lunes, 2 de septiembre de 2019

LA FUENTE DE LOS SIETE VALLES de Félix G. Modroño

Desde que leí La sangre de los crucificados, no puedo negar que cada aviso de la publicación de una nueva novela de Félix G. Modroño me hace esbozar una sonrisa. Y no solo por simpatía personal, que también, sino porque tengo la certeza de que voy a volver a caer dentro de una historia de esas que acogen y hacen que te sientas como en casa. Supongo que es por el modo de escribir de Félix, por la manera en que teje sus tramas, haciéndolas cálidas para el lector. O por su prosa elegante y a la vez natural que te lleva de la mano a épocas y ciudades que conoces pero que, bajo sus ojos, toman un color nuevo.

Si ya en La ciudad de los ojos grises nos recreó el Bilbao de principios del siglo XX, consiguiendo que pudiésemos imaginarla hasta en sus más pequeños detalles y dibujándola con una pátina de hermosa melancolía, en La fuente de los siete valles viaja unos años más atrás, al último tercio del XIX, y a Logroño y La Rioja. Paisajes que tengo la suerte de conocer y que siempre me fascinan por sus contrastes y por esa especie de naturaleza salvaje que se deja domesticar en forma de viñas y vino. Además tengo la fortuna de contar con un amigo riojano, enólogo y apasionado de su tierra, capaz de explicarme hasta la especial composición del suelo y cómo eso, entre otras cosas, hace sus caldos tan especiales. Y, para más felicidad, le acompañaremos hasta el Monasterio de San Millán de la Cogolla, la cuna del castellano y un lugar fascinante por lo que fue y lo que es.

AROMA DE VINO Y LIBROS VIEJOS


Corre el año 1878. Pablo Santos vuelve a su Logroño natal tras pasar casi veinte años trabajando en el Vaticano y en su Archivo Secreto. Pablo tomó los hábitos siendo muy joven y la ciudad, como él, también ha cambiado aunque conserve la esencia y muchos de los lugares que recuerda bien. Pero su regreso no es una decisión personal: viene con el encargo de recuperar, en el mayor número posible, los libros de la biblioteca de San Millán de la Cogolla, que se han ido perdiendo y desapareciendo a raiz de las desamortizaciones y las guerras. Volver implica, también, recuperar recuerdos, sensaciones, antiguas amistades y, aunque le cueste reconocer lo que sentía, encontrarse con su amor de juventud, Lucía Garay.

Hoy conocemos un San Millán de la Cogolla renacido y brillante, pero en aquellos años el monasterio estaba casi abandonado y desmontado. Pablo comienza sus investigaciones para tratar de devolver el esplendor pasado al lugar, y más en ese momento en que, pasados unos pocos meses, habrá de nuevo actividad cultural en él. Gracias a la ayuda de Agustín, un hombre del lugar que se encargaba de la guadia y custodia del monasterio, su trabajo empieza a dar sus primeros frutos y es entonces cuando Pablo descubre la existencia de un extraño grimorio que estuvo en la biblioteca y desapareció. A la misión que está llevando a cabo se unirán la curiosidad y el afán por hallar ese libro en concreto y descubrir su contenido.


No vamos a encontrar en La fuente de los siete valles acción a raudales ni un ritmo vertiginoso. Todo transcurre de forma calmada, lo que no significa que no nos haga mantener el interés, porque Félix tiene una maestría creando historias que, cuando quieres darte cuenta, te ha hechizado por completo y llevas más de la mitad del libro. No necesita bruscos giros argumentales para seducirte con una historia en la que los paisajes, los diálogos y los personajes hacen que te sientas dentro y parte de ella. 

Escrita en primera persona, es Pablo Santos quien pone la voz principal a la novela. No es un recurso sencillo porque, en ocasiones, puede resultar un tanto parcial. Pero gracias a esa manera de narrar, conoceremos de primera mano los pasos que el protagonista va dando, sus sentimientos, sus conclusiones. Y son muy creíbles. Como lo son el resto de personajes, a los que Félix ha dotado de personalidades marcadas y muy humanas: desde su amigo de juventud, David, hasta Esther, la dueña de la pensión en la que se aloja. Desde Lucía, por supuesto, que siempre es una presencia cálida, hasta personajes históricos auténticos como el general Espartero o el Marqués de Murrieta, el militar que obtuvo su título gracias a sus trabajos para obtener excelentes vinos en La Rioja. Todos ellos hacen la novela mucho más cercana, más real apoyándose, además, en unos diálogos naturales y brillantes, sin artificios.

Sin trampas y sin sacar conejos de la chistera, Félix G. Modroño nos ha regalado una novela muy bien documentada (pero sin hacer alarde de ello y sin llenar al lector de datos innecesarios) y maravillosamente escrita, en la que te quedas dentro desde la primera página porque consigue envolverte por completo. No sé describirlo mejor. Ha creado una historia que atrapa al lector sin prisa pero haciendo de la lectura un goce; como los buenos vinos, que han de paladearse con sosiego y disfrutando de cada matiz.

En nada llega la vendimia. Un motivo más para recomendaros que os perdáis por La Rioja y en cada capítulo de La fuente de los siete valles. Hay mucho por descubrir.


8 comentarios:

  1. A mí me ha gustado mucho también. La historia es interesante y está bien tramada. Se nota que se ha documentado pero no ha volcado una cantidad ingente de datos innecesarios y también se nota que se ha tomado su tiempo para escribirla. Ya de regreso. Besos guapa.

    ResponderEliminar
  2. Solo he leído de este autor La ciudad de los ojos grises y está claro que tengo que repetir. Besos.

    ResponderEliminar
  3. Hola,

    del autor leí La ciudad de los ojos grises y me gustó pero no tanto como esperaba, me habían hablado tanto de la novela que creo que me pase de expectativas. Esta que nos traes hoy no me llama mucho la atención así que me lo voy a pensar.

    Un beso preciosa

    ResponderEliminar
  4. Lo tengo en el punto de mira desde que salió, y parece que no me equivoco. Me gusta lo que cuentas.
    Besos

    ResponderEliminar
  5. He leído dos novelas del autor, La ciudad de los ojos grises y Secretos del arenal, y ambas las disfruté. Con este otro tipo de novela no me he animado aún, pero todo se andará.
    Besos.

    ResponderEliminar
  6. Yo solo he leído de él Secretos del arenal y me sorprendió para bien. Esta está cosechando muy buenas opiniones; la anoto.
    Besos

    ResponderEliminar
  7. Me encantó "La ciudad de los ojos grises" sobre todo por la ambientación.
    Y este libro que comentas creo que puede estar genial.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  8. Le tengo ganas! Además tengo pendiente estrenarme con el autor, que ya toca =)

    Besotes

    ResponderEliminar