. Estupenda reseña!. Un abrazo.

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  9. La verdad es que es una autora que aún no he leído pero por la que siento mucha curiosidad ya que todas las críticas de sus novelas son buenas y creo que encontraría un estilo en ella muy en la línea de mis preferencias lectoras.
    Besos

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