Hace tiempo, reseñando una novela que me había gustado mucho, ya expliqué que siento especial debilidad por las historias que "cuentan cosas". Esas historias que no se conforman con una linealidad de acción sino que son capaces de llevarnos por ciudades, por multitud de personajes, por pensamientos, por detalles que, como una buena decoración, consiguen que nos sintamos dentro de sus páginas como en casa. Mientras leía Los buenos amigos comenté que la novela me resultaba "acogedora", que no sabía definirla de otra manera. Pero no porque lo que contiene sea fácil, amable o lleno de algodones, en absoluto. Es complicada, dura en ocasiones, con giros que pueden no resultar cómodos y un final, del que no pienso ni siquiera hacer mención, de los que llegan y sacuden. Pero Los buenos amigos está escrita de tal modo que te sumerge en sus páginas y te acoge, la vives, la sufres, la sientes, te deja estar junto a sus protagonistas como si compartieses sofá o despacho para formar parte de la historia. Te hace tomar partido, dar la razón, enfadarte, indignarte, querer ayudar. Te convierte no sólo en lector, también en cómplice de lo que vas leyendo. Y sólo puedo decir que me ha encantado perderme en ella.
EL AUTOR: USE LAHOZ
Nacido en Barcelona en 1976, Use es Licenciado en Humanidades y no sólo escribe novela sino que también ha publicado dos libros de poemas: Envío sin cargo, en 2007, y A todo pasado en 2010. Su primera novela publicada fue Leer al revés en 2005, premiada en el Festival du Prèmier Roman de Chàmbery, Francia. En 2009 llegó su primer gran éxito, Los Baldrich, por la que fue nombrado Talento FNAC y que fue muy aplaudida por crítica y lectores. Su tercera novela, La estación perdida, de 2011 es la que le lleva a su madurez narrativa.
LLegó a atreverse ese mismo año con un libro de narrativa juvenil mano a mano con Josean Hatero, Volverán a por mí, con el que obtuvieron el Premio La Galera Jóvenes Lectores. En 2013 ganó el Premio Primavera de novela con El año que me enamoré de todas. Colabora habitualmente en radio y prensa, tanto española como iberoamericana.
SIXTO Y VICENTE
Corre el año 1958 y Sixto Baladía es un niño de apenas ocho años, huérfano de padres y criado por sus tíos en un pueblo de Aragón. No es la suya una vida fácil, su familia es pobre y se las ve y se las desea para poder comer a diario, pero él, a su modo, es feliz. La necesidad hace que sus tíos decidan llevarle al orfanato de San José de la Montaña, en Barcelona, con la esperanza de que allí tenga otras oportunidades y, por qué no decirlo, en su casa haya una boca menos que alimentar. El orfanato, regido por monjas, está lleno de carencias de todo tipo pero no hay maltrato a los niños, que llevan una vida más o menos ordenada dentro de la precariedad que reina en él. Allí Sixto conocerá a Vicente Cástaras, dos años mayor que él, y que ya lleva tiempo acogido. Entre ellos comenzará una relación primero de protección de Vicente a Sixto y después de fuerte amistad y dependencia uno de otro. Se entienden, comparten secretos y vivencias y confían en conseguir salir del orfanato, trabajar, conseguir dinero, poder ser un poco como las familias a las que ven de cuando en cuando asistir a misa en la iglesia del colegio.
Crecen juntos y la amistad se hace más fuerte. Pero la llegada de una jovencísima monja, la madre Lucía, al orfanato despertará en ambos sentimientos y deseos nuevos con los que Sixto apenas sabe lidiar. A esas primeras pequeñas grietas entre ellos se suma la repentina salida de Sixto del orfanato para trabajar, por mediación de su tía Guillermina, con un tío al que no conoce, Odón. Una nueva vida se abre ante él y todo cambiará para siempre.
¿ES EL TIEMPO EL ASESINO DE LA AMISTAD?
Cuando tuve el libro entre las manos me llamó la atención el elevado número de páginas. Supera las setecientas aunque, en mi caso, eso nunca es motivo de temor a priori. Comparado con los que tengo entre manos habitualmente doblaba el tamaño, pero me fascinó el título. Y me fascinó el resumen. Quisé ver, quizá, algo de la maravillosa El camino del genio Miguel Delibes, novela que considero indipensable, casi de lectura obligatoria. Me equivocaba por completo. No hay nada de los protagonistas de El camino en Los buenos amigos, quizá porque los de Delibes destilaban una inocencia que apenas está en Sixto y Vicente, que han de madurar sin remedio y sin familia. Sin embargo, y lo comentaba con el propio Use en el encuentro que tuvimos con el club de lectura hace unos días, sí que he encontrado un dibujo de la ciudad de Barcelona, un modo de narrar algunas situaciones, que me han recordado mucho a La ciudad de los prodigios de Eduardo Mendoza. Salvando las distancias de época histórica, por supuesto.
Los buenos amigos está dividida en cuatro partes. La primera, "Los desengaños", y la última, "Protección", podríamos llamarlas "comunes" a ambos amigos, porque en ellas están juntos aunque con una buena diferencia de años entre una y otra. En medio "La novela de Sixto Baladía" y "La novela de Vicente Cástaras y Lucía Barrachina", en las que conoceremos el devenir vital de ambos desde el momento en que se separan por la salida de Sixto del orfanato. La amistad infantil, tan fuerte, va cambiando a lo largo de los años pero ambos, de alguna manera, se sienten unidos en la distancia. No es una unión gozosa, como Use nos sabe transmitir, por las cosas que quedaron pendientes, por los silencios, por las ausencias. Un poco lo que nos pasa a todos cuando dejamos de ver a quien considerábamos un hermano más que un amigo: hay recuerdos fantásticos, pero el resquemor se va instalando en ellos, sobre todo si hay preguntas sin responder. Acaban amargándonos el paladar y el alma.
Use nos ha presentado un elenco de personajes de los que dejan huella. Porque no son sólo los protagonistas principales los que llevan el peso de la novela, sino que los muchos y variados secundarios llegan a adquirir importancia y brillo propio, haciendo que acabes considerando a algunos tan importantes como los primeros. Sixto es una esponja. A lo largo de los años aprende de forma veloz cómo conseguir escapar de un pasado que le ahoga y que desprecia. Se va endureciendo, haciéndose una coraza de apariencias en la que pocos, quizá nadie, tienen cabida. Admira el dinero y a quien sabe estar en la cresta de la ola, la misma ola que cuando él coja ya no querrá que llegue a la orilla. La historia de Sixto es la historia de un triunfador lleno de agujeros por los que se escapan las cosas que menos le gustan de su vida y que, muchas veces, no sabe como tapar.
La parte dedicada a Vicente y Lucía es mucho más de ella que de él. Hay muchos claroscuros en la vida de Vicente, cosas de las que no sabremos nada pero intuiremos sin dificultad. Vicente también quiere triunfar, siempre tiene planes en la cabeza, pero le faltan inteligencia y constancia para llevarlos a cabo. Además tiene mucha habilidad para juntarse con quien menos le conviene. La de Lucía es la historia de una derrota tras otra, una decepción tras otra, una resignación eterna, alguien a quien esperas que, de una vez por todas, encuentre quien la proteja y cuide.
Los buenos amigos es una historia potente, densa, intensa. Use Lahoz ha sabido ir desgranando el paso de los años tanto a través de los protagonistas como por la ciudad. Es un retrato que, en ocasiones, vemos un poco de lado pero que podemos distinguir sin dificultad. En muchos momentos sabremos el año en que se encuentran los protagonistad por hechos que se mencionan casi de pasada, como la estancia de John Wayne y Claudia Cardinale en Barcelona o la ejecución de Puig Antich. El paso del tiempo marca también los cambios personales de los protagonistas. A veces, incluso, en forma de cicatrices invisibles.
La longitud de la novela no la convierte en difícil de leer. En absoluto. Sí es cierto que hay partes que me han gustado más que otras, pero sin desmerecerlas. La mayor virtud de Los buenos amigos es que, por decirlo de un modo más coloquial, siempre están pasando cosas. Está llena de esquinas, de recodos que, al doblarlos, nos sorprenden y nos empujan a recorrer el siguiente tramo. Con un lenguaje sencillo pero sin caer en lo vulgar, Use sabe envolvernos en las historias que va trazando como si fuesen una brillante tela de araña. Nada es accesorio, nada sobra. Todo encaja a la perfeccción, incluso cuando pensamos que algo se ha quedado en el camino.
Esta ha sido mi primera vez con Use Lahoz y estoy segura de que no será la última. Esa sensación de sentirme arropada con una lectura es algo que busco siempre. Y después de una buena temporada dedicada casi en exclusiva a la novela negra, que me encanta, Los buenos amigos ha conseguido impactarme. De un modo diferente, claro, pero igualmente emocionante. Dadle una oportunidad y, por favor, llegad hasta el final, os aseguro que será de los que no olvidaréis fácilmente.
(Gracias a David J. Skinner por las fotografías)
(Gracias a David J. Skinner por las fotografías)
Pues la verdad es que me atrae y me tiraba un poco hacia atrás el número de páginas, pero tal y como lo cuentas suena muy muy bien así que no me importaría nada leerla. Estoy segura de que también disfrutaría con ella.
ResponderEliminarBesos
No esperaba que me gustase tanto, es cierto. Pero una vez dentro ya no tienes escapatoria.
EliminarHola Yolanda! Qué reseña más bonita! El sábado compré la novela precisamente por tu comentario en Twitter, "acogedora" dijiste y eso junto con lo que nos cuentas hoy hace que esté deseando poder ponerme con ella.
ResponderEliminarUn beso!
Gracias, de corazón. Realmente es una novela que se siente a medida que se lee. Y la mayoría de las cosas podemos "verlas". Te va a encantar.
EliminarHola Yolanda! Qué reseña más bonita! El sábado compré la novela precisamente por tu comentario en Twitter, "acogedora" dijiste y eso junto con lo que nos cuentas hoy hace que esté deseando poder ponerme con ella.
ResponderEliminarUn beso!
Le tengo unas ganas enormes a esta novela, también será la primera vez que lea a este autor. Ya te contaré.
ResponderEliminarUn beso
Seguro que te sorprende para bien, como me ha pasado a mí.
EliminarMe gusta lo que cuentas, me la apunto a mi larga lista de pendientes. Gracias por tu recomendación. Besos
ResponderEliminarLa lista de pendientes es una maldición jajaja
EliminarQué delicia de reseña. Una novela acogedora siempre es bienvenida. Algún día caerá en mis manos, mientras tanto seguiré envidiándote, jejeje.
ResponderEliminarBesos
Además una novela distinta, que se sale de lo que se está publicando actualmente. Mola.
EliminarPues así calculando a ojo, y teniendo en cuenta la lista de libros pendientes, creo que a este le tocará el turno más o menos dentro de un año, jajajaja. En fin, a ver si me desatasco un poco, que ya tengo curiosidad por leerla.
ResponderEliminarNada, a tu ritmo. Llegues cuando llegues te gustará lo mismo.
EliminarQue buena reseña amor.... estás que te sales.
ResponderEliminarGracias, guapo mío. Eres un sol.
EliminarEstupenda reseña, no había oído hablar del libro pero me parece que por lo que cuentas tiene que estar genial. Me lo apunto. Besos
ResponderEliminarTiene buena pinta y me gusta lo que cuentas. La anoto. Un beso ;)
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSegún todo lo que nos cuentas en tu estupenda reseña tiene todo para gustarme, seguro que tiene que esperar un poco a que me vaya poniendo al día con lo pendiente, pero lo acabaré leyendo. Gracias por dármelo a conocer.
ResponderEliminarUn saludo
El tiempo sólo es asesino de la amistad si la amistad no está bien enraizada. Yo tengo una amiga desde que tenía 4 años y nada ha conseguido separarnos. Claro que nuestra vida no ha sido tan "chunga" como la de Sixto y Vicente. Ahora mismo no tengo presencia de ánimo para leerme Los Buenos Amigos. No me apetece leer cosas que me hagan sufrir. Pero tú tienes una manera de redactar reseñas que hace que un libro se antoje irresistible, así que cualquier día me doy una vuelta por Amazon o por la FNAC y lo compro en digital. Besos!!! <3
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