lunes, 31 de enero de 2022

DANIEL FOPIANI: "EL CORAZÓN DE LOS AHOGADOS ES MI OBRA MÁS PERSONAL"

El próximo 2 de febrero, en apenas dos días, la nueva novela de Daniel Fopiani estará a la venta. Han pasado dos años desde que La melodía de la oscuridad saltó brillantemente a la palestra con una historia truculenta y muy negra ambientada en Cádiz, con un asesino en serie muy especial y un protagonista que se salía por completo de los cánones: era ciego y, personalmente, atravesaba cada día las calles del infierno. La espera ha merecido la pena porque vamos a poder disfrutar de una novela que va a sorprender y también nos va a erizar la piel en muchos de sus pasajes: El corazón de los ahogados. En ella, desde Tombuctú, Doudou y su mujer huyen de la guerra con rumbo a Melilla. Tras múltiples abusos por parte de la policía marroquí y de las mafias que sacan provecho de la desesperación, consiguen subir a una patera. Ella está embarazada y temen morir en el mar, ahogados.

En el pequeño camposanto de la isla de Alborán aparece una cabeza decapitada de origen africano, rodeada de gaviotas mutiladas en un extraño ritual. La sargento de infantería de Marina, Julia Cervantes, es enviada a la isla tras el macabro descubrimiento. Después de varios años, sigue sin superar la muerte de su marido. Durante una terrible tormenta, Julia y su destacamento quedan completamente incomunicados con el exterior y desde la megafonía del faro que corona la isla comienza a escucharse una inquietante nana: “Diez soldaditos se fueron a cenar, uno se asfixió y quedaron nueve”. Cuando empiezan a sucederse los asesinatos el terror se desata. ¿Hay alguien más en la isla o el asesino se encuentra entre ellos?

Este post es muy especial porque sirve para dar voz al autor, a Daniel Fopiani, en una entrevista que tuvo la generosidad de concederme hace unos días. En ella nos habla de su novela, de su trabajo dentro de la infantería de Marina, de la isla de Alborán, tan desconocida como peculiar, de inmigración… Seguro que vais a encontrar en sus respuestas muchas cosas y datos interesantes que os van a hacer desear haceros con El corazón de los ahogados y devorarla. Vamos allá.


 – Han pasado dos años desde la publicación de "La melodía de la oscuridad", tu anterior novela. ¿Qué conclusiones sacas de estos dos años, cómo valoras la aceptación que tuvo?

Como sabes, soy uno de esos escritores que se han curtido en las trincheras, y no hablo del mundo militar, si no del editorial. He ido escalando poco a poco desde lo más bajo, mis primeras obras fueron publicadas por editoriales locales, humildes, con mucho menos recursos de los que tiene Espasa, en la que tengo la suerte de publicar hoy día. No puedo evitar que se me escape una sonrisa de felicidad cada vez que me preguntan sobre los resultados de “La melodía de la oscuridad”. Supongo que se debe a que valoro honestamente la fortuna que tengo de poder llegar a miles y miles de lectores, muchos más de lo que habría logrado imaginar en mis sueños más húmedos hace apenas unos años. Solo hay que darse un paseo por las redes sociales y los medios de prensa para ver la crítica elogiosa que ha cosechado mi anterior novela. Al final, los escritores vivimos de las opiniones de nuestros lectores y del boca a boca, no puedo estar más agradecido por la acogida que ha tenido “La melodía de la oscuridad” durante todo este tiempo. 

– ¿Cómo crees que has evolucionado como escritor de tus dos primeras novelas hasta ahora? ¿Algo ha cambiado en ti?

Claro, soy dos años más viejo. Pero además de las patas de gallo y las canas que van ganando terreno poco a poco, la vida se ha encargado de regalarme ciertas experiencias vitales de las que he aprendido bastante, además de los libros que he leído a lo largo de todo este tiempo, que no son pocos. Los escritores, con el paso del tiempo, no solo vamos madurando como persona, también lo hacemos desde el punto de vista narrativo. Siendo consciente de todo lo que aún me queda por aprender, estoy muy satisfecho con los resultados de “El corazón de los ahogados”. Considero que entre sus páginas hay mucha más literatura que en títulos anteriores. A fin de cuentas, es con literatura como intento agradecerle a los libros todo lo que me han dado en la vida.

– Ponerle etiquetas a "El corazón de los ahogados", tu nueva novela, es complicado: es novela negra, con mucho de thriller, reivindica la figura de los militares españoles y contiene también una fuerte carga de denuncia respecto a la inmigración ilegal. ¿Tú cómo la definirías?

Como mi obra más personal, sin lugar a dudas. Me atrevo a escribir sobre mi trabajo por primera vez en la vida y, aunque la trama sea una obra de ficción, trato muchos temas que no lo son. Durante más de nueve años he sido componente de los Equipos Operativos de Seguridad de la Armada (E.O.S) y he trabajado de primera mano la inmigración en el mar Mediterráneo. No me gusta usar la palabra ilegal, porque no debería serlo. De alguna manera, escribir también es una forma de compartir lo que uno ha vivido, lo que uno ha aprendido. Si con “El corazón de los ahogados”, además de divertir, logro transmitir la necesidad, las miserias y la desesperación de la madre que se tira al mar con la esperanza de darle una vida mejor a sus hijos, habré logrado el objetivo. Por otro lado, gran parte de la sociedad piensa que los militares solo estamos para pintarnos la cara con pintura de camuflaje y repartir disparos en zona conflictiva, pero muy pocos conocen las labores humanitarias que también llevamos a cabo en la actualidad. 

– En "El corazón de los ahogados" haces protagonistas a miembros de la Infantería de Marina, cuerpo al que tú perteneces. ¿Cuánto hay de homenaje a tus compañeros? En tu opinión, un militar experimentado ¿se enfrenta de forma diferente a crímenes como los que narras respecto a un civil o un policía nacional, por ejemplo?

Ingresé en la Infantería de Marina a los dieciocho años y es evidente que en esta novela también hay cierto homenaje al cuerpo que me ha visto crecer las barbas. Aunque pertenecer a la Armada haya supuesto sacrificar muchos años alejado de casa y de la familia, también es cierto que me ha ofrecido la oportunidad de formarme, como profesional y como humano gracias a las experiencias vividas, además de llevarme a lugares que no habría visto de ninguna otra manera (La isla de Alborán es uno de ellos, de hecho).

La Infantería de Marina es un cuerpo especializado en operaciones anfibias, somos una fuerza que puede desplegar tanto en tierra como en el mar, y nuestras funciones son muy diferentes a la de los compañeros de la Guardia Civil o Policía Nacional. Por norma general, el ejército no va a afrontar la investigación de un homicidio, si no que los fallecidos con los que solemos tener relación son nuestros propios compañeros caídos en Zona de Operaciones o los cuerpos que rescatamos del mar en las Operaciones de Seguridad Marítima. 


 – Dos tramas paralelas, un misterio de "habitación cerrada" repleto de crímenes y descubrimientos macabros en la isla de Alborán, un enclave al que solo tienen acceso el ejército y algunos biólogos. Un lugar muy pequeño pero, tal como vamos a leer, lleno de rincones muy especiales. Tú has estado allí, cuéntame cómo es y por qué la elegiste como escenario.

En 2009 estuve destacado durante tres semanas en la isla de Alborán y automáticamente quedé enamorado de ese trozo de tierra que, como dices, muy poca gente ha tenido la oportunidad de pisar. El islote apenas tiene seiscientos metros de largo, pero en tan poco espacio podemos encontrar un cementerio con tres tumbas, una cueva subterránea que atraviesa la isla de punta a punta y una guerra encarnizada que se libra al atardecer entre las dos especies de gaviota que allí conviven, entre otros muchos detalles únicos que podremos encontrar en la novela. Cuando estuve allí apenas tenía diecinueve años. Por entonces solo era un lector lleno de ilusiones, pero supe de inmediato que algún día debía escribir sobre aquella isla abandonada en medio del Mediterráneo, solo que lo he hecho once años más tarde. 

– La protagonista de "El corazón de los ahogados", Julia Cervantes, una infante de marina bregada y profesional, con carácter, lleva también sus propios fantasmas a la espalda. Para crearla ¿te basaste en experiencias propias o de compañeras tuyas? ¿Cómo definirías el papel actual de la mujer en las Fuerzas Armadas españolas?

Es cierto que a la mujer se le ha dado la oportunidad de pertenecer a la Infantería de Marina desde hace relativamente poco. Las Fuerzas Armadas les abrió las puertas en 1988 y, cuando hablamos de la Infantería de Marina española, hablamos de la más antigua del mundo, formada en 1537. Puede dar la errónea sensación de que, al ser las últimas en llegar, aún tienen mucho que demostrar frente a los hombres que llevan toda la vida defendiendo su país. Un concepto que ha caído por su propio peso cuando a la mujer se le ha dado el derecho que merecía.

Aunque aún nos queda mucho camino por recorrer, igual que en cualquier otro ámbito de la sociedad, me alegra ver que el ejército va avanzando en la dirección adecuada ¡Y claro que esta novela está inspirada en muchas de mis compañeras! A lo largo de mi carrera militar he tenido la suerte de coincidir con mujeres ejemplares que no solo han superado con éxito las exigencias y la dureza del adiestramiento, si no que han demostrado ser un pilar fundamental en uno de los oficios más exigentes de nuestro país.  

– La trama que dedicas a la inmigración ilegal a veces eriza la piel por su dureza y brutalidad. ¿La planificaste como un mensaje muy directo al lector, para abrir los ojos ante un problema tan sangrante?

Voy a dejar de lado la política, los discursos raciales y las creencias religiosas. Podría calificarme de analfabeto en esas tres vertientes. Lo único que sé es lo que han visto mis ojos y lo que he sentido en mi interior cuando nos hemos encontrado con la desesperación de un niño al volcar una patera en mar abierto o cuando hemos recogido un recién nacido de las manos de su madre, que nos lo ofrecía, sin pedir a cambio que también la rescatásemos a ella. La necesidad de ayudar cuando alguien lo necesita nace del centro del pecho, de una manera espontánea y natural. Las banderas y las fronteras las ha dibujado el hombre sobre el papel. 

Si algo caracteriza "El corazón de los ahogados" son el ritmo y la tensión, que no dejan de aumentar en cada capítulo. ¿Tenías planificada desde el principio esa estructura? ¿Escribiste las dos tramas por separado o las fuiste intercalando a medida que las creabas?

Cada una de mis novelas está escrita de un modo totalmente diferente y, supongo que, a fin de cuentas, es lo bonito del oficio. “El corazón de los ahogados” es una novela que llevaba once años dando tumbos por mi cabeza, lo que hay escrito entre sus páginas lleva macerándose y estructurándose desde hace mucho. En este caso, lo tenía todo claro antes de sentarme a escribir siquiera la primera página.

Los capítulos que dedico a uno u otro personaje los fui escribiendo de manera cronológica, en el mismo orden que los van a encontrar los lectores en el libro. Aunque parezcan tramas paralelas, me parece la mejor manera de que la narración tenga fluidez y que no dé la sensación de que los capítulos parezcan cortados y pegados uno detrás de otro. 

- El cementerio de la isla de Alborán, con el estremecedor círculo de gaviotas decapitadas y las cabezas de muñecas de porcelana que aparece al principio de la novela ¿lo creaste tú o la idea surgió de algo que viste en algún momento?

La idea surgió como necesidad de crear un paralelismo con la novela “Diez negritos”, de Agatha Christie, que es otra de las protagonistas de “El corazón de los ahogados”. Cuando estuve destacado en la isla de Alborán me resultó inevitable relacionar aquella minúscula isla, donde convivía junto a diez militares a la espera de que volviese un barco y nos sacase de allí, con uno de los clásicos que tanto disfruté en mi juventud. No te puedes ni imaginar la que me entró por el cuerpo cuando comprobé que, por tener connotaciones raciales, la famosa nana de la novela original fue traducida por Los diez soldaditos y la isla del Negro por la isla del Soldado. Solo hay que tener los ojos bien abiertos para ver que, de vez en cuando, la vida hace regalos tan oportunos como este.

 

Para terminar ¿cómo convencerías a un posible lector que no te conozca de que no puede perderse "El corazón de los ahogados”?

Madre mía, ya sabes que a mí estas cosas se me dan fatal. Me cuesta mucho elogiar mis propias novelas y tampoco creo que se me dé del todo bien. Quizá, lo único que pueda decir es que en “El corazón de los ahogados” van a encontrar a un escritor que respeta el oficio desde que tiene uso de razón. Que trabaja cada día por consolidar su propia voz y por ofrecer una narrativa atractiva para los lectores. También podría añadir que, aunque no me ajuste al ritmo desenfrenado que impone el mercado editorial, seguiré escribiendo toda la vida. Contra eso no hay cura.

Gracias, mil gracias, Daniel, por esta entrevista, por tu complicidad y la confianza que has depositado en mí. Sabes que te deseo lo mejor y estoy segura de que El corazón de los ahogados tendrá buen viento y mejor vela. Y a vosotros, posibles lectores, solo puedo deciros que no la dejéis escapar. Alborán os espera.