Es bastante alentador descubrir como, de un tiempo a esta parte, se escuchan cada vez más voces que ponen el valor el papel de España en América. Que obvian la tan manida y falaz leyenda negra para sacar a la luz hechos y lugares que al común de los mortales ni les suenan y, lo que es más triste, ni les interesa. Ni siquiera en la asignatura de Historia, que ha quedado reducida a algo anecdótico (no sea que conozcamos nuestro pasado y empecemos a sentirnos orgullosos, qué horror) se enseña que casi el setenta por ciento de los actuales Estados Unidos fueron anteriormente españoles y que en las ciudades, misiones y fuertes que se fundaron hubo muchos momentos y hechos que merecen ser recordados. En el último Certamen de Novela Histórica de Úbeda tuve la feliz ocasión de presentar a Santi Mazarro y su última novela, El fuerte de La Florida, y, en nuestra charla, comentamos cómo los hechos que se narran en ella aún son conmemorados en la localidad de San Agustín, en Florida. Y con gran orgullo.
En la novela que hoy os traigo, Asalto a San Luis, de Rafael Sánchez Cobo, se recrea otro hecho fundamental y tan desconocido como apasionante: el ataque inglés, el 26 de mayo de 1780, al fuerte de San Luis, en la Luisiana española, en represalia por el apoyo que los españoles estaban prestando a la revolución levantada en las colonias contra Inglaterra. Apoyo que, como no, también ha sido ninguneado y olvidado, pero sin el cual la independencia de los Estados Unidos, seguramente, hubiese tomado otro rumbo. La apuesta de la editorial Pàmies por este momento histórico sigue siendo sólida.
SAN LUIS DE LOS ILINOISES
A finales de 1779, Miguel de Cerezo, hijo de familia noble, pone a su familia en un serio aprieto por culpa de un lío de faldas con una joven que ya se hallaba comprometida. Dándose cuenta su padre de que jamás va a hacer carrera del joven si no consigue enderezarle, opta por la solución más tajante: gracias a la mediación de su amigo, José de Gálvez, Miguel partirá a Nueva Orleans para ponerse bajo las órdenes del sobrino de este, Bernardo de Gálvez, y unirse al ejército español allí. Tras llegar allí en enero de 1780, Miguel se aburre soberanamente. No le gusta el modo de vida de la ciudad y apenas tiene nada que hacer, pero mantiene sus disipadas costumbres acudiendo a casas de señoritas y viviendo a su aire. Gracias a sus correrías por la ciudad conocerá a Panocha, un chiquillo espabilado y pelirrojo que le enseñará a moverse por las calles como en el salón de su casa. Y también a un oficial francés, Maillet, con quien trabará una buena amistad.
Cuando a Bernardo de Gálvez le llegan noticias de los planes de Inglaterra para atacar Nueva Orleans y por la deuda de honor que tiene con la familia de Miguel, decide enviar a este a San Luis para mantenerle lo más lejos posible del conflicto. Paralelamente, el general inglés Haldimad junto con el capitán Sinclair están organizando un plan para atacar precisamente San Luis, para lo que cuentan con la ayuda de Ducharme, un francés que conoce bien aquella ciudad, y de Dyami, un indio que ha prometido su ayuda, la de sus hombres y las de otras tribus amigas para participar en el ataque.
Miguel, tras llegar a San Luis, detesta la ciudad aún más que a Nueva Orleans: es más pequeña y apenas tiene diversiones o entretenimientos. Necesita un motivo como sea para volver y, si es posible, regresar a España. Pero un primer ataque de los ingleses a la ciudad hará que tenga que ponerse a trabajar en su defensa y a participar en la feroz lucha que se desencadena. Desde ese momento Miguel deberá pelear por su vida y por evitar que los ingleses se hagan con la plaza.
Desde el primer momento me gustó la manera en que el autor va desarrollando los hechos. En los primeros capítulos conoceremos a un Miguel tarambana, caprichoso y egoísta por el que no vamos a sentir ninguna simpatía. De hecho no cree que su "exilio" a Nueva Orleans sea por su responsabilidad, sino que culpa a Inés, la joven a la que sedujo, de todos sus males. El arranque de la novela es trepidante, con una escena de batalla intensa y contada con brío, manteniendo al lector muy cerca del protagonista y de la acción, consiguiendo que, como lector, sientas el miedo y la tensión. Igual va a suceder con el resto de escenas bélicas, que hay unas cuantas: son muy reales y, en ocasiones, crudas, pero son necesarias.
Lo que se marcan muy bien son las diferencias entre cómo luchan los europeos y los indios y también el diferente trato que a estos se les dispensa: mientras los ingleses los desprecian y los consideran inferiores incluso cuando son sus aliados, los españoles conviven con ellos normalmente en sus ciudades sin demasiados problemas y manteniendo un respeto mutuo. Y algo que Rafael ha hecho muy bien es perfilar el cambio en la personalidad de Miguel de Cerezo, de cómo siendo un calavera al que no le importa nada, las circunstancias que le toca vivir le hacen madurar y tomar conciencia de lo que es la responsabilidad, el honor y la lealtad.
A partir de hechos históricos ciertos, el autor sabe mover muy bien sus fichas y colocar a los personajes ficticios perfectamente, sin que tengamos la sensación en ningún momento de que están ahí de forma forzada. Los diálogos son naturales, los sentimientos que se muestran son creíbles y la evolución de Miguel es verosímil y lógica. La realidad le da una bofetada y eso hace que cambie su percepción de la vida. Es evidente que el autor ha debido manejar una gran cantidad de información para armar la novela, pero no se limita a hacer una exposición de los hechos, sino que cuenta lo que sucedió mezclando muy bien ficción y realidad, de modo que el resultado es creíble y homogéneo, con buen ritmo y manteniendo el interés hasta el último momento.
Para todos los que amáis la novela histórica, Asalto a San Luis os va a gustar. Seguro. Quizá os haga interesaros por una época apasionante y poco conocida en la que España seguía siendo un gran imperio al que temer. Y, personalmente, ha sido una alegría encontrarme con el gran Bernardo de Gálvez, al que en Estados Unidos veneran como un auténtico héroe y aquí y ahora pocos somos los que le rendimos homenaje. Si queréis saber qué fue de los defensores de San Luis y el resultado de aquella batalla, no dejéis de leerla. Y luego me contáis, por favor.
Ahí la tengo pendiente
ResponderEliminarPendiente se queda y con ganas de ella
ResponderEliminarMuy buena reseña! Gracias Yoli 😘😘Pepa M.
ResponderEliminarAnotada está despues de leerte
ResponderEliminarGracias a lecturas como esta, descubrimos hechos importantes de los que no teníamos ni idea. Gracias Yoli por traérnosla.
ResponderEliminarDespués de leerte, lo apunto. Muy buena reseña 👏. Marisa
ResponderEliminarEstupenda reseña Yoli, no la conocía y queda apuntada👌 Amparo 😘
ResponderEliminargracias por la reseña. Te debo, como mínimo un café. Queda pendiente. Saludos
ResponderEliminarYa lo tengo. Compré el libro en la presentación. Me encanta.
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