viernes, 27 de enero de 2023

LO QUE LA PRIMAVERA HACE CON LOS CEREZOS de Marta Robles

 Me gusta mucho leer ensayo. Sobre todo los históricos, los que aportan nuevas luces en terrenos de sombras o nos descubren hechos que han pasado desapercibidos, y los biográficos, porque me encanta conocer lo que hay detrás de una imagen pública, sea buena o mala. Me enamoré del género cuando, en Bachillerato, tuvimos que leer Una hora de España, de Azorín, una auténtica maravilla que siempre recomiendo y que nos sumerge por completo en el siglo XVI español a través de algunos de sus más importantes protagonistas. Bellísimo. Desde entonces no he dejado de acercarme al ensayo en cuanto he tenido ocasión (de hecho, ahora mismo tengo dos en rampa de salida de los que os contaré cositas muy pronto), me supone una especie de bálsamo entre novela y novela de ficción, sea histórica o no.

En Pasiones carnales, Marta Robles ya nos descubrió esos secretos de alcoba y pasión de reyes y personajes encumbrados que pudieron llegar a hacerles tomar determinadas decisiones. O a no tomarlas, que también tiene su aquel. Y os reconozco que me lo pasé pipa descorriendo velos y mirando por la cerradura para enterarme de montones de cosas, a cual más curiosa. Siguiendo esta línea llega ahora Lo que la primavera hace con los cerezos, un nuevo libro en el que son los artistas y creadores quienes se ponen en primera línea. Marta nos va a contar, de un modo absolutamente cercano, lo que el amor o el desamor es capaz de empujar a la creación artística en todas sus facetas. Hay tantas historias y tanto por contar... sin embargo la lectura vuela. Una vez que empiezas a leer te das cuenta de que necesitas saber más y, en muchos momentos, nos asombraremos, nos emocionaremos e, incluso, se nos erizará la piel  al conocer algunas biografías. Pasad, dejad que os los presente.

"LA VERDADERA DESGRACIA ES NO SABER AMAR" - ALBERT CAMUS

A lo largo de algo más de quinientas páginas, que se leen en un suspiro, Marta Robles nos lleva a conocer de primera mano las vidas, a veces tumultuosas, a veces trágicas, a veces insanas, de creadores de diferentes disciplinas artísticas. Pasarán delante de nuestros ojos escritores, músicos, pintores, fotógrafos, cineastas... y en su devenir vital serán, como veremos, fundamentales sus relaciones amorosas, algunas realmente sorprendentes o inesperadas, pero todas con un factor común: elevaron y potenciaron su capacidad creativa. Lo que la primavera hace con los cerezos habla de amor, sí, pero también de desamor, de abandono, de la pérdida, de pasión, de sexo y cómo todo ello lleva a la genialidad como artista y, en ocasiones, a la destrucción como ser humano. 

Dividido en capítulos marcados por una característica concreta (los donjuanes, los atormentados, los promiscuos, los maniáticos, los misóginos...) vamos a caminar junto a sus protagonistas, a sentir su amor y su dolor, sus obsesiones, sus manías, sus pulsiones, sus diferentes maneras de amar y hasta de desenamorarse para volver a amar. Como si el amor o la pérdida de este y lo que nos hace sentir fuese el catalizador de la inspiración, la luz que marca el camino de la genialidad

"Hay tantos amores como miradas", nos dijo Marta Robles en el encuentro que mantuvimos con ella en el Club de Lectura LL. Si ya los mortales comunes somos únicos en lo que sentimos y en lo que vivimos, quien goza de un talento privilegiado con más motivo. Pero el amor nos iguala, porque es la gran emoción que nos hace humanos por encima de todo. Cada uno vivimos el amor y todos sus derivados (las rupturas, el desamor, los "ni contigo ni con ti", las ausencias y hasta la pérdida definitiva) de una manera única y especial y en este libro somos testigos de ello a través de grandes protagonistas de la historia.

Estamos ante un ensayo profundamente literario en el que, para cada personaje, Marta recrea una escena, una situación, un pedacito de su vida para, a continuación, seguir desarrollándolo sacándole todo el jugo, por decirlo de alguna manera. Y lo hace de forma muy ágil y realmente entretenida, sabe mantener el interés y la intensidad incluso con las vidas que nos resultan menos conocidas. En el encuentro que os mencionaba, nos dijo también que con este libro pretendía rebatir a Freud, que ponía al sexo en el centro de la faceta creadora, y darle mucha más importancia a Voltaire, que aboga por el amor en ese impulso, ya que este engloba cuerpo, cerebro y corazón. 

A medida que vamos leyendo nos sentimos espectadores privilegiados y también cómplices de lo que Marta nos cuenta: las escenas ficcionadas sirven para conseguir que nos veamos allí, al lado de quienes las protagonizan, que nos sintamos dentro de la situación y, a continuación, dentro de sus vidas. Reconozco que este modo de "teatralizar" me gana por completo porque me crea una necesidad, una curiosidad inmensa por saber a dónde me va a llevar y, por suerte, lo que viene a continuación es siempre apasionante.

Desde Lope de Vega a Henry Miller, Quevedo, Lewis Carroll o Jardiel Poncela pasando por Frida Khalo, Caravaggio, Anne Perry o Picasso entre otros conforman la galería de creadores ante los que vamos pasando, como cuadros en una exposición única pero con la gran ventaja de que, quien nos los explica, sabe bien de lo que habla y mantiene nuestra atención sin dificultad. Este ensayo sirve también para que sepamos diferenciar al genio del hombre o la mujer que lo alberga. Muchos de los retratados en Lo que la primavera hace con los cerezos son, como poco, moralmente reprobables. O carne de presidio, a veces. Pero sus obras no lo son: brillan y seguirán brillando porque son inmortales, hermosas, únicas y universales. Una de las reivindicaciones de este ensayo es precisamente esa: que la personalidad del creador o el dolor que pudo causar, aunque nos resulte difícil de digerir, no puede empañar su obra. Que Picasso fuese un maltratador ¿hace al Guernica peor cuadro? ¿O son menos hermosos los poemas de Lope por ser un mujeriego irredento? Ratifico esta intención de Marta Robles: que ni lo políticamente correcto que está tan de moda (y que a veces roza lo ridículo) ni el dichoso presentismo nos haga borrar textos, ni esconder los cuadros, ni dejar de ver ciertas películas. El arte está por encima de todo eso, dejemos de mirar todo con los ojos del hoy y de ciertas corrientes que rozan la intransigencia, no nos convirtamos en jueces de lo que estamos incapacitados para juzgar. 

Vuelvo a repetiros que yo me lo he pasado realmente bien leyendo este libro. Que ha aprendido muchas cosas que no conocía y me ha creado una gran curiosidad por conocer más de muchos de los protagonistas que pasan por sus páginas y de otros que no están. Creo firmemente que ese es el éxito de este nuevo libro de Marta Robles: que nos crea la necesidad de saber y nos hace plantearnos más de una pregunta. Y que hasta alguien que ha perdido la fe en el amor romántico, como yo, acabe creyendo que sí, que es cierto, que el amor, que amar a alguien hace florecer. Como la primavera hace con los cerezos. Lo dijo Pablo Neruda, el gran poeta, incontestable como tal, pero que fue capaz de repudiar a una hija por nacer con hidrocefalia y desentenderse de ella y de su madre. Da para pensar, ¿a que sí?


1 comentario:

  1. Me llamó mucho la atención la temática de este libro cuando lo ví. Me pareció un enfoque curioso. Me gustaría poder leerlo, a ver si me organizo. Y no pierdas la esperanza, que nunca se sabe. Besos guapa.

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