Elena Bargues ganó el X Premio Ciudad de Úbeda de Novela Histórica hace dos años con El encargo del maestro Goya, una novela ambientada en la España napoleónica, en 1810, con Santander como epicentro de la mayor parte de la trama. Ahora Elena vuelve al siglo XIX, aunque casi en su final, y vuelve a Santander, donde parece moverse como pez en el agua. Lo primero que me llamó la atención es que en la cubierta anunciaba que íbamos a tener un crimen en un famoso balneario y claro, ya me conocéis, es meter un asesinato misterioso y que yo vaya de cabeza.
Elena nos va a situar un momento complicado de nuestra Historia, con Cuba y Puerto Rico rebelándose contra la política arancelaria que el gobierno de Cánovas del Castillo había impuesto, y con muchas tiranteces políticas. Pero en La Fuente del Francés, el famoso balneario santanderino, la vida transcurre ociosa, aparentemente feliz y con lujos asequibles solo para unos pocos. Un lugar inaugurado en 1880 que incluía hotel y casa de baños y del que contaban que sus aguas eran perfectas para recuperar la salud. Allí es donde van a ir llegando los protagonistas de la novela y donde lo que parecía un remanso de paz empieza a convertirse en un lugar peligroso. Hoy día de aquel balneario solo quedan las ruinas y un paraje natural convertido en ruta senderista pero, en las páginas de esta novela, lo tendremos ante nuestros ojos con todo su esplendor. Un hermoso viaje al pasado.
¿QUIÉN MATÓ A VALENTÍN CASTREJÓN?
Charles Webster es un diplomático estadounidense que se encuentra en Madrid junto a su asistente, Andrew Malloy. En un momento en que la situación política española es un avispero, Webster trata de conseguir información que pueda beneficiar a su país en los movimientos de descontento que están teniendo lugar en Cuba. Para favorecer también los negocios de su padre, que colabora con la fábrica de armas Colt, viaja hasta el balneario de La Fuente del Francés para encontrarse con un posible cliente. Además, la noticia de que Sagasta va a ir a Santander a mantener una serie de reuniones con notables de la zona es un aliciente para sus intereses. En el mismo balneario van a alojarse Antonia Valdivia y su marido, Nemesio Carvajal, a quienes acompañan la tía de ella, Lina, y su personal de servicio, que vienen desde Cuba.
Desde el primer momento Webster pasa a tener una cordial relación con el matrimonio Carvajal y la tía Lina. El balneario es un hervidero de clientes, muchos de los cuales se conocen. Desde Cuba ha llegado también Valentín Castrejón, un hombre soberbio y prepotente, a quien acompaña su jovencísima esposa, y que rápido se granjea la antipatía de muchos de los huéspedes. La tranquilidad del balneario se verá rota por el asesinato de Castrejón, que aparece muerto en una bañera con un tiro en la frente. Nadie ha visto ni escuchado nada, no hay testigos ni arma del crimen. El único sospechoso es un empleado del hotel, un anarquista que ha desaparecido y que se ocupaba de los baños ese día. La inminente llegada de Sagasta a Santander supone otro motivo de alteración en la vida de la zona, mientras Webster y Antonia comienzan a sentirse atraídos a pesar de todo lo que les separa.
Hay algo que me gustaría destacar por encima de todo en esta novela: la fantástica recreación que Elena Bargues hace del balneario y de la ciudad de Santander. La ambientación es fabulosa. El lujo del hotel, el modo en que se tomaban las aguas por entonces, los diferentes alojamientos para clientes y para la servidumbre, los jardines, las cenas, los bailes... te sientes trasladada allí. Y otro tanto sucede con Santander, una ciudad que en ese momento "luchaba" con San Sebastián para ser destino vacacional de la clase alta. Las descripciones nos permiten casi ver cómo eran las calles, las casas señoriales, los vestidos, la zona de El Sardinero. Todos estos lugares parecen muy ajenos a lo que va a suceder en ellos y es que la situación política se complica por momentos: Cuba y Puerto Rico han mostrado su hartazgo por sentirse ciudadanos españoles de segunda y las posiciones de Cánovas del Castillo y Sagasta están más enfrentadas que nunca.
Muchas de las cuestiones políticas están introducidas en diálogos, lo que las hace mucho más accesibles y menos dogmáticas. Gracias a ellas vamos a ir haciéndonos un dibujo mental preciso de todo lo que sucedía en ese momento y de la importancia de la reunión que Sagasta va a mantener en Santader. A su vez, la trama del asesinato en el balneario tiene un toquecito a lo Agatha Christie por el misterio que envuelve a lo sucedido, la ausencia de pruebas y testigos y las motivaciones, ya que nadie en el balneario, a pesar de la antipatía personal, parece tener motivos de peso para hacer algo así.
Hay muchas referencias al papel de la mujer en la época, a cómo estaban sometidas a tutela aunque fueran mayores de edad y la nula libertad que tenían para tomar decisiones sobre sus propios bienes o sobre ellas mismas. Esto también va a aparecer en muchos de los diálogos que mantienen Antonia y su tía y son realmente reveladores.
A medida que la novela avanza vamos a ir conociendo detalles de la vida de Charles Webster y de Antonia Valdivia. Ambos callan cosas y Antonia, especialmente, arrastra secretos que no pueden contarse. Pero será la tía Lina la que nos sorprenda en mayor medida, ya que es una mujer avanzada a su tiempo y que, en Cuba, sostiene y dirige un proyecto realmente único. A pesar de su frágil apariencia, tiene una determinación férrea.
La Fuente del Francés tiene todos los ingredientes para disfrutar de su lectura: paisaje, ambientación, hechos históricos, un crimen misterioso, una historia de amor... perfecta para estas tardes en las que anochece tan pronto y apetece leer bajo la manta con un buen café. Hay algo especial en aquellos veranos en Santander, pasaos a visitarlos.
Me lo compré en el Certamen de Novela Histórica de Úbeda y tuve la oportunidad de que me lo firmara la autora. Ya estaba muy arriba en mi torre de lecturas pendientes pero tras leerte siento una necesidad lectora importante por leerlo
ResponderEliminarLa has puesto como que super interesante, vere de conseguirla pronto.
ResponderEliminarGracias por compartirla.