En el post anterior, del fin de semana apasionante que viví en el Certamen de Novela Histórica de Úeda, resumí las presentaciones y charlas que se celebraron hasta el sábado por la mañana. Dieron para mucho, como allí conté. Pero aun quedaban platos fuertes de los que disfrutar y, sobre todo, aprender. Tras la comida del sábado tuvo lugar una impactante recreación histórica para conmemorar el centenario del comienzo de la Batalla del Somme, en la Primera Guerra Mundial. Ataviados de soldados ingleses y alemanes y con una espectacular puesta en escena, se nos narró cómo fue aquella jornada. La pirotecnia (en forma de explosiones y disparos) facilitó que todos los presentes nos metiésemos más en la historia y el público más joven, sobre todo los niños, disfrutaron de lo lindo de aquella "película pero de verdad", como decía un crío de unos 8 años que estaba a mi lado.
SÁBADO, 10 DE NOVIEMBRE (JORNADA DE TARDE)
Ya de vuelta en el salón de plenos del ayuntamiento, la primera charla corrió a cargo de Sebastián Roa, que nos traía sus Enemigos de Esparta, presentado por Javier Velasco, de Todoliteratura. Obviamente era complicado hablar de Esparta y Grecia y no sacar a colación películas como 300 o Troya, con las que Sebastián aseguró habérselo pasado en grande. Deshizo algunos mitos al contarnos que Esparta era también un estado esclavista, no simplemente guerrero. Esparta había impuesto un estado en Tebas tras tomarla por la fuerza. Tebas había liderado la rebelión antiespartana previamente y, tras su caída, muchos demócratas tebanos huyeron a Atenas. "Las bases de la cultura europea - aseguró Sebastián - son el Derecho Romano, el cristianismo y la filosofía griega" y al hilo de esto nos explicó que en la novela aparecen Platón y Aristóteles como protagonistas secundarios, aunque no se planteó escribir una novela histórica para "meterlos" en ella, simplemente era la época en la que vivieron. Sobre todo, aseguró, quería hablar de la demoracia y del amor.
Platón dijo que "la democracía es una sucesión de tiranías" y que "el hombre lleva la semilla de la corrupción en el alma", frases que siguen muy vigentes hoy día. Sebastián insistió, como suele hacer, en que en la novela histórica lo importantes es la verosimilitud por encima de otras consideraciones. En Enemigos de Esparta se nos narra la victoria de Epaminondas sobre los espartanos con técnicas de guerra muy novedosas para la época, demostrando que no eran invencibles. Utilizó conceptos técnicos renovados como la falange oblicua y, al ser consciente de que los espartanos siempre ponían a lo mejor de su ejército, la guardia real, a la derecha, Epaminondas colocó en el mismo sitio al Batallón Sagrado: ciento cincuenta parejas de homosexuales (en Grecia la homosexualidad estaba bastante normalizada) que preferían morir los dos a que uno quedase vivo, por lo que se batían como pocos soldados. Pero Enemigos de Esparta es también (y quizá sobre todo) una historia de amor: la principal, la del protagonista que va en busca de la mujer que ama, aunque no es la única. Hay batallas, discusiones en el ágora, historia... pero sobre todo es una historia de amor, concluyó.
A continuación, fueron Jorge Molist y su novela Canción de Sangre y Oro quienes fueron protagonistas. También la presentación corrió a cargo de Javier Velasco, aunque fue un poco más accidentada ya que Javier iba a participar como "bobby" (policía inglés) en la marcha de las sufragistas que iba a tener lugar un rato después por las calles de Úbeda. De hecho, durante un rato, tuvo que dejar la moderación de la mesa a Eva, del blog La historia en mis libros, para poder incorporarse a la recreación.
Jorge Molist nos traía una historia apasionante: cómo Pedro III el Grande al frente de la Corona de Aragón y de los sicilianos, asombraron al mundo cambiando la historia de Europa. Pedro III era considerado un rey débil en la época, casado con Constanza, hija del rey de Sicilia, que había muerto asesinado por Carlos de Anjou, hermano del rey de Francia. Constanza hizo prometer a su esposo que vengaría la muerte de su padre y que recuperaría el reino invadido por los franceses. Pedro hizo honor a esa promesa enfrentándose a Francia, a Carlos de Anjou, que se había coronado como emperador del Mediterráneo, y al propio Papa.
Se habló en la charla de mitos y leyendas que acaban convertidos en realidad (como las barras de la bandera de Aragón) y del poder que alcanzó la Corona de Aragón en el Mediterráneo. También del trabajo del escritor, de la labor de documentación que muchas veces es árida y tediosa, y de cómo narrar hechos históricos para que sean absolutamente reales para el lector.
Inmediatamente después nos dirigimos a presenciar la Marcha de las Sufragistas y la actuación de la policía de la época que pretendía impedirla. Tanto Javier Velasco como David Yagüe estuvieron muy en su papel intentando contener a las mujeres que reivindicaban sus derechos. Y a las nueve de la noche se conmemoró el final de la I Guerra Mundial con un encendido de velas en la Plaza Vázquez de Molina, un acto muy emotivo de recuerdo. Posteriormente hubo una cena-coctel en el Hotel Rosaleda de Don Pedro con la presencia de organizadores, escritores, periodistas y blogueros que resultó muy animada y que facilitó charlas más que interesantes y ratos realmente divertidos en un ambiente estupendo, muy cordial y cómplice.
DOMINGO, 11 DE NOVIEMBRE
Puede que parezca una tontería, pero bajar al desayunar en el hotel y encontrarte allí (al igual que en las horas de las comidas y cenas) a algunos de tus escritores favoritos es un regalo. Reir con Francisco Narla y su modo único de contar las cosas, escuchar a Álvaro Arbina explicar su periplo de carrera mañanera por Úbeda o el abrazo de Isabel San Sebastián junto a la máquina del café son pequeños detalles que a mí, con franqueza, me dieron mucha vida.
A las once de la mañana se celebraba el acto de entrega del VII Premio de Novela Histórica "Ciudad de Úbeda" a Marcelino Santiago Yustres, que había obtenido el galardón por su obra In civitate regia. Este año el premio conlleva también, por primera vez y aparte de la edición de la novela, la cantidad de diez mil euros, lo que habla de nuevo de la gran proyección que está teniendo este premio y el certamen a nivel nacional. La novela ganadora será publicada en febrero (según nos informaron por parte de la editorial) por Pámies.
A continuación fue el turno de Agustín Tejada y su Hispania: El sueño de un rebelde, presentado por Carlos Alonso, editor de Pámies. Agustín nos contó sus comienzos como escritor y cómo un consejo le había llevado a la escritura: "guíate a la hora de escribir por lo que te guste como lector". Para alguien como él, amante de la epopeya, la épica, el drama, las grandes odiseas y los personajes enfrentados a situaciones terribles, fue un gran impulso. Nos confesó que está convencido de que su novela contiene todos estos ingredientes. Además nos narra dos epopeyas: la del general Sertorio, que se sublevó contra Roma, y la de un joven celtíbero enrolado en las legiones romanas bajo el mando del propio Sertorio.
Sertorio, enfrentado al poder de Roma, designó Osca (Huesca) como su capital y quiso poner en ella todo el boato y la autoridad de la propia capital del imperio. Constituyó allí un senado con trescientos magistrados y fundo una Academia de Latinidad para formar a los hijos de los hispanos y romanizarles, aunque lo que realmente hacía era tomarlos como rehenes. Una historia para mí desconocida que me resultó muy interesante y de la que me he propuesto saber más.
Y ya como cierre de las actividades del fin de semana, le llegó el turno a Isabel San Sebastián y su novela La peregrina, presentada por Emilio Lara. La historia de cómo empezó el Camino de Santiago, con aquella primera "peregrinación" encabezada por Alfonso II el Casto tras el hallazgo de los restos del Apostol Santiago, volvió a fascinarme sobre todo por la pasión con la que Isabel lo cuenta.
Aquella era una época convulsa, en la que el pequeño reino asturiano se veía sometido de forma continua a los ataques de los ejércitos árabes que habían conquistado la península. La resistencia de los cristianos, amparada por la complicada orografía del terreno, y su empuje hacia el sur favorecieron la reconquista y que España, en la actualidad, no sea una nación islámica. Isabel retomó para esta novela a Alana de Coaña, su protagonista de La visigoda, como narradora de las peripecias a través del aquel camino inicial, hoy bastante olvidado aunque reconocido por su importancia. De nuevo, la labor de documentación estuvo muy presente en la charla y hubo una buena participación del público con preguntas al finalizar la presentación de la novela.
Tuve la fortuna, en la comida posterior, de compartir mesa y conversación con Marcelino Santiago Yustres, el ganador de este año, y su familia. Me sentí muy a gusto escuchándole y conociendo de primera mano cómo se gestó su novela, de dónde surgió la idea y todo el camino recorrido hasta ese día.
Y CONCLUYENDO...
Lo he dicho ya en varias ocasiones, pero me considero muy afortunada por haber tenido ocasión de acudir a Úbeda y disfrutar cada minuto de mi estancia allí. Quiero agradecer de nuevo a Pablo Lozano su invitación y su generosidad, pero sobre todo quiero agradecerle su organización, su implicación personal en cada uno de los actos del Certamen, su trabajo. Y el trabajo de todos los que le acompañan, un trabajo entusiasta y alegre, que contagia a todos los que estábamos allí. Gracias al Hotel El Postigo por su amabilidad y la sonrisa permanente de sus empleados (y por esa calefacción estupenda que se celebraba, y mucho, al llegar por la noche). También al Hotel Rosaleda de Don Pedro, lugar en que se celebraban las comidas y cenas: nos hicieron sentir muy cómodos y su cocina es fantástica. Gracias a Semer Turismo y a Rocío por la visita guiada del viernes por la tarde, que me descubrió una ciudad fascinante y llena de historia y de vida. Agradecer también al Ayuntamiento de Úbeda por el cálido recibimiento y a todas las instituciones y patrocinadores por su apoyo. Y al pub La Beltraneja por el buen ambiente del que disfruté solo el viernes por la noche, porque el sábado tenía la espalda como la cordillera del Himalaya.
Gracias, de corazón, a todos los escritores participantes, por vuestra cercanía y amabilidad y por hacerme sentir, un poquito, parte de algo importante. A David, a Javier y a Eva por ser como sois y vuestras sonrisas. A Pepa, por ser mi amiga y mi compañera en esta aventura en Úbeda. Ojalá pueda estar presente en la próxima edición y contaros en primera persona lo que allí disfrutamos.
Sabes que me diste mucha envidia. Besos.
ResponderEliminarLa verdad es que tuvo que ser un fin de semana de lujo con tanto acto y presentación en ese escenario tan especial.
ResponderEliminarBesos
Ya te lo comenté en el otro post muero de envidia y tengo la firme intención de ir un año.
ResponderEliminarBesos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarGracias por compartir tu experiencia, desde luego como historiador de carrera, bloguero y lector tengo que pensarme muy seriamente marcar esta fecha en mi calendario para un futuro.
ResponderEliminarMomento envidia on... ¿Dónde hay que firmar para apuntarse a la próxima edición? Menuda experiencia. Desde luego, una sale de ahí con un nivelón en novela histórica y con muy buenos recuerdos. Me alegro que lo pasaras tan bien. Besos
ResponderEliminar