Esta novela es la primera del autor con la editorial Harper Collins y vamos a encontrar una historia que fluye sin dificultad desde la primera página, muy ágil y con personajes sin acartonar, reales y muy humanos hasta en sus peores manifestaciones. También encontraremos a figuras históricas conocidas como Herodes el Grande, Salomé, el emperador Tiberio, Séneca o Poncio Pilatos para terminar de encuadrar el periodo en que nos movemos y darle aún más verosimilitud.
ME LLAMO EZRA BEN FAZAEL ELEAZAR
Corre el siglo I de nuestra era. La estirpe de los Eleazar lleva generaciones encargándose de proveer el aceite sagrado para el Templo de Jerusalem. Ezra, joven miembro de la familia, ya es escriba, con un buen conocimiento en leyes y muy versado en la elaboración de aceites, perfumes y filtros y acaba de comprometerse en matrimonio con una joven con el visto bueno de las dos familias. Pero una disputa entre su padre y el cabecilla de los saduceos, Caifás, provoca que este les traicione y asalten a Ezra en el camino a Jericó, vendiéndole como esclavo a los romanos. Cambia su nombre a Jasón de Séforis y, en un viaje terrible, llega de Judea a Roma, donde será comprado por la esposa del senador Séneca. Sus nuevos amos, al comprobar los conocimientos sobre el aceite que Ezra, ahora Jasón, posee, deciden enviarle a Corduba, tierra natal de ambos, como administrador del inmenso latifundio olivarero que poseen allí. Deberá enderezar y reorganizar la producción del aceite, bastante maltrecha en los últimos tiempos, y, a su vez, tratar de descubrir por qué ha desaparecido una gran parte de ese aceite que debería haber llegado a Roma. La recompensa por conseguir ambas cosas será su manumisión y la preciada libertad.
Oleum. El aceite de los dioses es una novela sobre la esclavitud pero también de viajes, de comercio, de crueldad, de amores que no terminan ni se olvidan, de codicia. También de cómo se manejaba la alta política de la épocay todas sus corruptelas, mezclado todo ello con la intriga del robo de un producto tan preciado como el aceite de la Bética. El periodo histórico se enmarca entre los años 23 y 49 de nuestra era, desde los últimos años de reinado de Tiberio, pasando por Calígula y los nueve primeros años de poder de Claudio. Es Ezra/Jasón quien nos narra en primera persona toda su experiencia vital, desde sus días tranquilos y felices con su familia hasta los peores momentos de su captura, su esclavitud y sus vicisitudes en la propiedad de la familia de Séneca en la Bética.
Jasón, como protagonista, es un personaje poderoso. Tiene muchas de las características del héroe sometido a las peores pruebas de las que va a salir reforzado y sin perder nunca de vista su objetivo. A través de él y de su periplo hasta la Bética, viajaremos desde Cesárea a Corinto, Jerusalem, Alejandría, Roma, Hispania... conoceremos de primera mano las costumbres romanas, incluso las referidas a la gastronomía, y descubriremos las grandes diferencias entre la sociedad grecorromana, más orientada hacia la felicidad, al hedonismo, y la hebrea, sometida a los designios de un dios todopoderoso y muchas veces cruel. La realidad de la esclavitud en la época, terrible, es contada con toda su crudeza. Me impactó especialmente una escena en que se emascula de una forma espantosa a varios esclavos jovencitos, para que sean eunucos en un harén, y la manera en que curaban la atroz mutilación. Impresiona.
El aceite, como os señalaba antes, es un protagonista más en esta novela. Un elemento importante en toda la narración. Se nos describe maravillosamente cómo se recolectaban las olivas, el prensado, su conservación en ánforas, su distribución... hasta hace menos de un siglo estas artes eran practicamente las mismas que las que se nos detallan Y, al hilo de este oro líquido, conoceremos a una figura histórica olvidada: la esposa de Séneca, Helvia Albina, una mujer aristócrata natural de lo que hoy es Arjona que poseía inmensas tierras llenas de olivos en la Bética, y que, gracias a ella, el matrimonio disfrutaba de una vida más que acomodada. También aparece, de forma tangencial pero muy presente, la figura de Yeshua ben Josef, Jesús de Nazaret, al que Jesús Maeso de la Torre aleja de los clichés y nos le presenta como un gran regenerador moral y religioso.
Escrita con un estilo hermoso, sin largas descripciones y sin perderse en detalles innecesarios, Jesús Maeso de la Torre nos regala una novela profundamente realista que contiene todos los elementos para ser una lectura apasionante y de la que extraer muchos conocimientos nuevos. No hay nada que suene impostado o falso, aunque en todo momento sea evidente la profunda investigación del autor: esta nunca se sobrepone a la acción. El viaje de Jasón es apasionante ¿le acompañáis?