martes, 25 de abril de 2023

LA SOMBRA DEL REY DE JERUSALÉN de Agustín Tejada

Siempre es una alegría volver a leer a autores que te gustan y con Agustín Tejada me pasa. Tuve la suerte de conocerle en Úbeda, en el Certamen de Novela Histórica, la primera vez que acudí. Me gustó mucho cómo defendió allí la novela que llevaba y poco después, con motivo de la publicación de la siguiente y la presentación que se hacía en la Casa de la Rioja de Madrid, además (y por diversos imponderables organizativos) la presenté con él, algo que me hizo una enorme ilusión. Hoy me precio de poder considerarle mi amigo y es que a veces la vida me premia con estos regalos.

En su novela anterior, Cruzados, Agustín nos llevaba hasta el año 1096, a la primera Cruzada, en la que cinco protagonistas de muy diferente condición partían hacia ella. En esta ocasión avanzamos un poco en el tiempo hasta el 1175 para conocer en primera persona al rey Balduino IV, el rey leproso, y todas las intrigas políticas, palaciegas y diplomáticas que le tocó vivir, además de sus míticos enfrentamientos con Saladino. Una novela que da un paso más en la carrera como escritor de Agustín y que es una lectura apasionante para cualquier amante de la novela histórica. Y, como siempre, Pámies nos regala una portada fabulosa.

CABALLEROS DE JERUSALÉN Y DE CRISTO

Corre el año 1175 y Balduino IV, apenas un adolescente, acaba de ser coronado como rey de Jerusalén. Desgraciadamente, el joven muestra todos los signos de estar desarrollando la enfermedad de la lepra, lo que le augura un triste y rápido final. Todos se empeñan en protegerle al máximo para evitarle peligros, pero él decide y exige ser adiestrado en el arte de las armas y la guerra, como cualquier caballero. Será un caballero de la Orden de San Lázaro, Amadís Pérez de Traba, el encargado de formarle. De origen hispano y con una extraordinaria habilidad para el manejo de la espada, también lleva su particular desgracia a su espalda: su hijo, Santiago, pereció por lepra y su esposa, enloquecida de dolor, se lanzó desde una muralla. Las enseñanzas y entrenamientos con Amadís hacen que el cuerpo del rey se fortalezca y también lo hace su ánimo. Ante los ojos sorprendidos de muchos, renace como hombre y como soldado a pesar de la enfermedad y toma las riendas de su reinado dispuesto a defender con uñas y dientes su territorio frente a la amenaza de Saladino.

La lepra sigue ensañándose con su cuerpo, pero ello no impide a Balduino tomar parte en grandes y feroces batallas acompañado de caballeros templarios, hospitalarios y de San Lázaro. Amadís es su referente, su maestro y su amigo, con él lo comparte todo, incluso sus momentos más bajos. Hasta el amor de una mujer, que se cuela entre ambos. Al ser consciente de que su final se acerca, el rey manifiesta un último deseo a Amadís, una petición que va a hacer que el aguerrido caballero se debata entre la duda del deber y la desobediencia. Es ahora cuando para él comienza de verdad la pelea por el reino de Jerusalén.

Lo insinuaba al principio, pero me gustaría recalcarlo: a medida que Agustín va publicando sus novelas, se aprecia con claridad una progresión brillante en su narrativa. Ha conseguido que las tramas fluyan cada vez con más claridad, se ha sacudido ciertos encorsetamientos y hasta los diálogos han ganado en frescura y naturalidad. En La sombra del rey de Jerusalén nos lleva hasta un momento histórico plagado de guerra y sangre, en el que dos contendientes, Balduino IV y Saladino, convertidos hoy día casi en un mito, luchan por un territorio del que ambos se sienten propietarios. Y lo hace con buen ritmo y con una ambientación fantástica, cargada de épica.

El plantel de personajes, tanto los históricos como los ficticios, está muy bien contrapesado y Agustín ha sabido dibujar sus perfiles con pericia, tanto en lo bueno como en lo malo. Son muy humanos, todos tienen luces y sombras y tratan de vivir de acuerdo con sus creencias... o sus intereses. Podríamos considerar a esta novela como una excelente biografía novelada del rey Balduino IV, aunque es algo más que eso. Además la recreación que hace de las grandes batallas que se vivieron en su reinado es profundamente visual y las desarrolla, como ya mencionaba, con una gran carga épica. Balduino se nos muestra como un hombre valiente, que conoce de sobra sus limitaciones físicas pero que se sobrepone a ellas para defender su tierra.

Pero no solo son batallas los que nos encontramos en La sombra del rey de Jerusalén, también se nos describe la complejidad que supuso mantener el equilibrio político (agravado por la enfermedad del rey, que muchos querían usar en su beneficio) y las distintas intrigas cortesanas y políticas que le rodearon. Aquí Amadís se convierte en el mejor báculo para el rey, que sabe que puede confiar en él a ciegas. Entre tanta batalla habrá tiempo también para el amor y los recuerdos, el mejor bálsamo para aquellos tiempos tan crispados.

Estamos, gracias a esta novela, frente a una época tan fascinante como complicada; tan apasionante como cruel y descarnada. En una tierra que se ha visto empapada de la sangre de tantos y tantos hombres, un rey que se sabe condenado tomará la decisión de pelear, a pesar de todo, por lo que considera justo, por su reino y por los suyos. La sombra del rey de Jerusalén es una estupenda lectura en la que vale la pena dejarse llevar y perderse en sus páginas hasta el final. Estoy segura de que hay muchas cosas en ella que os van a sorprender y a emocionar.

jueves, 20 de abril de 2023

EL TABLERO DE LA REINA de Luis Zueco

Confieso que me prendé del modo de escribir de Luis Zueco cuando leí El castillo, que me vino recomendada por muchos amigos amantes de la lectura. Y, desde entonces, he seguido su carrera literaria paso a paso, empapándome por completo de cada cambio de temática y de las perfectas recreaciones que hace de la época a la que nos traslade. Para mí, leer a Luis Zueco es una experiencia de inmersión total y siempre consigue que me olvide del mundo para viajar con él en el tiempo. Además dota a sus personajes de una personalidad tan marcada que es sencillísimo ponernos en su piel, amarlos, odiarlos o desear que les caigan todos los males del infierno. En su última novela, El tablero de la reina, que hoy os traigo, Luis nos lleva al siglo XV, al momento en que Isabel de Castilla está moviendo fichas para conseguir alcanzar su propósito de ser reina de Castilla. Y lo de "mover ficha" os aseguro que está traído con intención.

Cuando leí el resumen, a pesar de lo poco que me gusta, porque o me destripa la novela entera o me la desdibuja, ya me ganó, porque me declaro fan irredenta de Isabel de Castilla y, a medida que iba leyendo, más crecía mi burbuja temporal. Intentaba aprovechar sobre todo las noches, para no tener interferencias externas. Que me lo he pasado de maravilla leyendo esta novela se nota, ¿verdad?. Pasad, que os cuento con más detalle.

COMIENZA LA PARTIDA

Año 1468. Gadea, una jovencita inteligente y apasionada del ajedrez, se ve obligada a abandonar su hogar en Toledo tras un progromo en el que pierde a toda su familia. Y Ruy, un cronista de la Historia, apasionado de los libros, llega a Segovia para encargarse de la misión de formar al joven rey Alfonso. Pero Castilla atraviesa momentos cruciales y convulsos. Alfonso de Trastamara va a morir en circunstancias extrañas y Enrique IV es coronado rey. Isabel, su hermanastra y la única que podía oponerse a sus planes, es obligada a firmar la paz. Lo hace, aunque sabe que sus movimientos, desde ese momento, irán dirigidos a un solo fin: convertirse en reina.

El extraño asesinato de un noble en la Corte, ya de por sí alterada por todo lo que está sucediendo, lleva a que Gadea y Ruy se unan para encontrar al culpable en un momento crítico para Castilla. Las conspiraciones se suceden e Isabel comienza a tomar posiciones en el tablero en que se ha convertido su vida y la de quienes la rodean. 

Que Luis Zueco maneja la documentación histórica como pocos, es un hecho. En esta novela ha hecho puro encaje de bolillos entre el ajedrez y los hechos que sucedieron en Castilla en el siglo XV, creando un paralelismo fascinante. Por un lado está el juego en sí mismo, la lucha de uno contra uno, en el que priman la inteligencia y la estrategia y que, en este momento, está empezando a cambiar ciertas reglas; por otro, la metáfora que supone el juego respecto a la lucha de poder que se está viviendo en Castilla y que mantiene en jaque a la Corte, a Enrique IV, a Isabel y a todos sus partidarios.

La novela es ambiciosa, pero cumple con creces. Tenemos emoción, asesinatos, intrigas palaciegas, ajedrez, libros, Historia... es una novela histórica, pero también hay en ella mucho de thriller y del ritmo de este a lo largo de las páginas. Un mestizaje interesante que siempre resulta muy cautivador para el lector. También ayuda a ese interés la estupenda mezcla de personajes ficticios con reales y aquí me declaro rendida admiradora de cómo ha dibujado Luis a Jorge Manrique, un caballero con las lealtades claras y una personalidad arrolladora. Mi imagen de Manrique es la que, creo, todos tenemos: su retrato, más o menos favorecedor, en los libros de literatura. Pero aquí habla y camina y recuerda y toma decisiones...y yo me he rendido ante él. Con armas y bagajes.

Las mujeres protagonistas en El tablero de la reina no son etéreas damiselas que bordan y esperan a su hombre en la ventana. Gadea es joven, pero tiene una gran inteligencia y es una maestra jugando al ajedrez. Isabel de Castilla tiene las ideas claras y no va a dejar que nadie se interponga en su camino. Y Beatriz Galindo, la Latina, maestra de latín de Isabel, es culta y decidida. Son mujeres fuertes, que no se dejan amedrentar y que luchan por lo que quieren, aunque, quizá, sus personalidades y sus certezas sean demasiado "modernas" para los amantes más académicos del género histórico. Ruy, por su parte, maneja con soltura libros y cultura, conoce la Historia. Resulta el contrapunto perfecto.

Como explica Luis en las primeras páginas del libro, en ese momento las reglas del ajedrez empezaban a cambiar y también que el juego se ha ido adaptando a los tiempos que se han ido viviendo. El paralelismo que crea entre cómo la figura más importante del tablero pasa a ser la reina y el ascenso, lento pero inexorable, de Isabel al trono, es maravilloso, en mi opinión. Demuestra cómo un pequeño cambio en algo que aparentemente no tiene importancia puede provocar una auténtica revolución en cosas y causas más grandes. 

Una de las mejores cosas que ofrece esta novela es la ambientación. Me ha enamorado especialmente la que hace del Madrid del siglo XV, tan diferente a lo que conocemos y que en tiempos de Enrique IV tuvo más importancia de lo que creemos (un gran mercado, la concesión del título de "Muy noble y muy leal", la segunda boda del rey y el nacimiento de su hija Juana - posteriormente conocida como la Beltraneja- entre otros hechos). Es fácil sentirse dentro de la novela, sea cual sea el lugar por el que Luis nos lleve.

Con El tablero de la reina, Luis Zueco da otro paso adelante como escritor de novela histórica y también como innovador del género. Es osado, se atreve a mezclar estilos, hechos y personajes haciendo de sus tramas una lectura apasionante. Mención aparte merecen los diálogos, naturales, frescos, adaptados al momento y nada acartonados. 

Así pues, una vez colocadas todas las fichas en el tablero, empiezan moviendo las blancas. Y como dice Luis al inicio del libro: "Si me lo permiten, les daré un consejo antes de empezar esta lectura: no pierdan nunca el control del centro del tablero, enroquen al rey para protegerlo, todos querrán matarlo, y no duden en sacrificar las piezas necesarias para avanzar posiciones. Y piensen que hasta el último peón puede alcanzar la octava casilla y cambiar su destino. Comienza la partida, muevan ficha."

 


lunes, 17 de abril de 2023

ASÍ EN LA GUERRA COMO EN LA PAZ de Luis García Jambrina

Llevo ya unos años siguiendo la trayectoria de Luis García Jambrina y me reconozco fiel seguidora de sus "manuscritos", protagonizados por el pesquisidor Fernando de Rojas, y que mezclan con buen estilo la novela histórica con el misterio o los crímenes, algo que los hace muy entretenidos. En esta nueva novela, Jambrina abandona a su personaje fetiche para meterse de lleno en un hecho histórico poco conocido y de tristes consecuencias para quienes lo vivieron. Según nos contó el autor, en el encuentro que mantuvimos con él, la idea de plasmar este hecho en una novela surgió en pleno Camino de Santiago, hablando con un historiador. Este fue quien le contó lo sucedido en la retirada de sir John Moore hacia La Coruña y todas las vicisitudes por las que tuvo que pasar aquella columna de militares, mujeres y acompañantes.

En esta novela nos vamos al invierno de 1808, un invierno especialmente duro y con España en plena Guerra de la Independencia. Lo más sorprendente es que, siendo una novela en la que predomina lo bélico y los militares la protagonizan, la voz narradora es la de una mujer, Catherine Gallaguer, que acompañaba a su marido en su misión (como sucedía habitualmente en el ejército británico). Ella es la que da voz a aquella terrible retirada y la que cuenta por todo lo que tuvieron que pasar. Un planteamiento original que ahora os cuento con más detalle.

"NOS HABÍAN PROMETIDO LA GLORIA..."

El 31 de julio de 1808 zarpa de Portsmouth el cuerpo del ejército que se dirige a España para enfrentarse a las tropas napoleónicas y ayudar a la causa española. Pero estando en Sahagún reciben la orden de replegarse: los franceses están muy cerca y son numerosos. Así que todo el contingente inglés toma rumbo a La Coruña, perseguido pos sus enemigos. Catherine Gallagher, irlandesa y esposa de un soldado de infantería, nos cuenta desde dentro cómo fue el día a día de aquella retirada por tierras de Salamanca, Zamora, León y Galicia en un invierno durísimo e inclemente. Basada en hechos históricos, esta novela da voz a las grandes olvidadas de entonces, aquellas mujeres que acompañaban, a veces con sus hijos, a las tropas británicas en campaña.

Como os decía más arriba, en esta ocasión Jambrina cambia por completo de registro y de época. Y lo hace de la mano de un personaje que se sale de lo normal: la esposa de un soldado inglés. Según nos explico Luis, el personaje de Catherine es ficticio, pero lo basó en Catherine Exley, también esposa de oficial, que escribió un diario contando la retirada del ejército inglés tras el sitio de Badajoz. De ahí consiguió extraer muchos datos del día a día y de cómo se organizaba todo. Catherine Gallagher es una mujer que sabe sobreponerse a lo peor y que vive los peores momentos de una guerra sin estar en primera línea, pero padeciendo lo peor de ella. 

Estamos ante una novela que nos conmueve. Las enormes dificultades por las que tienen que pasar , el frío, el hambre, las muchas necesidades, la miseria... Los soldados las sufren, pero quien más las padecen son las mujeres y niños que les acompañan. La mayoría de ellas están ahí porque si se quedaban en casa no tenían esperanza ni casi futuro. Trabajaban para las tropas sin parar, cocinando, lavanco, cosiendo, atendiendo a los enfermos y a los animales... su situación era extremadamente precaria. Y, si el marido caía en combate, rápidamente buscaban otro soldado con quien casarse para no quedar indefensas. Contaban, además, con que si las tropas de los esposos eran vencidas, ellas eran también tomadas por la fuerza por los vencedores. Una posición completamente expuesta y muy, muy peligrosa.

La retirada de sir John Moore fue un completo desbarajuste, porque lo cierto es que sus superiores nunca contemplaron tal posibilidad. Moore quiso retirarse hacia Portugal, pero no fue posible. Iban por bloques; las mujeres por su lado, sin protección, ya que en la retaguardia quedaban más expuestas. Jambrina describe muy bien este caos de tropas y civiles que marchan hacia el norte con unas circunstancias climatológicas horribles y la frustración inmensa de los militares ingleses que no habían podido combatir frente a frente con los franceses. Ello les hizo pagarlo con las poblaciones por las que iban pasando, dejándolas arrasadas. Más de siete mil vidas quedaron en el camino y, de ellas, solo algunos cientos cayeron en escaramuzas o enfrentamientos puntuales con sus enemigos. 

El único pero que puedo ponerle a esta novela, realmente entretenida y llena de curiosidades históricas, es que hay ciertas momentos que quedan algo fríos en la situación que están viviendo o no suficientemente explicados, como si se pasara por encima sin aclarar demasiado. Y, quizá, he echado en falta algo más de tensión en determinados momentos. Cierto es que la visión de Catherine no es la de un soldado que va en vanguardia expuesto a la muerte, con todo lo que eso conlleva, y eso nos hurta la posibilidad de asistir a los encontronazos con los franceses y lo que sucedía en ellos. 

Así en la guerra como en la paz es también una historia de amor, la de Catherine y su esposo, y Jambrina nos comentó que la consideraba su obra más personal y también la más histórica. Lisboa, Salamanca, Mayorga, Astorga, La Bañeza, Bembibre, la sierra de los Ancares... el camino es largo y, cuando las mujeres llegan a las ciudades, muchas ya han sido saqueadas, por lo que el panorama es desolador.Todo se convertirá en pura supervivencia.

Esta novela me ha descubierto unos hechos que desconocía en gran parte y ha sabido mantener mi interés hasta el final. Seguir las penalidades de los protagonistas a veces encoge el corazón, pero la realidad, seguramente, fue aún más cruel. Os recomiendo que os dejéis seducir por esta historia de Luis García Jambrina siguiendo los pasos de Catherine y sus compañeras, estoy segura de que, como yo, descubriréis mucho sobre un momento histórico que creíamos conocer bien.


lunes, 3 de abril de 2023

MALDITO HAMOR de Cruz Sánchez de Lara

 

Curioso título, ¿verdad? Y más curioso aún que yo me anime con una historia en la que el amor (o más bien un desamor tóxico y traumático) está tan presente. Me conocéis bien: perdí la fe hace años, pero en este caso no nos metemos de cabeza en una historia de arco iris y unicornios rosas, sino en el modo en que el amor mal entendido puede llevarnos a una casi completa autodestrucción. No es una historia fácil la que Cruz nos muestra en esta novela, pero sí es la historia de muchas mujeres, al margen de su estatus social; quizá lo que más sorprende es que una profesional reputada, con una economía saneada, vida completa, una familia que siempre la apoya y un círculo social sólido pueda caer en las garras de un hombre capaz de despedazarla psicológicamente y de convertirla en la sombra de lo que era.

Esta es la segunda novela de Cruz Sánchez de Lara tras Cazar leones en Escocia que también contaba con una mujer como protagonista, pero en una trama mucho más, por ponerle una etiqueta, de "amor y lujo". En esta ocasión nos damos de bruces con un libro con escenas que cuesta leer y que nos lleva a descubrir que el amor, la obsesión, puede desbaratar la vida más completa y la mente más organizada para hacernos caer en un infierno y en una mentira que nos rompa de muchas maneras.

JUGANDO CON LOS LÍMITES

Clea Castán es una joven arquitecta especializada en reformas que ha ido ganándose una muy buena reputación a base de trabajo y dedicación. Su padre es un consultor de prestigio y Clea se ha criado en un ambiente lleno de belleza, aunque, desde siempre, ha intentado llevar una vida independiente gracias a su profesión y contando, en todo momento, con el amor y el apoyo incondicionales de sus padres. Pero todo va a saltar en pedazos. La reforma de un palacete en Biarritz la lleva a conocer a Henry, un aristócrata inglés de innegable atractivo, y a vivir con él un amor apasionado, desbocado y sensual en un ambiente de lujo. Clea cae rendida, se ciega por completo. Pero todo el brillo que desprende Henry hacia afuera esconde una oscuridad temible compuesta de celos, maltrato, un egoísmo casi patológico y mucha perversión. Un amor que va comiéndose literalmente a Clea, reduciéndola a la nada y arrojándola a un pozo oscuro del que no sabe cómo salir. 

Quizá esa sea la pregunta: ¿cómo escalar desde el abismo en el que hemos caído si ya hemos volado todos los puentes y destrozado los asideros para escapar? Pero vayamos por partes, porque lo cierto es que en el arranque de la novela a Clea es muy difícil comprenderla. De hecho, en muchos momentos, de lo que sentimos ganas es de darle un par de bofetadas para ver si reacciona. Y es que la novela empieza casi por el final, por la muerte de Henry y el duelo desgarrador e incomprensible de Clea. Solo a medida que la acción nos lleve a ir descubriendo cómo fue su historia empezaremos a entender muchas cosas, incluso esa muerte. Habrá que descubrir muchos "por qué" para conocer la verdad.

Este es un libro que tiene como telón de fondo el maltrato, pero no es ese su tema principal. Y tiene un mensaje claro: lo que le sucede a Clea nos puede suceder a todos, al margen de cómo sea nuestra vida o cómo seamos nosotros. Clea se nos muestra contradictoria, a veces fuerte y a veces muy frágil, pero solo cuando tengamos todas las piezas del puzle podremos ver la imagen completa. En la primera parte, como os decía antes, Clea nos pone, literalmente, de los nervios. Se hace muy complicado empatizar con ella, te enfada, te indigna y no entiendes por qué hace lo que hace y se comporta así. A medida que seguimos leyendo, se atemperan esas sensaciones porque descubrimos que no es la muerte del amado lo que hace que Clea esté devastada, aunque también, sino porque también ella está muerta en vida de muchas maneras; porque no es capaz de remontar una corriente que la ha arrastrado demasiado lejos.

Toda la parte positiva de la vida de Clea la conforman sus padres, su tía y sus amigas, pero ninguno de ellos entiende nada. Intentan estar a su lado hasta que la cuerda se tensa tanto que hasta su propio padre le da un ultimátum buscando que reaccione. En ese escenario, el mensaje que nos llega es que nadie sale de la violencia o de las peores cosas de la vida solo; Clea necesita a los suyos, pero también reencontrarse, perdonarse y volver a mirar a la vida de frente. Salir del infierno puede suponer llevarse algunas cicatrices, pero ser capaz de vivir con ellas.

Maldito Hamor (porque en la vida de Clea todo acabará escribiéndose con la H de Henry) es una novela que araña, nada complaciente, dura en muchos pasajes, pero también es una historia de superación, de esperanza y de la capacidad del ser humano para sacudirse los peores yugos. Para comprender que el dinero y una buena posición social no nos protegen de determinados depredadores y que muchas frutas esconden una pulpa amarga y oscura detrás de su aspecto brillante y apetitoso. Todos y cada uno de nosotros iremos a la frutería muchas veces y, en alguna ocasión, una de esas piezas podridas caerá en nuestra bolsa. Puede que no seamos conscientes hasta que los gusanos colonicen todo el frutero y entonces no sepamos qué hacer. Pero con eso, como con tantas cosas en la vida, se acaba con ayuda, una buena limpieza y, si llega el caso, con un frutero nuevo. Todo para que el amor no tenga nada delante que nos haga tropezar.