jueves, 12 de septiembre de 2019

JOSÉ MANUEL GARCÍA DURÁN, GANADOR DEL III CERTAMEN "LETRAS I DIEZMO"

Ya son tres ediciones del Certamen Literario de Relato Corto "Letras I Diezmo", organizado por el maravilloso Hotel Rural La Casa del Diezmo, ubicado en Buitrago (Soria)  como impulso a la creación literaria. Y tres ediciones en las que he tenido el honor de participar como jurado, lo que me ha permitido conocer de primera mano, en primer lugar, que hay mucho talento escondido y esperando una oportunidad como esta para salir a la luz y que merece mucho la pena atravesar las palabras escritas para conocer a quien está detrás de ellas. Un privilegio como este se lo debo a José Ramón, mi amigo del alma y propietario (junto con Emilio) del hotel, a quienes nunca me canso de dar las gracias por su cariño, su complicidad y su hospitalidad.

Este año se han superado todas las expectativas en cuanto a presentación de relatos, que han llegado, incluso, desde el otro lado del océano. Las únicas reglas a seguir eran la temática y la extensión. Respecto a la primera, los autores debían ponerse en la tesitura de, siendo mujer, despertar siendo hombre y viceversa y, en cuanto a la extensión, no superar las trescientas palabras. Dejando al margen que hay quien no debe leer bien las bases o que decide tirar por la vía de enmedio con tal de que le lean, obviando las reglas (incluidas las ortográficas) por completo, lo cierto es que tanto al organizador como a los jurados nos dejaron agradablemente sorprendidos tanto el volumen de relatos presentados que sí cumplían las normas como la originalidad de la mayoría de ellos

Ser jurado no es sencillo en absoluto. Pero, en mi caso, busco siempre un relato bien escrito, bien estructurado y que tenga algo diferente al resto. Curiosamente, los tres jurados coincidimos en las mismas apreciaciones sin haber hablado previamente ni hacernos ninguna consulta durante el proceso de selección y premio, cosa que me parece también fundamental para preservar la limpieza del proceso. 

Este año la finalista fue A las cinco, de Elena Olivella, con un relato capaz de erizar la piel por su trasfondo. Y el ganador, al que os traigo hoy encantada de que le conozcáis, fue José Manuel García Durán con Ocho palabras y dos tetas. Muy original, casi transgresor, muy bien llevado en su brevedad y con tres frases finales que son una delicia por la sorpresa que provocan al lector, considero que es el mejor ganador posible.


Aquí os lo dejo para que lo disfrutéis. Y a continuación, una pequeña nota biográfica del autor y una breve entrevista para que le conozcáis mejor. Ha sido todo un placer, como siempre.

OCHO PALABRAS Y DOS TETAS


Fariseo, el viejo loro del que me hice cargo tras la muerte de Doña Vicenta, fue el primero que se dio cuenta de que algo había cambiado. Al principio no entendí (o no quise entender) lo que aquel pajarraco graznaba: "¡Tetas! ¡Tetas!", parecía que dijera.

Y sí, allí estaban, como si fueran dos cebollaso, más bien, dos gritos. Como dos lunas recién amanecidas.

Me vendé los pechos para tratar de disimularlos y, desconcertado aún, terminé de abotonarme la camisa. Un tañido broncíneo se coló por mi ventana, en poco más de treinta minutos todo el mundo clavaría sus ojos en mí, en mis gestos y en mis palabras. Cogí el mismo libro de todas las mañanas y aparentando una seguridad que no sentía, me dirigí a la "oficina".

Busqué las calles menos concurridas por temos a cruzarme con alguien que me conociera. En realidad, todos nos conocíamos, resultaba imposible el anonimato en un pueblo de ocho mil almas. Pero nadie sabía que tenía tetas. ¡Tetas!, con todo lo que yo había despotricado de las mujeres... "La boca es mu castigá", decía siempre mi madre.

Conforme me acercaba al atril, seguido de mi ayudante, el silencio se fue adueñando de la sala como si fuera una mala hierba. Decidí iniciar mi discurso con toda la naturalidad del mundo, como lo venía haciendo desde hacía más de cincuenta años, con la Fórmula Trinitaria:

- In nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti...

 Al alzar mis brazos para hacer la señal de la cruz, sentí que las vendas cedían y dejaban libres mis pechos recién nacidos. Iba a ser un día duro, también sería duro lo que me restaba de vida. Y más aún, después de haber dicho lo que había dicho durante más de medio siglo desde aqul mismo lugar...

BIOGRAFÍA DE JOSÉ MANUEL GARCÍA DURÁN


José Manuel García Durán es natural de Aracena aunque, circunstancialmente, nació en Minas de Riotinto, localidad protagonista de su primera novela: “Tierra de Cobre y Sangre” (CHIADO EDITORIAL. 2016), donde describe todo lo ocurrido en la Cuenca Minera de Riotinto, en la provincia de Huelva, desde la llegada de la compañía inglesa hasta el estallido de la Guerra Civil.

Tras su primera novela, con muy buena aceptación por parte del público y de la crítica, y después de obtener el primer premio en el III Concurso Literario organizado por la asociación “El Doblao” con su relato corto: “Locomotora 51”, saca a la luz “El cementerio de las tumbas vacías” (APULEYO EDICIONES. 2018), su segunda novela, una interesante historia que aborda el robo de Mona Lisa en 1911 y que nos traslada al bullicioso París de principios del siglo XX.

En abril del presente año, su relato “Sarmientos”, fue merecedor de una mención especial en el I Concurso de Relatos “Orgullo Rural”, igual que su microrrelato “Superar la velocidad de la luz” en el concurso organizado por ZOES, que quedó como cuarto clasificado en un concurso donde participaron casi ochocientos textos.

En mayo de 2019, su relato “Ocho palabras y dos tetas” fue distinguido con el primer premio en el concurso de relatos “Letras i Diezmo”, organizado por la Casa del Diezmo de Buitrago, en la provincia de Soria.En el mes de julio del presente año, fue galardonado con el primer premio en el III Concurso LGTB de Terrassa por su relato “La Carri, reina de España”. El mismo reconocimiento obtuvo en en el Concurso de Relatos ¿Quién fue William Martin? (actividad enmarcada en la Semana Negra de Punta Umbría para conmemorar el 75 aniversario de “William Martin, el legado ingles”) por el relato “Un ramillete de malvas”.También fue reconocido con el primer premio en el VII Concurso Internacional “María Eloísa García Lorca”, convocado por la Unión Nacional de Escritores de España, por su relato “El general vive dentro de una caja de música”.

José Manuel García es Licenciado en Ciencias  Biológicas por la Universidad de Sevilla. Trabaja como guía turístico en la Gruta de las Maravillas, en Aracena, lugar donde reside. Amante de la vida sencilla, vive en el campo, compaginando su afición por la escritura con el cultivo de su huerto y una pequeña viña que, de alguna forma, se ha convertido en la protagonista de su nuevo proyecto literario: Sarmientos.

¿ME PERMITES UNAS PREGUNTAS? 


- ¿De dónde viene tu pasión por escribir? ¿En qué momento fuiste consciente de que te gustaba contar historias?
Yo  creo que todos tenemos un escritor dentro. Que todos, alguna vez, escribimos en un papel lo que nunca nos atrevimos a decirle a alguna chica de nuestra clase, en el colegio. Yo empecé a escribir así, en secreto, algo parecido a poemas que nunca vieron la luz y que se fueron acumulando en los cajones de mi escritorio.
Lo de lanzarme a publicar lo que escribía, fue más tardío. Todo empezó cuando terminé de leer una novela de Andrés Vidal que se titulaba “La herencia de la tierra” y que narraba de manera excepcional el inicio de la revolución industrial en Barcelona y la lucha de un hombre por conseguir sus sueños. Aquella historia me hizo preguntarme si de mi tierra, la provincia de Huelva, podría haberse escrito una historia similar. No tardé en descubrir la importancia que tuvo la industria minera en la provincia, sobre todo, una vez que una poderosa compañía inglesa se puso al frente de las explotaciones de Riotinto. Cuando empecé a indagar en la historia de la cuenca minera comprobé que muchos de los hechos que ocurrieron en aquella comarca no eran muy conocidos. Así, con ansias de gritar los silencios que aquella tierra guardaba y después de documentarme durante más de seis años, decidí sacar a la luz mi primera novela, “Tierra de Cobre y Sangre”, en la que desgrano todo lo que aconteció en la tierra que me vio nacer desde la llegada de los ingleses, en 1873 hasta el estallido de la Guerra Civil, en julio de 1936.
Mi intención no fue otra que sacar a la luz una historia apasionante y compleja que parecía oculta y callada. Escribir la historia que a mí mismo me hubiera gustado leer sobre este tema, en definitiva. Hoy, más de tres años después de aquella primera aventura, me siento muy satisfecho por la acogida que tuvo mi historia y por los elogios recibidos por parte de algunos de los historiadores y especialistas en la historia de las Minas de Riotinto.
Allí empezó todo, sacando a la luz una historia no muy conocida que merecía ser contada. Siempre digo que yo escribí la primera frase de “Tierra de Cobre y Sangre” y que después de aquellas primeras palabras, fue la historia de la cuenca minera la que se valió de mí, para ser contada; algo como aquello del cazador cazado...

- Cuando vas a comenzar una novela o un relato ¿lo tienes todo estructurado y planificado o te dejas llevar un poco por lo que vas escribiendo?
En las dos primeras novelas que publiqué y en la que estuve trabajando hasta comienzos de este año, utilicé el mismo modus operandi. Una idea llama mi atención, investigo sobre el tema y voy anotando datos y fechas importantes e ideas que puedan encajar en la historia que va tomando forma en mi cabeza. Una vez que tengo información y material suficiente, es como si estuviera haciendo un puzzle y voy hilvanando las ideas para que vayan encajando en la historia. Tanto en “Tierra de Cobre y Sangre”, como en “El cementerio de las tumbas vacías” (mi segunda novela publicada), una vez que la idea tomó forma en mi cabeza, tracé mi mapa cronológico y fui encajando en dicho mapa las ideas que se me ocurrían durante el proceso de acopio de información. En ambos casos estaba todo estructurado, sabía qué iba a pasar y, por supuesto, el final estaba medianamente definido. Aún así, por más que planifiques, siempre surgen ideas, personajes y situaciones que no imaginaste y que consigues encajar en la historia cuando realmente merecen la pena. Si me preguntas si soy un escritor de mapa o de brújula, soy más de mapa, al menos hasta ahora.
De la misma forma actúo cuando escribo un relato: idea-documentación-mapa-historia.
No obstante, pese a todo lo dicho, en el nuevo proyecto que tengo entre manos, actúo más como escritor de brújula. Se trata de un trabajo muy distinto, más íntimo y personal. Aún así, tengo muy claro qué va a pasar y un final más o menos definido.


- El relato ganador del Certamen "Letras y Diezmo" nos sorprendió a los miembros del jurado por la originalidad del planteamiento y su final. ¿Cómo te surgió la idea?
Colaboro semanalmente en la sección de opinión en un diario de Huelva. Uno de los artículos que escribí hacía referencia a las víctimas de violencia de género. Nunca quise escribir aquellas cien palabras que hacían referencia a la víctima número mil desde que se tenían registros. ¡mil mujeres asesinadas! Me conmocionó aquella cifra, me revolvió las tripas y, de alguna forma empaticé con la causa como nunca lo había hecho. Sigo pensando que muchos problemas de la sociedad se solucionarían con educación, pero también pienso que muchos de los problemas que tenemos se deben a la alienación y la manipulación a la que estamos sometidos. De ahí salió el relato “Ocho palabras y dos tetas” que, de alguna forma viene a ser una crítica a esa alienación, a ese machismo consentido y, tristemente, aceptado.

¿Cuáles son tus libros de referencia, esos a los que vuelves de cuando en cuando porque te han marcado de alguna manera especial?
Los clásicos siempre son un buen refugio: Víctor Hugo, Dickens, Jane Austen, Stendhal, Tolstoi, Dostoyevski, Mark Twain, Julio Verne, Unamuno, Lorca, Juan Ramón, Cernuda, Neruda, Whitman, Shelley,... y, por supuesto, los que terminarán siéndolo: García Márquez, Cortázar, Saramago, Hemingway, Borges, Juan Rulfo, Murakami,... (seguro que me dejo a muchos)
Tengo debilidad por “Los miserables” de Víctor Hugo, y por cualquier texto del “Gabo”. De todas formas, también me atrae la escritura de autores desconocidos porque muchas veces encuentras verdaderas joyas, como me pasó con Yann Martel, autor de “Vida de Pi” la novela con el final más espectacular que leí nunca.

- ¿Cuál sería tu consejo para alguien que quiere lanzarse a escribir y no supiese por dónde empezar?
Leer y abrir los ojos, y sentir, y no ser indiferente a lo que ocurre en el mundo. Pero sobre todo, leer y volver a leer y, siempre que pueda, llevar encima una libretita y un boli, porque la historia más hermosa del mundo puede estar en cualquier rincón de la vida y conviene tener a mano lo imprescindible para hacer un bosquejo de ella.
Y, cuando tenga delante la historia más hermosa del mundo, que escriba lo que le hubiera gustado leer a él mismo sobre ella.

¿Puedes adelantarme, sin desvelar nada, en qué proyectos estás ahora, qué tienes pensado para el futuro próximo?
Tengo varios proyectos entre manos pero cada uno necesita su “tiempo de cocción y de fermentación”. Tenía muy avanzada una historia acerca del levantamiento militar que tuvo lugar en Sevilla en 1936, tan avanzada estaba que faltarían no más de cuarenta páginas para ponerle el punto final (evidentemente, sé cómo termina). No obstante, a principios de año sentí cierto bloqueo y, para no perder hábito de escritura decidí comenzar a escribir relatos. Pues de uno de estos relatos surgió una idea que es la que me tiene ocupado desde entonces, una historia radicalmente distinta a todo lo que escribí hasta ahora y en la que estoy disfrutando como si fuera un niño (y eso es bueno). Todo empezó cuando me fije en el mensaje que me mostraba la pantalla rota de mi teléfono móvil al equivocarme en el patrón de desbloqueo: “Volver a intentarlo”. De estas tres palabras salió un relato, y de este relato mi último proyecto:“Sarmientos”, una historia que me está encantando escribir (y eso también es bueno).


4 comentarios:

  1. Todo lo que "mueve con su bolígrafo ó pluma"...¿Qué más da? es sencillo y fascinante. La parte histórica que desgrana en sus escritos incita, no sólo a leerlos, sino a vivirlos. Perdóname, pero no puedo censurarte como tú, in merecidamente deseas.

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  2. Conocerte a ti, querido Pedro, ya fue una buena justificación para escribir "Tierra de cobre y sangre".
    Un abrazo desde el sur.

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  3. Esta edición ha sido muy especial. Pero no me puedo imaginar otras en las que no estes tu. Gracias

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  4. Gracias bonitaaaa!Por traernos esta crónica tan interesante. Me encanta cuando nacen nuevas novelas. Un besote

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