martes, 6 de julio de 2021

LA MITAD DEL MUNDO QUE FUE DE ESPAÑA de Ramón Tamamés

Hablar de Ramón Tamaés es hablar de una de las figuras más importantes del siglo XX en España, sobre todo tras la transición, a nivel económico y político. Su trayectoria pública en los campos de la economía, historia, política y ecología es sobradamente conocida y, además, es un brillante conferenciante y un escritor impecable de libros de Historia que tocan temas muy variados: desde Hernán Cortés a Franco, por poner un solo ejemplo. La publicación de La mitad del mundo que fue de España enseguida me interesó porque, como ya he dicho en otras ocasiones, creo necesario recordar lo que fuimos para entender lo que somos y estoy bastante cansada y, a veces, hasta indignada del uso trapacero que ciertos sectores hacen de nuestra Historia, del constante "revisionismo" y de echarnos piedras a nuestro propio tejado. Cualquier otro pais, con solo la décima parte de nuestro devenir, se erige en potencia salvadora de la humanidad y se pone de ejemplo, escondiendo episodios vergonzosos o derrotas que no les interesa recordar. Incluso exterminios que sí lo fueron, no como los que muchos nos adjudican. 

En este libro Ramón Tamames pone negro sobre blanco lo que muchos historiadores olvidan y lo que otros "enterados" denigran. El proyecto de globalización histórica que España llevó a cabo entre en los siglos XVI y XVIII fue de una enormidad única. Un imperio, como se decía, "en el que no se ponía el sol" y que pretendía ser España siempre, aquí y en las Molucas, que también fueron españolas. Una obra de divulgación fabulosa, brillante, sin patrioterismo rancio pero sí exponiendo, explicando y poniendo en valor gestas y hechos que hoy tenemos practicamente olvidados. Y es que no podemos dejar de recordar. 

EL SPANISH LAKE

En La mitad del mundo que fue de España, Ramón Tamames nos hace un recorrido por los cuatro siglos en los que hubo presencia española en todo el planeta y nos va a descubrir las grandes navegaciones, las rutas marítimas descubiertas, las exploraciones, los descubrimientos. No es un libro que deba leerse de un tirón, es un magnífico texto de consulta, ideal para tenerlo a mano tras la lectura para acudir a él si nos surge una duda o alguien dice algo que nos chirría profundamente, que ya conocemos la soberbia sabelotodo de más de uno. Además del texto, el libro viene cargado de imágenes, para poner cara a los protagonistas de los hechos que se cuentan, y de mapas muy interesantes que ponen de manifiesto no solo la gran labor de documentación, sino que nos van a descubrir territorios y lugares que fueron españoles y de los que ya no se habla.

A lo largo de sus más de quinientas páginas, que os aseguro que no se hacen pesadas en absoluto, se nos hablará de las consecuencias de los viajes de Colón y lo que supuso su descubrimiento, viajaremos con Elcano y Magallanes, con Urdaneta y su tornaviaje, un hito importantísimo en las rutas de navegación. Conoceremos los detalles de la Expedición Malaspina y la tan mencionada últimamente Expedición Balmis. Nos trasladaremos a las Molucas, a las Indias Orientales, a las expediciones de las Islas Galápagos y las Filipinas, conoceremos las navegaciones del Pacífico Sur con Álvaro de Mendaña. Tomaremos conciencia de la participación española en la Guerra de la Independencia de los EEUU, tan silenciada y tan eclipsada por la propaganda francesa, que se arroga el protagonismo, de la mano del gran Bernardo de Gálvez (cuyo retrato cuelga en el Congreso de los EEUU y una ciudad lleva su nombre: Galveston) y Diego de Gardoqui. Y seremos testigos de la llegada de españoles a tierras de Alaska y Canadá, dónde aún queda una Córdova, un Port Ángeles y un estrecho llamado Juan de Fuca, entre otras denominaciones, a pesar de los cambios realizados en los siglos posteriores.

En el encuentro que mantuvimos en el Club de Lectura con Ramón Tamames, hablando de la leyenda negra creada por ingleses, franceses y holandeses que nos adjudica a los españoles lo peor de lo peor, nos explicó que la respuesta a ella no es más que la envidia. Al fin y al cabo, España era el gran imperio de ultramar, el primero de estas características, y lógicamente el resto de potencias europeas envidiaban la expansión, las riquezas y las tierras. También desmontó el tan manido tema del genocidio, hecho que ya ha sido refutado por historiadores y hasta arqueólogos. Lo que hubo en las tierras que pasaban a ser españolas era el mestizaje y la búsqueda de alianzas. Es inviable que Hernán Cortés, con apenas cuatrocientos hombres, sometiese a un imperio como el azteca, con varios millones de pobladores. 

 

Sí nos explicó que al principio de la conquista, en las Antillas, el pueblo taíno sí se vio diezmado porque se les puso a trabajar duro para cultivar las tierras. De ese error surgieron las leyes de protección de los indios. A partir de Cortés las cosas cambiaron y la creación de las encomiendas protege los derechos y la integridad de los nativos. Pero las infecciones y las enfermedades, que los españoles ya habían superado o sufrían en su versión más leve, a ellos les atacó con fuerza. La invasión microbiana sí existió.

Escrito de manera amena, Ramón Tamames nos narra los hechos históricos con objetividad pero dándoles la importancia que merecen y eso es algo que, creo, debemos reivindicar y dejar de considerar que lo que hicieron otras naciones fue algo encomiable y tirar por los suelos nuestra Historia, nuestro pasado y todo lo conseguido. Las universidades fundadas, en las que se permitía el estudio a los nativos, las ciudades de nueva planta, los matrimonios mixtos, autorizados desde pocos años después de la llegada a América... y conviene recordar que los movimientos de independencia de las naciones iberoamericanas fueron dirigidos por criollos, por descendientes de españoles. Y esos movimientos, al contrario de lo que sucede con los paises emancipados del imperio inglés, que retoman las costumbres y políticas anteriores a su conquista intentando "borrar" hasta el inglés, producen una transformación, no una novación: paises nuevos pero partiendo de lo que ya habían instituido los españoles, desde la lengua a la administración.

Alexander von Humboldt, el gran geógrafo alemán, dijo en su día que no había territorios en el mundo mejor administrados que los españoles. Quizá deberíamos pensar un poco antes de lanzar ciertos mensajes a los cuatro vientos. 

"Este libro no es (...) el resultado de una nostalgia de pasados gloriosos. Ni son tampoco estas páginas muestra del nacionalismo hispano de otros tiempos. En lo fundamental, a lo que aspiran es a afrontar la Historia, tantas veces tergiversada, como sucedió claramente con algunos de los que se consideran gloriosos hispanistas de los siglos XVIII y XIX: William Robertson, Guillaume Thomas Ryan, Robert Watson...y otros. Así las cosas, estas páginas son, sencillamente, una 'Historia verdadera', que diría don Bernal Díaz del Castillo. Y casi increíble, como también reza el subtítulo de mi libro." - Ramón Tamames.



 

3 comentarios:

  1. Escritor impecable igual que tu reseña!!! 🙌🙌🙌

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  2. Hola Yolanda! Me gusta tu propuesta lectura y me parece espectacular.
    Gracias por compartirlo.Abrazobuho 😊💜📚💜

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  3. Hola bonita. Este lo tengo en casa pero si te digo la verdad, no lo veo mucho para mí. Eso sí, mi marido sí le tiene echado el ojo. Le enseñaré tu reseña. Besitos reina.

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