jueves, 16 de noviembre de 2023

LAS MALAS NOTAS de Pedro Simón

 

Reconozco abiertamente que no suelo ser muy fan de las novelas que ganan concursos literarios importantes. No por nada en especial, ni por animadversión ni teorías conspiratorias, sino porque, en general, me suelen gustar bastante menos que otros libros que se publican a lo largo del año. Imagino que la concesión de esos premios deriva de muchas cosas y conlleva muchas otras. Y que, no lo olvidemos, las editoriales no son ONG's y lo que buscan son las ventas, a ser posible masivas. Cuando en el año 2021 se le concedió a Pedro Simón el Premio Primavera de Novela por Los ingratos, me quedé un poco como estaba: no conocía al autor, ni tenía referencia alguna, pero, al escucharle hablar sobre su libro algo se me removió por dentro. Cuando leí la novela os aseguro, y ya lo conté aquí, que se me quedó tatuada en el alma. No solo por lo que contaba, que muchos de mi generación lo vivimos, sino por cómo lo contaba. Cómo era capaz de meternos de cabeza en aquella historia que me emocionó en muchos momentos hasta las lágrimas, pero que también me hizo sentir que era allí donde quería estar. 

Desde entonces sigo a Pedro Simón con lealtad perruna, tanto con su siguiente libro, Los incomprendidos, como con sus artículos en prensa. Y ahora muchos de esos artículos y reportajes se han condensado en este volumen que hoy os traigo titulado Las malas notas. Lo mejor es que podemos paladearlo a sorbitos, leer sin orden, abrirlo por cualquier página y dejarnos llevar. Tendremos, en cada página, la sensación de que Pedro nos está escribiendo a nosotros, a mí, a ti, directamente. Que nos habla mirándonos a los ojos. Y eso es impagable, os lo aseguro.

DISFRUTE DEL TRAYECTO

Las malas notas es una recopilación de artículos escritos por Pedro Simón en prensa. Algunos son más largos, reportajes centrados en alguien o en algo concreto. Todos tienen su sello inconfundible, porque, como se repite a menudo, es imposible leer un texto de Pedro y no tener ganas de comentarlo después. O de gritarlo. O, simplemente, de contárselo a alguien. La mirada que él pone sobre las cosas quizá sea la de muchos otros, pero nadie como él sabe exprimir los sentimientos y contar la pena, la alegría, la decepción, la esperanza. Muchos de estos artículos nos van a tocar el corazón, generalmente porque o bien hemos pasado por algo similar o conocemos a quien lo está pasando. Los hay terribles, dolorosos, de los que te arrancan pedacitos del alma, especialmente aquellos en los que hay niños, abusos, enfermedad, dolor. Pero todos estos artículos no son más que la vida contada, que casi nunca es de color de rosa. Bien lo dice siempre Pedro: todos estamos a una simple llamada de teléfono de que nos explote la vida. O a dos tiradas de dados de perder todo lo que amamos. Qué razón tiene.

Se han organizado los artículos en once bloques, cada uno de los cuales tiene un hilo conductor. Al menos, algo que los une de alguna manera. La educación, la salud, los vecinos del barrio, anécdotas de padre o de periodista, paseos por la ciudad. Nada escapa a la mirada certera y llena de matices de Pedro Simón. Como os decía antes, los hay que duelen y duelen mucho: el de la mujer que cuenta cómo fue violada por su padre desde niña; el de Roberto, con una vida rota por las drogas y la cárcel que consiguió dejarlo todo atrás; el de Pilar, que espera en paliativos su último día mientras le escribe cartas a su hija de diez años; el de la madre de David, que murió con los recuerdos perdidos en la tormenta del alzhéimer. Pero también los hay cómplices y que te sacan una sonrisa, como los dedicados al Atleti, a la vida del día a día, a las anécdotas que, de pura normalidad, son extraordinarias.

Cada uno de estos artículos es casi un pequeño relato. Pedro Simón se pone delante de la gente y descubre sus historias, aunque también disfruta pensando cómo reaccionaría esa gente ante las historias que él cuenta. En el encuentro vía Zoom que tuvimos con él, nos decía, como periodista, lo que le gusta es darle al lector un final feliz. Pero nos dijo algo que a mí se me quedó grabado: 

- "Donde hay una herida siempre hay un reportaje. Allí donde alguien sufre, que no duerme por algo, hay una historia que contar. Los insomnios son todos parecidos, pero lo que nos quita el sueño es muy diferente."

También nos dijo que en las novelas hay que pensar mucho en el lector, pero en los artículos periodísticos hay que escribir CONTRA el lector, decirle lo que no quiere escuchar, llevarle a sitios a los que no quiere ir. Pero también debe tender puentes, quitar etiquetas y explicar; si no se explican las cosas no nos explicamos a nosotros mismos. 

Os aseguro que merece mucho la pena dejarse envolver por estos artículos de Pedro Simón. Quizá por que nos reconocemos, pero sobre todo por lo que nos hacen sentir. Y en estos tiempos, en los que todo es hostil, encontrar un refugio así es impagable. Os espero allí, este viaje es para disfrutar.

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