El
mejor regalo, sin duda, que me dejaron los años que estuve participando y
dejando opiniones en la página de Ciao! fue conocer a tanta gente maravillosa
con los que, aún hoy y después de que la página se cerrase tras una larga
agonía, sigo teniendo contacto y amistad. De todos ellos, una de las más
especiales es mi querida Conxi, que siempre es una luz que ilumina cualquier
oscuridad y una de las personas más generosas y estupendas que conozco. Hace
unos meses Conxi me habló de su amiga Carolina y del libro que esta había
escrito después de pasar por una etapa terrible de su vida. Carolina era un
ejemplo de superación y me pidió que le hiciese un huequito en este blog para darlo
a conocer. Y aquí estoy, dispuesta a cumplir mi promesa y a presentaros un
libro que, creo, puede ayudar a muchas personas a encarar no solo enfermedades
incurables, como la de Carolina, sino otras que nos incapacitan temporalmente o
que nos hacen someternos a tratamientos largos y desesperantes.
He
tenido la suerte, además, de que Carolina me explicase de primera mano qué
quería conseguir con este libro, como veréis al final de este post.
Cómo
vivir una enfermedad incurable nos trae en primera persona lo que le sucedió a
la propia Carolina con su salud. Falta de aire, vértigos, síncopes que la
dejaban sin conocimiento durante horas... los médicos achacaban todo a un tema
psicológico, alegando que estaba somatizando el dolor por la pérdida de su
hermana pocos meses antes. Los síntomas fueron a peor, incluso llegó a estar
dos días tirada en el suelo de su casa, recuperando la consciencia a cada rato
pero sin poder moverse. Se queja, con razón, en las primeras páginas de la
actitud de los médicos y los servicios de urgencias que la tildaban de loca y
le recetaban ansiolíticos mientras ella sabía que todo iba mal y que agonizaba.
Finalmente fue diagnosticada de hipertensión arterial pulmonar, una enfermedad
silenciosa y muy grave. Los especialistas tuvieron que pedirle disculpas por no
haberla detectado a tiempo, lo que acortaba su esperanza de vida, pero
Carolina, deportista, vital y valiente, decidió no rendirse e iniciar una vida
renovada a pesar de todo.
Hoy
día, con una bomba de perfusión pegada a su cuerpo, Carolina solo quiere vivir
y hacerlo de la manera más plena y feliz posible, de ahí este libro. Un libro
en el que da consejos de todo tipo para que la enfermedad no se adueñe de todo
tu ser, para que no dejes de ser tú y de seguir haciendo, de alguna manera, lo
que te gusta. Para alejarte de los días oscuros o, al menos, ser capaz de
sobrellevarlos, para organizar tus propias escalas de valores sin importar el
qué dirán, para gestionar el estrés. Pero también hay consejos de alimentación,
de ejercicios, de posturas cuando estás postrado en la cama y para aumentar y
mejorar la autoestima. Una lectura que es un canto a la vida y a las ganas de
seguir adelante a pesar de todo.
Y
aquí os dejo las palabras de la propia Carolina, que son la mejor carta de
presentación.
1. ¿Qué me motivó a escribir el libro?
Me motivó mi vivencia. El proceso de estar
muriéndome sin saberlo y llegar a ingresar en la Unidad de Curas Intensivas
(UCI) muy grave y con pocas esperanzas de sobrevivir. Ver que no podía irme sin
aprender a amar de verdad y a disfrutar de mi existencia, sentir el placer y la
paz de ser feliz simplemente porque estaría viva. Si moría, no habría cumplido
con este cometido. Tuve experiencias cercanas a la muerte y entendí que podía
vivir una segunda oportunidad independientemente de cómo quedase físicamente.
Solo quería saber vivir mejor de lo que había vivido. Automáticamente vi un
cilindro de luz muy denso y potente que me atravesaba el corazón y los
pulmones. Empece a llorar de felicidad. Sentí una paz que nunca había sentido,
me sentí salvada. A medida que pasaban los días en la UCI iba mejorando. Los
médicos también lo dieron todo, confiaron en que algo mágico también podía
ocurrir y respetaron mis necesidades en cambios de protocolo o directrices. El
líquido que llenaba mis pulmones y corazón fue disminuyendo, en un mes ya había
desaparecido por completo, en tres semanas pude levantarme de la cama, en dos
meses me quitaron el suministro externo de oxígeno, en tres salí del hospital…
y ahora que han pasado dos años puedo andar hasta 7 km en un dia.
Cuando intuyes que puedes vivir y quieres tomar la
enfermedad como camino de aprendizaje, existe una fuerza sobrenatural y un
acompañamiento incondicional. Este camino y esta experiencia, pensé que debía
estar descrita para dar esperanza a otras personas que están en situaciones
graves e intentan vivir para ser mejores a pesar de lo que les haya sucedido.
Esta experiencia que te hace evolucionar como persona también puede repercutir
en el físico, yo me estoy recuperando de una enfermedad cardiopulmonar grave,
progresiva y mortal.
2. ¿Qué espero de él y de sus enseñanzas?
Que ayude a todas las personas, enfermas y no
enfermas, porque es un canto a la vida. Mi libro está lleno de mensajes y
aprendizajes para todo ser humano. Debemos entender que lo único importante es
qué alma entregamos en el momento de morir, no que cuerpo vamos a dejar.
Debemos entregar algo mejor de lo que se nos fue dado al nacer.
Con el método flowing health descrito en el libro,
el cual significa fluir en tu estado de salud, las personas enfermas pueden
aprender a ejercitarse cuando están en la cama hospitalaria y en casa sin poder
moverse mucho. También incluye tres meditaciones imprescindibles para vivir
cualquier proceso de recuperación o vital, funcionan! Puedes vivir cualquier
proceso con más serenidad y confianza, en ti mismo y en la situación.
El método que he creado a partir de mis
conocimientos y aprendizaje personal me ha salvado la vida y me está ayudando
día a día (estoy mejorando físicamente y a pesar de mi diagnóstico, vivo
feliz!).
Un abrazo,
Carolina Torres.