Hay puntos en común con su libro anterior: también tenemos en primera línea a un hombre divorciado y con dos hijos, pero esta vez su vida amorosa se ha reconstruido y vive enamorado de María. Sus hijos son su orgullo y él es policía de homicidios. Pero un caso sangriento y complicado y una revelación inesperada van a poner patas arriba toda su vida.
DOS CARAS DE LA MISMA MONEDA
Jorge Caballero es un padre orgulloso de sus dos hijos: Pablo, que acaba de graduarse, y Charo, que trabaja como pasante en un despacho de abogados. Divorciado desde hace tiempo, la relación con Olga, su exmujer, no es demasiado buena, pero los dos han reconducido sus vidas y sus corazones. Jorge está felizmente enamorado de María, una joven psicóloga, y ha dejado atrás un serio problema con el alcohol. Jorge es policía, ya curtido en su trabajo, y mantiene una buena camaradería con García, su compañero. Ambos son llamados para que acudan al Anatómico Forense, donde se dan de bruces con un caso especialmente brutal: un hombre ha aparecido en su domicilio de la calle Serrano cosido a puñaladas, con los testículos cortados y en la boca y un palo de fregona en el recto.
Lo más sorprendente de todo es que la víctima es un ya maduro hombre de negocios, con un nivel de vida muy alto y que, según van descubriendo los policías, era ultraconservador y extremadamente tradicional, homófobo y racista. El piso de la víctima no tenía la entrada forzada y no hay pistas a las que agarrarse para encontrar a los culpables, así que comienzan a investigar su entorno y su empresa. Son cosas pequeñas las que empiezan a no cuadrar demasiado en la biografía del difunto en un caso que se va a complicar mucho y a tomar un camino inesperado. Como inesperada es también la confesión que el mejor amigo de su hijo le hace a Jorge: es homosexual y suele acudir a un local concreto a "pillar cacho". De allí le vio salir un conocido de su padre y tardó poco en contárselo, por lo que le han echado de casa.
Prohibido, en su brevedad, contiene una fuerte carga de denuncia social pero también es una cada vez más vertiginosa espiral de autodestrucción. Por debajo del caso del asesinato que Jorge Caballero y García investigan, y que no será el único, vamos a conocer en primera persona los infiernos personales de sus protagonistas, la mayor parte de ellos causados por adicciones más o menos visibles. No solo las referidas al alcohol, a las drogas o, incluso, al tabaco en su máxima expresión, sino también al sexo y al deseo. Jorge Caballero cree haber superado su momento más oscuro cuando, sin esperarlo, los cimientos de su vida personal y familiar se resquebrajan. Y siempre hay una botella que puede hacerle volver a la casilla de salida.
Además, la confesión de Álvaro, el amigo de su hijo, despierta en él sentimientos encontrados: por una parte es consciente del peligro que corre el chico acudiendo a antros para ligar con hombres mayores y, por otro, se siente cada vez más tenso al saber que Álvaro siente algo por él. Todos los andamios y refuerzos que Jorge Caballero ha ido construyendo en su vida en los últimos años se tambalean peligrosamente.
Os decía al principio que había similitudes entre la novela anterior de Enrique Pérez Balsa y esta, no solo es cuanto a las características personales del protagonista. También se toca de nuevo el tema de la prostitución masculina, aunque esta vez de una manera más sórdida, y ya no hay tanto humor negro cargado de mala leche. Prohibido es más oscura, sobre todo porque Jorge tiene muchos demonios personales en la mochila y, aunque las terapias y el amor de María le han hecho renacer, de alguna manera, el peso de lo que ha sido y de lo que podría volver a ser empieza a ser excesivo.
Prohibido lanza también muchos mensajes acerca de la relación con los hijos y cómo la mayor parte de las veces los padres no tenemos ni idea de cómo son ni lo que hacen cuando no los vemos. Tenemos una imagen creada de ellos en función de nuestra vida familiar y personal, pero cuando salen de casa sus perpectivas cambian. Aquí seremos testigos fundamentalmente de la relación de Jorge con su hijo Pablo (ya que a su hija solo la conoceremos al principio y ya no vuelve a aparecer) y la de Álvaro con sus padres, aunque de esta sabremos lo que Álvaro cuenta... hasta que Jorge decide acudir a las fuentes para saber más.
Aunque me ha resultado fácil sentir simpatía por Jorge (a pesar de que no he entendido, en algunas ocasiones, sus reacciones), tanto Álvaro como Pablo me resultaron odiosos desde el comienzo. Álvaro por manipulador y Pablo por sus habilidades de niño mimado que cree que puede manejar a su padre con el recurso tan manido del chantaje emocional. María, en toda la historia, es el faro, la luz que orienta a Jorge, su asidero, pero él no siempre sabe encontrar el rumbo.
Prohibido es una lectura estupenda para pasar una tarde muy entretenida. Se lee del tirón, tiene un crimen sangriento, una investigación que va a deparar muchas sorpresas y varios escalones hacia el infierno bajo los pies de Jorge Caballero. Quizá he echado de menos un poco más de detalle en algunas explicaciones y escenas, pero lo importante, lo fundamental, está todo delante de nosotros y, como narración, funciona perfectamente. Y deja un posito de escalofrío muy reconocible. Siempre hay algo en lo prohibido que atrae sin remedio.